Caso Píparo: “Esperamos que los abrace y los acune la muerte tras de las rejas”

Caso Píparo: “Esperamos que los abrace y los acune la muerte tras de las rejas”
Así lo afirmó el abogado de Carolina. Y en su alegato pidió la máxima condena para todos los acusados, a los que tildó de “matabebé”, “chacales”, “pirañas” y “jinetes de la muerte”
El abogado de Carolina Píparo, la embarazada baleada en una salidera bancaria en julio de 2010 en La Plata, aseveró ayer que espera "que a los imputados los abrace y los acune la muerte tras de las rejas”.

“Sigo pensando que toda la gente que está vinculada internamente y en la periferia de este caso merecen de alguna manera la pena de muerte”, remarcó Fernando Burlando.

Ante el tenor de su afirmación, el letrado explicó: “con esto quiero decir que gocen de todos los derechos, que puedan abrazar a su familia, que estudien y trabajen, pero todo tras las rejas. Eso de alguna manera es una pena de muerte”.

Estas declaraciones fueron realizadas luego de formular su alegato ante el Tribunal en lo Criminal II de La Plata al que le pidió la pena de reclusión perpetua para seis de los siete acusados por la salidera bancaria.

Burlando calificó a los detenidos como "matabebé", “pirañas”, “chacales” y “jinetes de la muerte” y los consideró como "la peor de las escorias que se meten con los más débiles, cobardes por naturaleza y sólo podrán pagar su deuda con la sociedad si vuelven a nacer".

Al hacer referencia a Miguel "Pimienta" Silva, quien marcó a Carolina en el interior del Banco dijo que la eligió "porque la vio débil, insegura: eligió la presa mejor, la que hubiese elegido un chacal".

También manifestó que "creer que Silva no se dio cuenta de que Carolina estaba embarazada luego de que le hizo una marcación hombre a hombre similar a la de (el jugador de la selección peruana Luis) Reyna a (Diego) Maradona (en las eliminatorias para el mundial ´86), es una cosa inconcebible", dijo.

Burlando consideró que los integrantes de la banda "de ratas" porque ninguno confesó el crimen a Carolina aunque sea fuera del ámbito judicial.

Y al momento de pedir las penas, el abogado solicitó que se condene a reclusión perpetua a Carlos Moreno (20) como autor del hecho y a Luciano López (20), Carlos Jordán Juárez (45), Juan Manuel Calvimonte (25), Miguel “Pimienta” Silva (43) y Augusto Claramonte (44) en calidad de coautores.

En su alegato, le imputó a los seis los delitos de "robo doblemente calificado por ser poblado y en banda y por el uso de arma, tentativa de homicidio doblemente calificada por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y homicidio doblemente calificado por las mismas razones en perjuicio del bebé".

El abogado de Píparo, en su carácter de particular damnificado, se diferenció del pedido formulado el viernes por el fiscal del juicio, Marcelo Romero, ya que también pidió la pena de reclusión perpetua para Claramonte, quien llegó libre al debate y para quien el fiscal reclamó 15 años de prisión.

Claramonte, que según la investigación ofrecía asesoramiento legal a la banda, “mantuvo conversaciones telefónicas con varios de los integrantes, incluso el día del hecho, por lo que considero que también es parte de la banda”.

“Yo apostaba a que Claramonte –puntualizó Burlando-, nos iba a dar una explicación de por qué estaba dentro de este episodio, pero su declaración tuvo tantas contradicciones y datos falsos que me di cuenta de que este tipo estaba en la banda y tuvo contacto previo y posterior con sus integrantes”.

“El séptimo chacal es el sistema bancario”

En otro tramo de su alegato, el abogado de Carolina señaló: “quise exponerlos a la bestialidad que habían cometido, que no tienen corazón y que no merecen una segunda oportunidad” y agregó que “tienen que morir en la cárcel porque no tienen posibilidad de recuperación”.

Cuestionó también el sistema de seguridad de la sucursal bancaria porque “llama la atención como nadie notó a Silva (el marcador) en el interior del banco y cómo nadie se dio cuenta que estaba cuando el cajero sacó el fajo de billetes y lo puso sobre el mostrador” y dijo que Silva “fue más eficiente que la seguridad del banco".

“El séptimo chacal es el banco porque mandó a la muerte a una joven madre embarazada”, remarcó el abogado.

Las audiencias seguirán hoy con los alegatos de las defensas. El veredicto podría dictarse la próxima semana.

“Burgos se está comiendo un garrón”

A diferencia del fiscal, el abogado de Carolina no acusó por el hecho a Burgos, quien llegó al juicio como el autor del disparo que hirió a Carolina, hasta que en una audiencia la víctima reconoció a Moreno como el que la baleó en la salidera.

“Burgos está ajeno a la célula delictiva. Hay escuchas que dicen que se está comiendo un garrón”, dijo Burlando sobre el detenido a quien el fiscal le pidió 15 años de prisión no sólo por su participación en el robo a Píparo sino también en otra dos salideras por las que está siendo juzgado.

El letrado añadió que “de las desgrabaciones telefónicas que constan en la causa, Calvimonte desvincula a Burgos porque dijo que `se está comiendo un garrón`. Lo cual me satisface ya que si no Burgos hubiese tenido que pagar con una condena por un crimen (que no cometió) y llevar en sus hombros la marca de ser un mata bebé”, destacó.

El hecho ventilado en el juicio ocurrió el 29 de julio de 2010, cuando Píparo, por entonces de 30 años y embarazada de nueve meses, regresaba a su casa junto a su madre, María Ema, tras retirar dinero de la sucursal del Banco Santander Río ubicada en 7 y 42.

Al llegar en auto hasta su domicilio, en calles 21 y 36, Píparo fue asaltada por un delincuente que le robó el dinero y la hirió de un balazo.

A raíz del tiro, los médicos practicaron una cesárea de urgencia para que la mujer diera a luz a Isidro, pero el bebé murió una semana después.

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