La Casa Rosada apura las paritarias para neutralizar el paro nacional

La Casa Rosada apura las paritarias para neutralizar el paro nacional
También quiere anticiparse al impacto negativo del tarifazo sobre el humor social.
A comienzos de año, con una inflación creciente, las negociaciones de los convenios entonces en curso resolvieron “patear la pelota” para marzo o abril, con anticipos o “sumas puente” que permitieron diferir los acuerdos. Fue el caso, entre otros, de los bancarios, petroleros o aceiteros.

Ahora, tras el acuerdo alcanzado por los metalúrgicos, el Gobierno está urgido en cerrar la mayor cantidad de convenios, inclusive por anticipado. Es el caso de la construcción o de empleados de comercio, cuyos convenios vencen a fin de abril y los aumentos recién se cobran a partir de mitad de mayo o comienzos de junio.

Muchas veces, por el empantanamiento de las negociaciones, los acuerdos terminaron firmándose con los convenios vencidos y el pago retroactivo de las sumas acordadas. Ahora, llamativamente se anuncian la firma de convenios con no menos de 30 días de adelanto.

¿Por qué este apuro? El próximo paro nacional y el tarifazo en el agua y el gas son parte de las respuestas.

Ante todo, porque se firmó el convenio metalúrgico con un aumento en dos cuotas, que acumuladas dan un 26,5%, más unos adicionales que podrían llevar el incremento a un 27,5/29,6%.

Con las proyecciones de inflación para este año por encima del 35%, el convenio “líder” resultó más que conveniente para el Gobierno y los empresarios.

Con ese “modelo” de convenio, ahora desde el Ministerio de Trabajo se lanzaron a sumar más gremios. Este apuro es porque a partir de abril y hasta agosto se efectivizan los aumentos escalonados de gas y agua, con subas de hasta el 400%. A eso se agregaría la suba de la tarifa de la luz en la región metropolitana, y nuevos incrementos del precios de los naftas. Todo esto podría llevar a que entre los trabajadores haya mayor presión en los gremios para que reclamen subas salariales superiores.

El apuro tiene también un horizonte político más de corto plazo: el paro del 10 de abril. Tras el levantamiento del paro docente y la firma de una seguidilla de convenios, la apuesta oficial es restarle argumentos a la protesta del 10.

Los que promueven el paro sostienen que convenios por debajo del 35% aseguran que los trabajadores pierdan poder de compra, que la inflación “comió” en 2 meses la suba de las jubilaciones, que la AUH quedó licuada, que Ganancias se queda con una buena parte de los aumentos salariales y que el descontento sigue firme.

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