Después de los reclamos que hicieron que el intendente de Azul, José Inza, suspendiera su apertura de sesiones en el Concejo Deliberante, el grupo de “Las familias del Dolor”, quienes irrumpieron ese día y se cruzaron con militantes oficialistas, pidieron una reunión con los medios de comunicación y la totalidad del cuerpo legislativo ante la “crisis del sistema de salud del Municipio”.

Ante una serie de casos de mala praxis que impactaron en la sociedad en el hospital municipal de Azul, la situación se vuelve aún más compleja con el reclamo de la asociación que además expuso un petitorio formal para que se priorice el derecho a la salud digna para todos.

“Las demandas por mala praxis que hemos realizado deben considerarse como “llamadas de atención” o advertencias de muchos puntos oscuros de las instituciones y resultan de gran importancia como el primer paso para poder identificar las fallas, errores y poder corregirlos”, manifiestan en el documento y alertan que “en la medida en que no se tomen en cuenta estos conceptos y nada se haga para avanzar en la mejora de la calidad asistencial, creemos que vamos hacia un peligroso rumbo”.

En la enumeración de casos aparecen el de Mateo Valdez, en el Sanatorio Azul, en octubre de 2010, cuando la madre Soledad Villa no pudo tener la cesárea inminente que necesitaba por la ausencia de anestesista, ya que este se había tomado libre el fin de semana del día de la madre. Los padres además denuncian que le escondieron el estado de salud del recién nacido y ante el pedido de un traslado al Hospital Español de La Plata, desde el Sanatorio se lo negaban. Finalmente, lograron llevarlo al nosocomio platense donde le informaron a la familia el grave estado de salud de Mateo, que después se confirmó. La placenta de la madre se había desprendido por la espera, Mateo nació sin vida, siendo reanimado en el quirófano. Esa falta de oxígeno le provoco el derrame cerebral. “Tuvieron 23 días internado a esa criatura con un derrame cerebral sin siquiera informarles a los padres que su hijo había sido reanimado en el nacimiento”, reza el comunicado.

Otro caso del sanatorio de Azul es el de Leonardo Villarruel de 17 años, quien murió después de un accidente. Llegó al hospital a que se le realizara una operación en la rodilla. Julián Darío Villarruel, el papá de la víctima, no tiene dudas de lo que pasó. “El supuesto anestesista, que no es anestesista, lo abandonó. Él sabía que iba a ocurrir eso. Mi hijo tuvo una muerte cerebral y después un paro cardíaco”.

El padre de Leo Villarruel tiene elementos como para afirmar que a su hijo lo dejaron prácticamente abandonado mientras lo estaban operando aquel 19 de marzo del año pasado en el Sanatorio Azul.

El caso reciente de Maia terminó por generar la explosión en el Concejo Deliberante durante la apertura de sesiones de Inza. El relato de los familiares es estremecedor:

“Soledad Villa empieza a tener problemas con su embarazo, recurre al sanatorio, donde el ginecólogo mira la historia clínica de la paciente y le pregunta si es la que está haciendo un juicio al hospital. Ella le dice que sí y el doctor le dice que no la va a atender. Se tuvo que retirar con disturbios de por medio y al volver después del fin de semana, el cuadro había empeorado y había que sacar a la beba. Maia Milagros Janis Valdéz nació el lunes 22/12/2014 a las 15:30. Los neonatologos hicieron todo y mas también por su vida. Pero desgraciadamente Maia Janis falleció el 6 de enero.