Casinos: apuran una votación complicada para el Gobierno

Casinos: apuran una votación complicada para el Gobierno

Se trata del proyecto para reformar el convenio colectivo de trabajo de los empleados del Instituto de Juegos y Casinos, que está en Diputados, La iniciativa oficialista, que serviría para defender los despidos de comienzos de año, se tratará el lunes, en sesión especial, en un marco de paridad de votos con la oposición.

El Gobierno decidió apurar el cierre de uno de los frentes de batalla con los empleados del Instituto de Juegos y Casinos.

El lunes habrá una sesión especial en la Cámara de Diputados para tratar el nuevo convenio colectivo de trabajo del organismo, que fue recortado por el oficialismo. Si consigue convertir en ley su modelo de convenio, el Gobierno se anotará un punto importante: eliminará privilegios y socavará la estrategia gremial para reincorporar a los empleados que Alfredo Cornejo ordenó echar al comienzo de su gestión.

El otro frente es judicial y allí la pelea será más larga. Ayer, el Instituto de Juegos y Casinos presentó una apelación ante la Corte provincial de la decisión de la Quinta Cámara Laboral, que favoreció tiempo atrás un recurso de amparo de los empleados con fueros gremiales.

Ese fallo permitió que seis empleados lograron la reincorporación en sus puestos. Pero el Instituto sostuvo ante el alto tribunal que el convenio colectivo no tenía validez para frenar los despidos, precisamente porque la Legislatura todavía no lo había ratificado.

Para Cornejo, sanear el Instituto de Juegos y Casinos es uno de los pilares de su gestión. Por ello despidió a 80 empleados a los pocos meses de su asunción. A pesar de esta medida, los funcionarios del área insisten en que al organismo todavía le sobran empleados. Le quedan 650 actualmente en la planta.

La idea de imponer "orden" en el sector de los empleados públicos tuvo dos medidas fuertes: los despidos en Casinos de personal temporario que había entrado en la gestión de Francisco Pérez y el ítem aula para los docentes. Por eso la batalla actual es muy relevante desde el punto de vista político para el Gobierno.

El nuevo convenio de Casinos fue aprobado por el ex gobernador Pérez antes de irse, pero a ese trámite le faltó un requisito: la ratificación legislativa. En el modelo original de convenio, los empleados temporarios y permanentes contaban con el beneficio de la estabilidad. Es por eso que, una vez que se abrió el debate legislativo, el oficialismo decidió eliminar las cláusulas que podían favorecer el reclamo de reincorporación del personal cesanteado.

La maniobra fue exitosa en el Senado, pero se complicó en Diputados. Este miércoles no hubo quórum para discutir el convenio retocado por el oficialismo, debido a que un legislador aliado, el sindicalista Guillermo Pereyra, abandonó el recinto.

Pereyra blanqueó ante MDZ que votará en contra el modelo de convenio de Cornejo y entonces se encendieron las alertas en el Gobierno: el oficialismo y la oposición quedaron empatados en 24 votos.

Si bien la balanza al final se volcaría a favor de Cornejo por la mínima diferencia, porque el presidente de la Cámara, el radical Néstor Parés, tiene la facultad de desempatar, los diputados radicales decidieron acotar los tiempos para no correr riesgos en la votación. Es por ello que no esperarán hasta la sesión ordinaria del próximo miércoles y se convocó a una sesión especial para el lunes, donde además del convenio de Casinos, se votará una ampliación del pago del ítem aula para los docentes.

Desde el Instituto de Juegos descartaron, además, abrir alguna negociación en estos días con los gremios para cerrar el conflicto por fuera de la Legislatura. "Planteamos formalmente tratar el convenio en las paritarias de abril, pero ellos se opusieron", dijo ayer un funcionario.

La pelea es a todo o nada en el organismo que maneja el juego oficial. De los 80 empleados despedidos a comienzos de este año, cerca de la mitad ha comenzado un reclamo administrativo para conseguir la reincorporación. No pueden ir a la Justicia hasta agotar esa vía, pero el Gobierno demorará lo más que pueda esta parte del proceso.

Los gremios de Casinos, de todos modos, siguen tratando de defenderse. Afirman, por ejemplo, que el polémico privilegio de herencia de cargos para familiares que avaló Pérez en el primer modelo de convenio colectivo de trabajo es en realidad un viejo beneficio mencionado en el estatuto de los empleados públicos provinciales.

El Gobierno, en cambio, asegura que el problema de las familias de empleados es grave en Casinos. Lo dice un escrito que detalla las objeciones oficiales al convenio que le dejó Paco a Cornejo: "Uno de tantos casos es el de la señora Cáceres, que tiene dos hijos, un hermano y una nuera trabajando en el casino. Esto lleva a que muchas irregularidades de la sala de juego -luego constatadas- no sean denunciadas por personal de video, ya que en algunos casos ha pasado que al tener el personal de video parientes en las mesas de juego, omitían filmar o identificar los problemas".

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