Carrió empuja a Prat Gay para pelear la presidencia en 2019

Carrió empuja a Prat Gay para pelear la presidencia en 2019

El ministro de Hacienda genera recelos en el gabinete porque juega solo y Peña no lo puede controlar.

Elisa Carrió tomó nota de las internas del gabinete y quiere convencer a Alfonso Prat Gay para que pelee por la presidencia en 2019, un cargo para el que ya se anotaron Marcos Peña y Rogelio Frigerio, como reveló LPO.

Prat Gay fue candidato en 2009 en la lista de la Coalición Cívica y tuvo un período de distanciamiento con Lilita. Pero Carrió fue una de las dirigentes de Cambiemos que impulsó al ex titular del Central para que llegara al ministerio de Hacienda y Finanzas.

 

Alfonso genera recelos en el gabinete ya que se convirtió en el ministro más exitoso en los primeros cuatro meses de la gestión de Mauricio Macri, quien como explicó LPO juega con la idea de un solo mandato y prepara a Marcos Peña como sucesor.

Prat Gay genera recelos en el gabinete y ya se convirtió en el ministro más exitoso con el doble hit de la salida del cepo y del default. 

 

Mientras sus colegas anuncian despidos, aumentos de tarifas en los servicios y subas en los boletos del transporte público, el ministro de Hacienda ya tiene dos hits: la exitosa salida del cepo cambiario y la reciente salida del default con la llegada de 16.500 millones de dólares tras una lluvia de ofertas en un solo día.

 

“¿A qué ministro se refiere?”, dijo esta mañana Prat Gay en su conferencia de prensa conjunta con Marcos Peña ante la pregunta de un periodista. No sólo fue una manera de degradar al jefe de gabinete al rango de ministro, sino una expresión del inconsciente de un funcionario se maneja de manera independiente a los designios de Peña, una excepción resplandeciente en el Gobierno.

Horas después, Prat Gay armó una conferencia solo en el microcine del Palacio de Hacienda para atribuirse todo el mérito de la salida del default y hablar del impacto positivo que eso traerá en las obras públicas y la economía. No es la primera vez que el ministro de Hacienda se mete en temas de otros colegas: además de hablar de infraestructura, suele bajar línea sobre la política de las tarifas y la baja de la inflación, temas de Rogelio Frigerio, Juan José Aranguren y Federico Sturzenegger, respectivamente.

Sin lugar para espías

 

El jefe de Gabinete nunca ocultó su intención de acotar al ministro de Hacienda. Lo escondiótodo lo que pudo en la cumbre económica de Davos en enero y envió al coordinador económico Mario Quintana a escoltarlo en la negociación con los buitres. Prat Gay, sin embargo, sigue apareciendo en los medios más importantes del mundo como una estrella, tal como sucedió esta mañana con su foto en el Wall Street Journal.

 

Peña no pudo penetrar en el equipo de Prat Gay, que nombró a peronistas en cargos claves y prepara más cambios en su gabinete para darle más vuelo político a su cartera.

 

La conferencia que el ministro de Hacienda dio esta tarde es una muestra más de que pudo blindar su equipo de comunicación a su antojo. En ese sentido, el jefe de gabinete no pudo colocarle “coordinadores de comunicación” como sí lo hizo en otros ministerios.

 

Ese escuadrón de coordinadores de comunicación para controlar los ministerios se reúne cada quince días en Casa Rosada a pasar el parte a Guillermo Riera, un funcionario de confianza de Peña que en la campaña estuvo a cargo del programa de movilización de los voluntarios del Facebook.

 

Para colmo, Alfonso se da lujos como el de un par de semanas atrás, cuando envió al economista Javier González Fraga, su padrino político, a cuestionar en público la política comunicacional del Jefe de Gabinete.

 

El ex JP Morgan comenzó a acercarse a otros dirigentes descontentos con Peña, que se esfuerza por no mostrar internas luego de un pedido expreso de Macri a todo su gabinete. Uno de ellos es Humberto Schiavoni, que en los próximos días será elegido presidente del PRO nacional. Quizás por eso Marcos puso a una persona de su equipo a organizar las reuniones del Consejo Nacional del PRO, una potestad que sólo tenía Schiavoni.

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