Cayó "ceniza gruesa", revela un primer informe

Cayó "ceniza gruesa", revela un primer informe
Investigadores de la Universidad Nacional de Río Negro y el Conicet recorrieron la zona y analizaron el material piroclástico.
El 22 de diciembre se registró actividad eruptiva en el volcán Copahue, ubicado en la provincia de Neuquén y en cercanías de las localidades de Loncopué, Caviahue y Copahue. Las emisiones de gases y material piroclástico se inició aproximadamente a las 10 y un equipo de geólogos del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología de la sede Alto Valle de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y del Conicet partió hacia esa zona para tomar muestras, fotografías y filmar la actividad del volcán.

Durante el recorrido, desde la localidad de Roca hasta Zapala, por la Ruta Nacional 22, se reconoció de forma constante la presencia de una pluma de cenizas a unos 7 kilómetros de altura que se desplazaba al sudeste. Entre las ciudades de Neuquén y Zapala alrededor de las 16 se advirtió la caída de abundante material piroclástico, lo cual reducía la visibilidad a menos de 5 kilómetros.

Cerca de las 17, el equipo de la UNRN pasó por Las Lajas. Y sobre la Ruta Provincial 21, antes de llegar a Loncopué, donde se percibía un fuerte olor a azufre, se recolectó una primera muestra.

A medida que avanzaron se fue reconociendo la continuidad de la actividad del volcán en forma de emisiones gaseosas y piroclásticas que se podían apreciar a unos 70 kilómetros.

Ya en Caviahue se pudo fotografiar con gran detalle la actividad eruptiva. Se advirtió la presencia de una columna de color blanco a gris claro y de forma intermitente una columna piroclástica de color gris oscuro a negro.

Parte de dicho material se depositaba en la ladera sureste. En cuanto a la intermitencia de las emisiones piroclásticas se pudo reconocer cierta ciclicidad en donde cada 20 ó 30 minutos se producía una columna de color oscuro de hasta 1000 metros de altura que era seguida por emisiones menores cada uno o dos minutos hasta que la actividad cesaba casi completamente después de entre 5 y 10 minutos. Cada emisión de material piroclástico iba acompañada por una fuerte explosión. Pasadas las 22, se comenzó a observar la expulsión de material incandescente con una ciclicidad semejante a la descripta anteriormente.

El análisis óptico del material recolectado, realizado en los laboratorios del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología de la UNRN, indica que se trata de una ceniza gruesa, con un tamaño de grano que varía entre 0.2 y 0.7 mm de diámetro, de color gris claro con tonalidades pardo amarillentas. La ceniza está conformada en un 60 % por pómez vítreos de color castaño claro a casi translucido; en menor proporción aparecen fragmentos líticos volcánicos de composición intermedia (15%), cristaloclastos de feldespato alcalino, plagioclasas y escaso cuarzo (15% - Figuras 1 y 2), y vitroclastos (10%).

En cuanto a los individuos, se pudieron reconocer trizas vítreas (cuspadas y planas) y pumiceas; los fragmentos más grandes de pómez, los litoclastos y los cristaloclastos presentan en general formas angulosas irregulares aunque se advierte la presencia de un 15% de clastos subredondeados. Con estas observaciones se puede caracterizar a este material como una ceniza gruesa vítrea.

Santiago González, Silvio Casadío y Víctor García: Conicet, Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología y Universidad Nacional de Río Negro

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