Casi sin esperanza, Dilma recalcula e irá al Senado a defenderse en persona

Casi sin esperanza, Dilma recalcula e irá al Senado a defenderse en persona

Confirmó que aprovechará la última etapa del impeachment para hacerse escuchar; la justicia la investiga por primera vez por el caso Petrobras

 

RIO DE JANEIRO.- Con pocas esperanzas de evitar su destitución, la suspendida presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reformuló la estrategia con la que encarará en el Senado la fase final del impeachment en su contra, luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) confirmó que autorizó una investigación de ella y del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por presunto intento de obstrucción de la justicia en el caso de corrupción Petrobras.

Dilma comenzó a prepararse para defenderse personalmente ante el Senado de las acusaciones que son la base del proceso de impeachment. Hasta ahora, en todas las fases anteriores, su defensa siempre había estado a cargo de su abogado y ex ministro José Eduardo Cardozo. Sin embargo, el vocero de Dilma, Olimpio Cruz, dijo a LA NACION que ella aprovechará esta última oportunidad para hacer escuchar su voz en el plenario del Senado el lunes 29 de agosto.

La fecha de su comparecencia fue definida por el presidente de la Cámara alta, Renán Calheiros, y el titular del STF, Ricardo Lewandowski, quien -como indica la Constitución- encabezará las sesiones en las que se definirá si Dilma es absuelta o condenada.

Si es hallada culpable por una mayoría de dos tercios de los senadores (54 de 81), será destituida y el presidente en funciones, Michel Temer, su ex vicepresidente distanciado, cumplirá el resto del mandato, hasta el 31 de diciembre de 2018. Si sobrevive a la votación, sin embargo, volverá automáticamente al poder.

La fase final del proceso de impeachment será abierta el jueves 25, y hasta el viernes 26 se presentarán testigos de la defensa y la acusación. Ya el lunes siguiente Dilma acudirá a una sesión especial, en la que hablaría por unos 30 minutos, prorrogables de acuerdo con el criterio del presidente del STF, y luego los senadores podrían hacerle preguntas. Dilma tendrá entonces la opción de responderlas o acogerse al derecho a permanecer en silencio.

Cuestionada por el diario Folha de S. Paulo si temía ataques verbales de sus adversarios políticos, la presidenta afirmó: "Nunca tuve miedo de eso. Aguanté tensiones mucho mayores en mi vida. Es un ejercicio de la democracia".

Dilma, que enfrenta el juicio político por manipulación de las cuentas públicas, por primera vez se convirtió anteayer formalmente en investigada en relación con el esquema de sobornos de grandes constructoras que imperó en la petrolera estatal. Por pedido del procurador general de la República, Rodrigo Janot, el juez del STF Teori Zavascki aceptó que se inicie el proceso de recolección de pruebas sobre las acusaciones de que la presidenta habría buscado interferir en las pesquisas judiciales en torno alpetrolão.

Además de Dilma -suspendida de sus funciones por el Congreso desde el 12 de mayo- y Lula, también serán investigados los ex ministros Aloizio Mercadante (Jefatura de Gabinete) y José Eduardo Cardozo (Justicia), así como el destituido senador Delcidio Amaral, ex jefe de la bancada del Partido de los Trabajadores (PT), y los magistrados del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Francisco Falcão y Marcelo Navarro Ribeiro Dantas.

De acuerdo con revelaciones hechas por varios arrepentidos del petrolão que llegaron a acuerdos de "delación premiada" con la Justicia, tanto Dilma como Lula estaban al tanto de las coimas pagadas en la compañía y, una vez que empezaron a salir a la luz detalles sobre la red de corrupción, intentaron bloquear las investigaciones.

En marzo, cuando Lula estaba bajo la lupa de los fiscales del caso como presunto beneficiado del esquema de prebendas, Dilma lo designó jefe de Gabinete, lo que fue interpretado como una manera de otorgarle fueros privilegiados y mantenerlo fuera del alcance de la justicia de primera instancia. El nombramiento fue cuestionado en el STF y Lula nunca asumió porque Dilma fue luego suspendida.

Además, arrepentidos han indicado que Lula intentó comprar el silencio de un ex director de Petrobras detenido a través de un ofrecimiento de dinero que le hizo el senador petista Amaral, ahora él mismo colaborador de la justicia. Asimismo, han alegado que Dilma nominó para el máximo tribunal de apelaciones a los dos jueces ahora investigados a cambio de que votaran eventualmente a favor de liberar a empresarios presos por pagar sobornos en Petrobras.

Dilma, quien anteayer divulgó una larga "carta al Senado y al pueblo brasileño", en la que reafirmó su inocencia ante el juicio político, prefirió ayer no comentar la decisión del STF. Lula, por su parte, se manifestó a través de sus abogados.

"Lula no se opone a ninguna investigación siempre y cuando sean observados el debido proceso legal y las garantías fundamentales", señalaron en un comunicado.

La recta final del proceso

La última semana de agosto, clave para el futuro de Dilma

Jueves 25

La etapa final del proceso de juicio político contra Dilma comenzará el próximo jueves, cuando el Senado empezará a escuchar a los testigos convocados por la parte acusadora (dos) y la defensa (seis); el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, calcula que esa etapa durará dos días

Lunes 29

El trámite será suspendido durante el fin de semana y se retomará el 29, cuando Dilma presentará su defensa personalmente. En la que será su primera y única comparecencia ante el Senado desde que se instauró el juicio político, dispondrá de media hora para presentar sus alegatos. Luego deberá responder a las preguntas que puedan ser formuladas por cada uno de los 81 senadores, aunque podrá acogerse "al derecho de permanecer en silencio"

Miércoles 31

Lewandowski señaló que "no hay un plazo para la conclusión" del proceso, pero fuentes del Senado calculan que terminaría el 31, dos días después de que sea escuchada Dilma

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