Como es sabido, la FEM ha reclamado durante los últimos años que la sucursal que esta feria abrió en Santa Rosa sea controlada tal como se controla al resto de los comercios mendocinos. Reiteramos que si bien no nos oponemos a la instalación de nuevos complejos comerciales, queremos dejar en claro que dichos negocios deben competir en igualdad de condiciones con el resto. Esto quiere decir que el empresario que quiera operar en la provincia, deberá tener la habilitación correspondiente, tributar los impuestos nacionales y provinciales, pagar la tasa municipal, tener empleados registrados, pagar salarios según paritarias y abonar las cargas patronales, sólo por citar algunas de las exigencias a las que está sometido el empresario local que con gran esfuerzo desarrolla su actividad.

Sólo en estos términos, la Federación Económica de Mendoza avalará la llegada de emprendimientos a la provincia cualquiera sea su origen o denominación comercial, ya que la ilegalidad y el comercio clandestino pueden destruir puestos de trabajo genuinos, pymes e incluso un Estado.

Entendemos que el cumplimiento de estas obligaciones por parte de todos y sin distinciones y el actuar dentro de la ley, permitirá que el gobierno cuente con los recursos necesarios para todo lo atinente al impostergable bienestar de los ciudadanos mendocinos.

CAME recuerda sobre La Salada que "este enclave comercial, caracterizado como la feria ilegal más grande del mundo por la Unión Europea (UE), emblema del comercio y la producción de mercadería falsificada y de los peores ejemplos de transacciones incontroladas por parte de la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (Office of the United States Trade Representative- USTR), que incluye al país en la llamada "lista de vigilancia prioritaria" por la práctica "desleal" de estos mercados que afectan derechos sobre marcas y patentes, son incompatibles con un país que quiere ser serio, por lo cual creemos que debe aplicarse esta medida a lo largo y a lo ancho del país".