Especialistas en perfil criminológico de Mar del Plata arribaron a Junín para realizar, entre las últimas horas del viernes y toda la jornada de ayer, pericias psicológicas a los cinco individuos que están siendo investigados por su presunta participación en el homicidio de Sandra Viviana Colo, ocurrido el 16 de agosto de 2012 en el salón de fiestas infantiles “Abracadabra”, ubicado en Alem 388 de esta ciudad.

El trabajo de los peritos consistió en realizar una serie de preguntas referidas a la relación que cada uno de los sospechosos mantenía con la víctima, como así también a la actividad que los implicados estaban desarrollando entre las nueve de la mañana y la una de la tarde de aquel jueves fatídico.

Fuentes cercanas al caso le dijeron a Democracia que con esa metodología se busca profundizar en la personalidad de las personas que están bajo la lupa de la justicia, buscando contradicciones o respuestas carentes de solidez que puedan sumarse a las pruebas técnicas y genéticas ya recogidas en los trece meses y medio que ya lleva la investigación.

La necesidad de aplicar este procedimiento deja al descubierto la endeblez de los elementos de prueba recopilados en todo este tiempo, conclusión que fue asentida por un funcionario que sigue de cerca el asunto. “Si de esta ronda de indagaciones no sale nada claro, la causa va a quedar prácticamente caída”, expresó.

Por su parte, el fiscal a cargo de la pesquisa, Ángel Quidiello, indicó que la actividad desplegada por los profesionales marplatenses es “una más” dentro del cúmulo de acciones que se fueron llevando adelante desde los primeros instantes posteriores al asesinato. “Los peritos están haciendo su trabajo y después eso harán sus consideraciones, pero el resultado de esta entrevista no saldrá hoy (por ayer)”, le dijo Quidiello a este diario.

Además de los investigados, fueron citados los padres y los hermanos de Sandra, sus dos grupos de amigas, los dueños del pelotero y otros comerciantes y vecinos de la zona circundante a la escena del crimen.

En tanto, los familiares de la mujer de 43 años que fue atacada a golpes y estrangulada en el interior del negocio, no dejan de pedir justicia. “Sandra no tenía enemigos como para sospechar que a raíz de una mala relación alguien podría haber actuado de la manera salvaje que lo hizo. Si supiéramos que ella había tenido un problema con tal o cual individuo, se hubiese apuntado hacia esa persona, pero ella no tenía conflicto con nadie”, señaló Soledad, hermana de la fallecida.