Casi todos los ministros de Vidal viven a tres horas de La Plata

Casi todos los ministros de Vidal viven a tres horas de La Plata

La mayoría tiene domicilio en la zona norte del Gran Buenos Aires y en barrios porteños.

Tiempos lejanos aquellos en los que vivir en La Plata o muy cerca de ella era prácticamente una condición inescindible para la esmerada atención de los asuntos públicos de la Provincia. Esa cercanía de los funcionarios con la capital bonaerense suponía cierta garantía de estar no sólo en la trinchera, sino de agudizar una mirada distinta de la realidad de un distrito muchas veces incomprendida por desconocimiento o intereses políticos.

Con el correr de los gobiernos y de los años, aquella pertenencia -una suerte de simbiosis entre la administración y la residencia- se fue perdiendo. De hecho, el último gobernador que vivió efectivamente en La Plata y utilizó la casona oficial que da sobre calle 5, fue Felipe Solá. Daniel Scioli viajaba una y otra vez a su casa de La Ñata, en el Tigre.

La actual mandataria María Eugenia Vidal, argumentó cuestiones familiares para no irse de Morón, aunque se mudó por razones de seguridad de su casa de Castelar a la base aérea de este distrito del oeste del Conurbano.

Lo cierto es que cada vez más ese desarraigo entre los funcionarios y la ciudad capital se hace notorio. El gobierno de Vidal es un claro ejemplo. Una abrumadora mayoría de los ministros vive en Capital Federal o en la zona norte del Conurbano como Tigre o San Isidro. Es decir, están prácticamente a tres horas de sus lugares de trabajo.

Quizás por aquél dicho que reza que “Dios está en todas partes pero atiende en Capital”, esos viajes técnicamente se han acortado. Tanto, que no pocos funcionarios atienden asuntos públicos y pactan reuniones en la virtual delegación gubernamental que funciona en la sede del Banco Provincia, en el microcentro porteño.

Allí, sobre calle Mitre y a pocas cuadras de Plaza de Mayo y la Casa de Gobierno, no sólo Vidal recibe intendentes, funcionarios o empresarios. Lo propio hacen ministros y algunos secretarios.

LEJOS DE LAS DIAGONALES

El desapego laboral de buena parte de los ocasionales funcionarios bonaerenses de primera línea por La Plata se fue profundizando con el correr de los años. Varios ministerios fueron desprendiéndose de residencias que oficiaban de domicilio interino de quienes estaban a cargo de esas carteras.

Hoy quedan en pie las casonas de la Jefatura de Gabinete, en calle 54 entre 7 y 8, y de la Dirección de Cultura y Educación en 44 entre 5 y 6. El vicegobernador conserva la suya en 11 y 51 y el ministerio de Justicia, que contaba con la propia en 9 entre 51 y 53, desde hace un tiempo la transformó en oficinas administrativas.

De los catorce ministros de Vidal, nueve viven en Capital Federal. El jefe de Gabinete, Federico Salvai, en Recoleta. Tanto Gustavo Ferrari (Justicia) como Leonardo Sarquís (Agroindustria), en Palermo. Por la zona de Colegiales tienen domicilio Zulma Ortiz (Salud) y Alejandro Gómez (Cultura).

También en Palermo vive el ministro de Seguridad Cristian Ritondo, quien hasta hace poco tiempo residía en la zona de Talar de Pacheco, en Tigre.

En tanto, en el barrio de Devoto habita el titular de la Dirección General de Cultura y Educación, Alejandro Finocchiaro. Y en el microcentro porteño, Santiago López Medrano. Por su parte, el titular de Ciencia y Tecnología, Jorge Elustondo, mantiene residencia en Pergamino pero desde hace algunos años está instalado en la zona de Villa del Parque.

Los “bonaerenses” son Hernán Lacunza (Economía) que vive en la zona de Tigre y Marcelo Villegas (Trabajo) en San Isidro. Además de Joaquín De la Torre (Gobierno), que se mantiene fiel a su distrito, San Miguel.

En el gabinete provincial, el único con domicilio en La Plata es el Secretario General de la Gobernación, Fabián Perechodnik, que vive en la localidad de Gonnet.

Entre ida y vuelta, los ministros tienen, en definitiva, no menos de tres horas de viaje desde su casa hasta sus despachos oficiales. En voz baja, varios admiten que les resulta agotador.

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