Sequeira había abordado el tren anoche en la estación de Constitución y si bien en un principio trascendió que tenía decidido entregarse esta mañana en el Juzgado Federal del doctor Martínez, otra versión indica que venía a esta ciudad a visitar a su mujer.

De acuerdo a información brindada por testigos que viajaban en el mismo vagón, la actitud de Sequeira llamó la atención del resto de los pasajeros ya que se mostró inquieto a lo largo de todo el viaje y en ningún momento se sacó los anteojos oscuros que le cubrían parte del rostro.

La formación tenía su destino final en la Estación Sud de Bahía Blanca, pero los efectivos de la Policía Federal no quisieron correr riesgos y una comisión lo interceptó en la comarca serrana. A bordo del mismo vagón varios agentes camuflados lo seguían de cerca para evitar una nueva huida a último momento.

Sequeira alcanzó a responder algunas de las preguntas de los periodistas que lo aguardaban en el andén. "Seguramente aparezco en las llamadas pero no hablando de droga. Yo no tengo nada que ver y mañana se lo voy a decir al juez", dijo. Y aseguró: “es imposible que haya trasladado droga porque hace dos años que no tengo carnet”, indicó.

Además, en diálogo con el programa "Tal cual es", que se emite por LA BRÚJULA 24 FM 93.1, Alberto Alvarado, guarda del tren, dio detalles del procedimiento. "Los policías subieron la mitad en Pigüe y la otra en Saavedra, se presentaron y dijeron que iban a hacer el procedimiento de la manera más discreta posible".

"Cuando se dio cuenta que iban a buscarlo, intentó levantarse pero enseguida le dijeron que se quedara sentado. El resto del viaje fue muy tranquilo", aseguró.

Una vez aprehendido, los policías les pidieron al resto de los pasajeros ocupar la última parte del vagón y dejar un espacio prudente para evitar cualquier conflicto. Sequeira fue trasladado desde la Estación Sud hasta la sede de la Policía Federal para quedar alojado en la misma celda que ocupó Juan Suris.

Para la justicia, Sequiera, que ya cumplió una condena en la cárcel de Villa Floresta por un robo a mano armada a una distribuidora, era uno de los encargados de transportar la droga desde Capital Federal a Bahía Blanca.

La amistad con Juan Suris viene de hace varios años, pero la relación entre ambos se fortaleció precisamente cuando Sequeira estaba preso y Suris lo ayudó económicamente. También estuvo imputado por estafas y por otro asalto a la firma Lucaioli.