Caso Carro: el TIP bajó la condena a dos expolicías y no irán a prisión

Caso Carro: el TIP bajó la condena a dos expolicías y no irán a prisión

Los jueces del Tribunal de Impunación Penal (TIP) bajaron este jueves las penas a los dos expolicías de la familia Carro por haber secuestrado y amenazado en 2009 a un adolescente de 14 años de edad. El año pasado habían sido condenados a prisión efectiva, pero ahora sus penas quedaron en suspenso. El chico secuestrado es el mismo que ayer fue condenado por un asalto.

 

La sentencia -a la que accedió Diario Textual- se dio a conocer pasadas las 11. El primer voto fue firmado por la jueza Verónica Fantini, al que posteriormente adhirió Carlos Flores.

Jonathan Ganora -en 2009, con 14 años- fue secuestrado por los Carro. Lo acusaron de haber cometido un robo (que nunca se comprobó). Lo amenazaron e incluso le tiraron balazos cerca de sus piernas.

Tres fueron los acusados. Dos de ellos, expolicías, fueron condenados el año pasado por la Cámara en lo Criminal de Santa Rosa: Miguel Angel Carro (28) fue encontrado culpable de los delitos de hurto y privación ilegítima de la libertad y condenado a tres años y seis meses de prisión, mientras que su cuñado Alejandro Daniel Bernardo (31) fue condenado por los mismos delitos a tres años de prisión.

Eduardo Néstor Carro (56 años), quien estaba acusado de privación ilegítima de la libertad, fue absuelto: fue beneficiado por la duda porque no se comprobó que haya participado del hecho contra el joven.

Ahora el TIP les bajó la condena a los dos expolicías y no irán a prisión. Carro hijo fue condenado a tres años de prisión condicional y Bernardo a 2 años y 8 meses de prisión también en suspenso.

¿Por qué le bajaron la condena? Es que, además de la privación de la libertad, habían sido condenados por robarle a Ganora una gorra, pero ahora los jueces del TIP dijeron que no se pudo comprobar esa sustracción.

Según se pudo establecer en el juicio, los expolicías le sacaron las zapatillas y la gorra. Ganora dijo que los acusados le dijeron que la gorra y las zapatillas las podría encontrar a unos metros de la calle donde lo dejaron abandonado. Encontró las zapatillas, pero no la gorra. Para los magistrados del TIP, es "altamente probable" que la gorra se haya perdido. De esa manera, los absolvieron por el robo de la gorra. "Queda la duda, altamente probable, de que Ganora por las razones que fuere no haya encontrado la gorra –elemento pequeño y de más difícil ubicación que un par de zapatillas- no siendo lógico concluir en una sustracción, cuando los propios imputados manifestaron que le dejaban las cosas que le habían sacado en el lugar", expresó Fantini.

La jueza dijo que sería de "inutilidad y exeso" firmar una pena de prisión efectiva. "Más de seis años transcurridos entre la ilícita y reprochable conducta protagonizada por los imputados, y la realidad palpable de la vida por ellos llevada en ese transcurso, conforme los datos colectados en la audiencia de conocimiento llevada a cabo por este tribunal revisor, me convence la inutilidad y el exceso que supondría haber efectiva la pena de prisión impuesta, sin ninguna finalidad de prevención especial, considerándose que ya el comportamiento desplegado por estos imputados durante ese extenso lapso demuestra, en forma evidente, la desproporción que significaría, ahora, efectivizar el cumplimiento de la sanción privativa de libertad".

Los Carro habían saltado a la notoriedad en 2008 a raíz de un resonado caso por su condición de familia sustituta de una niña de 4 años. En ese entonces, la jueza del Menor y la Familia, María Cristina Baladrón, le quitó la guarda de la menor. Eduardo Carro se atrincheró en su casa y se organizaron marchas en su apoyo en la ciudad. La familia tenía intenciones de adopción y cuando Baladrón se apartó de la causa la niña volvió a ese hogar. Al poco tiempo, cuando sucedió el secuestro del adolescente, la Justicia le quitó definitivamente la guarda.

Los tres llegaron imputados de haber privado de la libertad, amenazado y golpeado al adolescente el 21 de febrero de 2009, porque supuestamente le había robado a Bernardo. Ese robo nunca pudo ser demostrado.

El hecho ocurrió en la mañana del 21 de febrero de 2009, entre las 8 y las 8.30. El chico denunció que fue secuestrado. Ocurrió cuando, con su hermano mayor, iban en una bicicleta por una colectora de tierra de la avenida Santiago Marzo, a metros de la rotonda del Avión.

Ganora dijo que un Polo se les cruzó en el camino. "Me preguntaban por un robo, me golpearon y me metieron al auto. Me hicieron arrodillar en el asiento trasero. Me decían que no los mirara; yo iba con los ojos cerrados", contó.

El chico fue llevado a unos ocho kilómetros de la ciudad en un auto en la ruta 12 casi 35, según se estableció en su momento. En el medio del campo, le pegaron y le dispararon dos veces a los pies para amedrentarlo ya que lo acusaban de entrar a robar en la casa de uno de ellos. Finalmente el chico fue abandonado en el descampado.

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