La causa por la que se investiga el presunto homicidio del joven Mario Roberto Taboada (26), cuyo cuerpo sin vida fue tirado al costado del camino a la finca El Pinar, el pasado sábado a la madrugada, registró ayer importantes novedades procesales. El juez de instrucción, Héctor Daniel Barría ordenó un intenso peritaje “milímetro a milímetro” del automóvil propiedad de la víctima. La diligencia se realizó en la Dirección de Investigaciones y trabajaron en el lugar efectivos de la Policía Técnica Judicial y de la División Homicidios, de la Dirección de Investigaciones. La mayoría de los investigadores se inclinan por la hipótesis del homicidio, incluso arriesgan que Taboada habría muerto al ser inyectado con formol o “por lo menos con una mezcla de éste y otros químicos”. Se espera un informe anatomopatólogo desde Córdoba hacia donde se enviaron muestras para ser analizadas. En el vehículo de Taboada encontraron en el piso, del lado del acompañante la zapatilla que le faltaba cuando fue encontrado sin vida.

Las pericias

Fue ayer, desde las 11.00, cuando los peritos y técnicos de la Policía Técnica Judicial se constituyeron en la Dirección de Investigaciones, donde en compañía de sus pares de la División Homicidios y por directivas del juez Barría sometieron al automóvil Ford Fiesta Titanium, propiedad de Mario Roberto Taboada a una extensa pericia en búsqueda de huellas y todo elemento útil a la causa.

Apenas abierto el vehículo, lo primero que se detectó fue una de las zapatillas que Taboada calzaba el día del hecho y que no tenía puesta. Estaba en el piso del automóvil, del lado del acompañante.

Luego se tomaron huellas, principalmente de las perillas para encender la luces de giro, el botón de arranque y otras huellas detectadas en el frente del estéreo digital del automóvil.

Además del director y subdirector de Investigaciones, Vicente Garrot y Santiago Gómez, estuvieron en el lugar los doctores Luis Carreño y Marcos Rodríguez, designados por la familia del joven muerto como abogados querellantes o representantes de la familia.

Justamente el doctor Carreño dijo a NUEVA RIOJA en el lugar que estaban a la espera del regreso de los análisis que se pidieron a Córdoba y que esas pericias serán determinantes. “Creemos que podríamos estar frente a un homicidio”, aseguró el abogado.

Mientras tanto, desde la familia directamente se inclinan por la hipótesis del homicidio. Sostienen que el joven fue inyectado con una especie de fórmula de formol y otro químico. “Creemos que le tuvo que aplicar tres pinchazos, porque al parecer no se dormía”.

Lo cierto es que una vez que el juez Barría tenga en sus manos los informes anatomopatológicos que solicitaron a Córdoba, además del informe de la pericia de autopsia, lo que podría concretarse casi al fin de esta semana o principio de la próxima para recién tomar alguna decisión respecto a la resolución del expediente, que por el momento sería “averiguación de causas de muerte”.

“Nunca consumió drogas, solamente jugaba al básquetbol”

El dolor de los familiares de Taboada que advertían de la mala compañía de Oliva

“Lo mataron por bueno”, es el concepto que esgrime la familia de Mario Roberto Taboada (foto) y revelaron detalles de la relación que unían a la familia Taboada con Matías Sebastián Oliva, único detenido por el caso al encontrarlo estrechamente comprometido por las coincidencias entre su calzado y las huellas encontradas en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Taboada.

Al detenido Oliva lo conocen desde su infancia, cuando residían en el barrio CGT. Indicaron que Oliva cuenta con un doloroso pasado familiar signado por el abandono y la pobreza, razón por la cual la familia le brindaba asistencia cuando el joven lo requería. A su vez aclararon que Taboada no compartía salidas nocturnas con Oliva, sólo los unía el básquetbol y la ayuda que le brindaban cuando Oliva no tenía para comer.

La familia explicó que anteriormente residían en el barrio CGT del cual se mudaron hacia el barrio El Libertador, su actual residencia, por razones de inseguridad y por los estragos que generaba la droga entre los jóvenes del barrio.

Hicieron hincapié en las razones de la mudanza, tomándolo a esta altura como una paradoja ante lo que finalmente sucedió con su hijo: “nos vinimos por la inseguridad que se vivía en el barrio (CGT), porque los chicos estaban todos con problemas de drogas y yo quise salvar a mi hijo de todo eso; de las malas juntas y de la vagancia”.

Los vecinos señalaron al joven Taboada como “un chico tímido, y que salía poco”. Además coinciden los comentarios que señalan a la familia Taboada, como una familia “respetable y de bien”.

En medio del dolor, la madre de Taboada reconoció que últimamente intentaba advertirle a su hijo de la desconfianza que le generaba Oliva: “me había cansado de decirle que este chico nos estaba mintiendo, y que no lo ayudemos más”.

Continúan los allanamientos y no descartan más detenciones

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis y se inclinan por el homicidio

“Estamos trabajando bajo estrictas directivas del juez de instrucción (Héctor Daniel) Barría, pero en lo personal no descartamos ninguna hipótesis”, aseguró ayer el director de Investigaciones, comisario mayor Vicente Garrot, quien estuvo acompañado del subdirector del área, comisario inspector Santiago Gómez. Fue durante las pericias que ordenó el magistrado en el automóvil de quien en vida fuera Mario Roberto Taboada, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en la madrugada del pasado sábado, al costado del camino a la finca El Pinar.

“Se están tomando declaraciones testimoniales, entendemos que sirve mucho lo que nos dijo la novia del joven Taboada”, precisó el comisario y reveló que en el allanamiento en la vivienda del único detenido, Martín Sebastian Oliva (27), secuestraron “importantes elementos para la causa”. Entre esos elementos figuran jeringas hipodérmicas y ampollas de químicos y medicamentos.

Al parecer el o los autores habrían inyectado “una fórmula de formol en uno de los brazos de Taboada y ello habría derivado en su fallecimiento.