Casa de Piedra: regaron los viñedos de Catena Zapata con agua potable

Casa de Piedra: regaron los viñedos de Catena Zapata con agua potable
La firma mendocina Catena Zapata ya tiene en marcha unas 30 hectáreas de viñedos (de un total de 160 hectáreas proyectadas) a pocos metros de la Villa Casa de Piedra. Las plantaciones están a la vera de la ruta 6, la que une la villa pampeana con el sur rionegrino. Por la sequía y la crisis hídrica, utilizaron agua potable de la cisterna de la villa para sostener el emprendimiento.
La empresa adquirió en total 160 hectáreas del lado pampeano de la represa sobre el río Colorado y comenzó con un emprendimiento vitivinícola que ya está dando sus primeros pasos en la región, según señala el diario Río Negro.

En esa nota el encargado del proyecto reveló que utilizaron agua potable de la cisterna de Villa Casa de Piedra por la fuerte bajante que sufrió el lago. La fuente fue una cisterna de un millón de litros.

En un primera etapa se avanzó con 30 hectáreas de viñas para ir monitoreando el comportamiento de las plantas. Pero ya tendrían indicios de que el proyecto es viable, lo que “parece encaminarse hacia algo mucho más ambicioso”, según el diario rionegrino.

El desmonte de las 30 hectáreas de tierras arrancó en agosto del 2013. Luego fue el turno de la limpieza del predio y la posterior enmaderación de la finca, esto es la colocación de los postes que le darían el futuro sustento a los alambres por los que se guiarían las plantas.

Los primeros pasos del proyecto estuvieron marcados por algunos inconvenientes que pudieron sortearse. El más notorio fue el de la situación del embalse.

“Paradójicamente, uno de los argumentos que se utilizaron para radicar esta inversión en este preciso lugar fue la gran disponibilidad de agua que había a unos pocos kilómetros del área productiva. Un espejo inmenso del vital líquido que iba a ser el alimento perfecto para una gran superficie con viñedos”, explica la nota.

Pero cuando llegó la hora de plantar, el agua ya prácticamente se había evaporado y del embalse quedó sólo una lágrima.

Y esa virtud que ostentaba el lugar mutó en amenaza. Si hay algo que puede hacer fracasar este proyecto es justamente la poca disponibilidad de agua que existe actualmente.

El encargado del proyecto, Adrian Oyarce dijo: ‘Cuando llegamos para ver el lugar donde iba a estar la plantación el lago estaba lleno, nunca pensamos verlo así como está hoy. Hay un proyecto de 1.000 hectáreas productivas de parte del gobierno de La Pampa, pero sin agua no se puede hacer nada‘.

No obstante, el encargado de llevar las riendas de esta finca, junto con la asistencia de un ingeniero que viaja desde Mendoza una vez por semana, es optimista.

‘Esto no va a fallar, no creo que hagan una inversión tan grande si tienen dudas del éxito del proyecto‘, dispara con entusiasmo este mendocino que apenas el año pasado desempeñaba tareas en una finca en Rivadavia.

Hacía referencia a los aproximadamente seis millones de pesos que desembolsó la firma Catena Zapata para poner en marcha este emprendimiento, sin contar la compra de la tierra, operación de la que no se dieron mayores detalles.

El objetivo es poner en producción en junio del 2015 unas 20 ó 25 hectáreas más. ‘La idea es llegar a 50 ó 55 hectáreas el año que viene si no hay problemas con el abastecimiento de agua, y a largo plazo se buscará llegar a poner en marcha las 160 hectáreas‘, estima Oyarce.

La recorrida por el emprendimiento sigue por entre las filas de viñas de pequeño porte que aún disputan la supremacía sobre el terreno con la vegetación que predominaba en la zona, entre las que cuentan los cardos rusos, alpatacos y jarillas, entre otras varias especies.

También se debe prestar atención a la fauna del lugar, que tampoco asume con rapidez que ésa ya es una zona perdida para ellos. Una liebre corre a lo lejos y surge la pregunta de cómo les va con estos ágiles animalitos que suelen comer de todo, incluidas las tiernas plantas de vid.

‘Ya no se ven tanto, desde que pusimos los capuchones en las bases de las plantas como que dejó de interesarles‘, nos dice Oyarce. Pero aventura un posible conflicto para el año que viene con los loros, que a pesar de no estar presentes en la oportunidad ‘andan, y por montones‘.

La plantación de Catena Zapata atravesó otros inconvenientes. Como ya se indicó, las labores de ‘enmaderamiento‘ y puesta a punto del terreno con riego incluido se extendieron hasta octubre del año pasado, momento de la temporada poco recomendable para comenzar a colocar las pequeñas plantas.

‘Nos retrasamos porque no nos llegaba la manguera para el riego‘, aclara Oyarce. Así, la plantación arrancó el 22 de octubre y finalizó el 29 de noviembre. Para tener una idea de cómo se fue distribuyendo la inversión de la empresa sobre el terreno, vale destacar que en ese lapso de apenas treinta y pico días se pusieron 250.000 plantas con un costo unitario de 4,50 pesos. Es decir que sólo en plantas se fueron más de un millón de pesos.

Ya con el verano encima y la necesidad de riego, el agua comenzó a jugar su papel. En ese período, las 30 hectáreas comenzaron a regarse con la almacenada en una cisterna de medio millón de litros que hay en la villa, pero que además de abastecer esta plantación debía alcanzar para el consumo de la población.

La solución fue otorgar un turno de riego de 16 horas para la empresa, las que en pleno verano a veces se transformaban en 10 u 11 horas. Poco para un emprendimiento que depende de humedad permanente.

No obstante esta pobre disponibilidad de líquido, las fallas fueron pocas y se mantuvieron dentro de lo planificado.

La finca está dividida en 11 cuadros, de los cuales el último fue el que más acusó la falta de adaptación al terreno. De aproximadamente 14.500 plantas que tiene se salvaron apenas unas 4.500.

Para Oyarce fue ‘porque se plantó ya muy entrado noviembre y fundamentalmente porque el material vegetal era malo, pero igual el ingeniero quiso probar para ver cómo evolucionaba en condiciones adversas‘. Ahora la solución es replantar, pero antes será el turno de la poda que comenzará en pocos días más, a principios de mayo.

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