Patricia Perelló, abogada defensora de Analía Schwartz, dialogó con Loquepasa.net y realizó un pormenorizado análisis de la declaración de la docente y del rol de justicia en este proceso.

“El balance de la declaración es altamente positivo. La realidad es que la docente declaró cuando fue la oportunidad legal que correspondía, es decir cuando la citaron medianamente bien” indicó.

“Ella quería declarar, me dijo – me saque una mochila de encima, porque dije la verdad -, esto es irracional, la denuncia es falsa y ella es absolutamente inocente” sentenció la abogada.

En relación a declaración, detalló que “la docente explicó cómo se daban las clases de música, en que ámbitos y quienes estaban presentes, y verdaderamente es imposible lo que dicen las denuncias. Yo creo que la justicia tiene que pensar en la posibilidad material de que los hechos ocurrieran, y esa posibilidad es absolutamente nula”.

Al ser consultada por el rol de la justicia, Perelló indicó que “me decepcionó el fiscal, porque el fiscal realizó una inspección del jardín y de la escuela, y creo que él se dio cuenta que era imposible. Debo separar su criterio del criterio de la Jueza de Garantías, que en su momento anuló y el llamado, y le quitó el peso a la cámara gesell, el peso que le da el fiscal, aclarando que solo son testimoniales, que no son vinculantes para la justicia de garantías, y que veremos al momento de evaluar esto en virtud de las pericias que hicieron los peritos de parte”.

“Los niños se interrogaron de manera inapropiada, lo que hicieron los padres es un estrago. No se ha respetado a los menores, se los ha instigado para que digan cosas por una psicosis colectiva de todos los padres” explicó.

Perelló recordó que “ya tenemos una experiencia en esta ciudad, los docentes viven con temor, la realidad es que se está destruyendo el vínculo docente con los niños pequeños por todas estas denuncias falsas, porque Analia tenía más de 600 alumnos, acá estamos hablando de denuncias de 40 personas que quedan reducidas de acuerdo al criterio fiscal a solo 15”.

Explicó que “la primera perito oficial, en ningún caso habló de abuso, entonces trajeron una perito de afuera, totalmente cuestionada”.

En relación al estado anímico de la acusada, la abogada relató que “Analia aparentaba estar muy bien, hoy lloró amargamente, porque una persona que tenía una vocación docente se debe despedir para siempre de su vocación, porque la sanción social o su propio temor le impiden volver a trabajar con niños”.

“No hay peor rotulo que una falsa denuncia de abuso, y cada docente cada día está en riesgo de sufrirlo” finalizó.