Este jueves en una nueva sesión del Concejo Deliberante de la ciudad de Posadas, quedó aprobado un proyecto de ordenanza del concejal Martín Arjol (UCR) que establece la obligatoriedad para los Casinos y Bancos de la ciudad, de brindar primeros auxilios ante un ataque cardiaco, mediante reanimación cardiopulmonar (R.C.P.) y utilización de desfibriladores externos. La norma además invita a otras instituciones de la sociedad civil como instituciones educativas, clubes deportivos y empresas, a adherirse a la normativa, y precisa que las instituciones adheridas deberán contrar con indicadores visibles que indiquen: “Este establecimiento cuenta con Desfibrilador Externo Automático y personal entrenado en R.C.P”, más el número de ordenanza y toda otra información pertinente.

Para la capacitación de los empleados de dichos organismos la normativa invita a los bancos y casinos a “realizar convenios con el Ministerio de Salud, con la Facultad de Enfermería, con el Director del Círculo de Médicos, con sociedades científicas, y con personalcapacitado de Jefatura de Policía Provincial y demás actores involucrados en prestación de servicios de salud”. La normativa estipula que la adquisición de Desfibrilador Externo Automático correrá por cargo y cuenta de los casinos y bancos. Arjol precisó que “la presente ordenanza tiene como objetivos disminuir la cantidad de muertes por paro cardiorrespiratorio, y brindar asistencia inmediata, en el lugar y por personal capacitado para ello. Las provisión de reanimaciones cardio pulmonar es sabido que constituye el determinante crítico de la sobrevida del paro cardiaco extra-hospitalario. En Posadas según cifras nacionales, 150 personas mueren por año por ataques cardiacos en la vía pública, y en Misiones aproximadamente 400”. Con esta medida, “Posadas se convierte en la primera ciudad cardioprotegida de Latinoámerica”, destacó el edil.

Capacitación con solo 3 horas de entrenamiento

Según informaciones que brindó el concejal, la mayoría de los paros cardíacos callejeros se deben a una desorganización de los latidos (fibrilación ventricular), que se resuelve con un choque eléctrico dado a tiempo. Asistir a una víctima de paro requiere saber hacer las maniobras de apoyo vital (masaje cardíaco externo y ventilación pulmonar), cosa que puede aprender cualquiera con sólo tres horas de entrenamiento en resucitación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador no más allá de los 5 minutos de producido el episodio.