En lo que parte de la comunidad judía denunció como una operación para separar a dos jueces y evitar abrir la denuncia del fiscal Alberto Nisman contraCristina Kirchner por encubrir la causa AMIA, el presidente de la Cámara de Casación Alejandro Slokar convocó a una reunión extraordinaria de altos magistrados de ese tribunal para mañana.

La denuncia de Nisman será analizada por la sala I de la Casación, integrada por los jueces Ana María Figueroa, cercana al kirchnerismo, y Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, que se pronunciarían por reabrir el caso, que fue archivado sin investigar. Borinsky y Hornos son jueces suplentes, porque en esa sala hay dos vacantes.

Slokar, ex funcionario del kirchnerismo, convocó para mañana a una reunión general de jueces de la Casación para elegir autoridades del cuerpo par 2017 y eventualmente cubrir las subrogancias.

Walfdo Wolf, dirigente de la comunidad judía, dijo que se pretende así correr a Borinsky y a Hornos a partir de 2017 y reemplazarlos por otros jueces afines al kirchnerismo, de modo de no tratar la denuncia de Nisman hasta el año próximo, con lo que se evitaría que se reabra el caso archivado.

Wolf hizo una denuncia penal contra Slokar, que cayó por sorteo en el juzgado de María Servini de Cubría.

Slokar dijo a sus allegados que no hay ninguna maniobra, sino que se trata de elegir autoridades para 2017 y que se definirán las subrogancias para más adelante.

Allegados a Hornos y a Borinsky no dudan de que se trata de un intento de separarlos de la sala I de la Casación donde, además, tramitan los casos Hotesur, Los Sauces y Dólar Futuro, todas causas en las que Cristina Kirchner esta imputada.