A cinco días de que se inicie el juicio a Hugo Calderón por el crimen de Soledad Salguero, un grupo de personas allegadas a la víctima reclamaron que se lo juzgue por “homicidio calificado” y advirtieron que puede haber “problemas” si eso no sucede
De igual modo, advirtieron que habrá “problemas” si Calderón no es severamente castigado por el asesinato ocurrido el domingo 7 de octubre de 2012 en la vivienda que ocupaba en Ituzaingó y pasaje Formosa.
“No queremos que le den ocho años y salga a los cinco”, se quejó Jésica Salguero, hermana de la víctima, en declaraciones radiales, mientras que una amiga de Soledad, que se identificó como Melisa, fue mucho más allá, y en tono desafiante espetó: “Si tenemos que prenderle fuego a Tribunales, lo vamos a hacer. Esto va a cambiar por las buenas o por las malas. Está en ellos (en alusión a los funcionarios judiciales) cómo quieren que lo hagamos”.
Haciendo sonar un bombo y dos redoblantes, los manifestantes -17 personas en total, incluidos dos menores- se ubicaron en la calle para exigir que Calderón no sea juzgado como autor de “homicidio simple”, ya que consideran que se trató de un crimen alevoso y que, por ende, debe ser sancionado con la pena máxima: prisión perpetua.
Asimismo, reclamaron que el proceso oral y público se haga “con un jurado popular”, pese a que por la calificación del hecho -tal como llegará a juicio- no corresponde la aplicación de la Ley Nº 9.182, que legisla sobre el particular.
Durante la protesta, llevada a cabo poco antes del mediodía, los allegados a la mujer que fue estrangulada mostraron pancartas con las inscripciones “Justicia por Soledad Salguero… no es homicidio simple” y “Basta de muertes anunciadas”, además de pequeños afiches con el rostro de la víctima.
Desde el martes
El proceso oral a Calderón comenzará el próximo martes 6, a partir de las 9, en el quinto piso del Palacio de Justicia villamariense, y el tribunal que lo juzgará estará integrado por los camaristas René Gandarillas y Silvia Saslavsky de Camandone, a los que se sumará -en calidad de vocal- la jueza de Control, Edith Lezama de Pereyra.
De las audiencias de debate participarán el fiscal Francisco Márquez y los abogados Juan Antonio Rusconi (lo hará en representación de la madre de Soledad, quien se constituyó en la causa como querellante particular), Mario Bongianino y Jorge Martín (codefensores del acusado), mientras que el secretario actuante será Roberto Jue.
La desaparición
El sábado 6 de octubre pasado, alrededor de las 20.30, los familiares de Soledad la vieron por última vez con vida, cuando entraba a su casa de barrio Lamadrid.
Al día siguiente la joven mujer, madre de dos niños de 10 y 5 años (el segundo, hijo de Calderón), desapareció y sus allegados nada supieron sobre su paradero.
El cuerpo fue encontrado el sábado 13 del mismo mes, al mediodía, a un costado del camino de ripio que une Villa Ascasubi con Pampayasta, a unos 13 kilómetros de esta última localidad, en el paraje conocido como La Gruta, distante unos 50 kilómetros de Villa María.
Los investigadores llegaron al lugar donde estaba el cadáver a partir de los datos aportados por el propio Calderón, quien pese a no estar imputado ni bajo sospecha, terminó quebrándose y confesó que él la había matado, estrangulándola en el interior de la casa que ocupaba junto a su pareja y al hijo de ambos.
Previo a ello, efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín fueron hasta un campo ubicado en el sur provincial, adonde se había ido a trabajar Calderón, para entrevistarlo en relación a la desaparición de su pareja.
Confesó todo
Allí, el concubino de Soledad comenzó a responder numerosas preguntas en calidad de testigo, hasta que en un momento, agobiado en su conciencia, reconoció que la había estrangulado y que se deshizo del cuerpo en el lugar antes descripto.
“No aguanto más… yo la maté”, confesó lacónicamente el femicida, quien fue detenido de inmediato. Momentos después condujo a los policías hasta el lugar donde había arrojado el cadáver, que fue hallado a unos tres metros de la banquina, entre unos pastizales y en avanzado estado de putrefacción por el tiempo que allí llevaba.
Todo indica que Calderón asesinó a su joven pareja en la vivienda de Ituzaingó y Formosa, y luego lo trasladó en el baúl de su automóvil Volkswagen Gacel, que también fue secuestrado por la Policía a los efectos de ser periciado.
El homicida, un remisero y trabajador rural nacido en la ciudad de Hernando el 14 de setiembre de 1967, está acusado de haber golpeado intensamente a su pareja antes de estrangularla, aunque todas esas circunstancias y los motivos del crimen se develarán durante el juicio.
Las fotos:
1- No fueron muchos los manifestantes, pero hicieron una ruidosa protesta con un bombo y dos redoblantes. Además, pintaron en la calle “Ni olvido ni perdón... justicia para Soledad”
2- Soledad Andrea Salguero.
3- Sobre la vereda de Tribunales colocaron algunas pancartas para que las vieran los funcionarios y todos los transeúntes.
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