Por primera vez, en el Penal de Varones -de calle Alsina Nº850- se celebrará un matrimonio igualitario. Bien sabido es que el amor trasciende fronteras, y surge en cualquier lugar. Los barrotes de la cárcel no pudieron evitar que el amor y la pasión surjan entre dos reos, quienes decidieron sellar su amor con una unión civil.

Cuando ingresaron al Penal de Varones, acusados de robo, ninguno de los dos imaginó que allí iban a encontrarse. Sabían que sus vidas iban a cambiar, que les esperaba una condena lejos de todo y de todos. Pero ni Juan ni Pedro (nombres ficticios) -ni sus allegados- imaginaron que tras las rejas el amor los sorprendería.

A casi más de un año de amarse, y vivir en la misma celda, en el pabellón de Buena Conducta, decidieron unirse en matrimonio. Los convictos pidieron a las autoridades del Servicio Penitenciario realizar todos los trámites necesarios y correspondientes para poder celebrar la boda.

Juan ingresó hace aproximadamente cuatro años al reclusorio y desde que llegó al lugar nunca negó su sexualidad. Su pareja, con quien espera muy pronto estar unido por civil, lleva apenas un año cumpliendo su condena.

Según pudo saber El Liberal los enamorados fueron entrevistados por una asistente social, quien será la encargada de realizar los trámites administrativos correspondientes para que la unión se realice lo antes posible.

Las autoridades del penal decidirán en los próximos días a dónde se realizará la ceremonia civil. Mientras se llevan a cabo los preparativos, Juan y Pedro, pasan sus últimos días de ‘solteros’, juntos.

La noticia, que rápidamente se regó como pólvora por todos los pabellones del Servicio Penitenciario, fue muy bien recibida entre los reclusos, que ahora entusiasmados esperan que se celebre el gran día.