Carrera 2017: La gran apuesta es Buenos Aires

Carrera 2017: La gran apuesta es Buenos Aires

El macrismo está seguro de que su performance a nivel nacional en las legislativas del año que viene no será buena, pero no es lo mismo perder por un margen acotado que sufrir una derrota aplastante. El gobierno se propuso fortalecer la provincia de Buenos Aires, en donde la gobernadora María Eugenia Vidal continúa pisando fuerte. El terreno bonaerense será la clave del futuro de Cambiemos, el massismo y el peronismo.

La alianza Cambiemos, encabezada y hegemonizada por el Pro, llegó al poder poniéndose énfasis en que había que priorizar la gestión por sobre la política. Más allá de la discusión que atraviesa a dicha sentencia, ya que difícilmente se pueda escindir un concepto del otro, lo cierto es que ya nadie oculta en el gobierno que el objetivo principal de diciembre hasta hoy sigue siendo la elección de 2017. Hasta ahora, las figuras más resonantes de Cambiemos decían públicamente que no era tiempo de hablar de elecciones, que era momento de trabajar, pero el jueves en La Plata quedó evidenciado que el trabajo será justamente ese: ver cómo salir airosos en la próxima contienda electoral.

El 8 de septiembre se lanzó la Mesa Provincial. Tal fue la magnitud de la reunión que el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y el ministro de Educación,Esteban Bullrich; estuvieron presentes en la cena. Daniel Salvador, vicegobernador bonaerense, yRicardo Alfonsín, diputado nacional y líder de la UCR de Buenos Aires, fueron los representantes del radicalismo. También asistieron representantes de la Coalición Cívica y el Partido Fe, del “Momo” Venegas. Si bien la idea era contentar y contener a los distintos actores de la alianza Cambiemos, la propia disposición de los personajes en la mesa dejó en claro que el que conduce es el partido amarillo: Vidal se sentó en el centro, custodiada a sus costados por Peña y Frigerio. Salvador se sentó al costado de Peña, mientras que Alfonsín quedó relegado al costado de Federico Salvai, ministro de Gobierno de la provincia. Son gestos, claro está, pero en política los gestos tienen un peso preponderante.

La Mesa Provincial no anduvo con vueltas; el tema a tratar fue la elección de 2017. Sobre todo, se habló de cómo ampliar el espacio, invitando nuevos actores. El macrismo provincial ya sumó a massistas e integrantes del FpV, y en esa línea pretende continuar para no ser derrotado en una provincia históricamente peronista. Cabe recordar que, si bien Vidal ganó la gobernación y Cambiemos logró quedarse con 69 intendencias (una performance increíble), fue Daniel Scioli quien resultó ganador en la boleta presidencial en la provincia de Buenos Aires. Además, se suma el desgaste que habrá sufrido Cambiemos tras un año y medio de gestión para las PASO del año que viene.

MASSA, LA MAYOR AMENAZA

Fueron varios los jefes comunales que, reunidos con Vidal también la semana pasada, plantearon que el gran problema es el Frente Renovador, sobre todo porque comienza a cambiar de estrategia, pisando más firme en la vereda de la oposición.

Vidal estuvo reunida con Ramiro Tagliaferro (Morón), Julio Garro (La Plata) y Gonzalo Peluso(Magdalena), Néstor Grindetti (Lanús), Alejandro Federico (Suipacha), Jorge Nedela (Berisso),Gustavo Posse (San Isidro), Daniel Cappelletti (Brandsen), Sebastián Abella (Campana), Jorge Etcheverry (Lobos), Mauricio Gómez (San Vicente), Oscar Luciani (Luján), el ministro Salvai(Gobierno) y el funcionario denunciado por cambiar vinos a cambio de votos, Alex Campbell(subsecretario de Asuntos Municipales), el miércoles por la noche. El mayor cuestionamiento, de cara a las legislativas y teniendo en cuenta la estrategia de “sumar”, fue que no se debía sumar a cualquier precio, es decir, que se debían priorizar las alianzas ya existentes dentro de Cambiemos. Por otra parte, la cuestión del endurecimiento de posiciones del FR se evidenció como lo que desvela a los intendentes, sobre todo porque la sintonía que hasta ahora se había desarrollado le daba aire al oficialismo para superar los encontronazos con los sectores opositores.

Sergio Massa dijo que no se postulará en 2017; el diputado va por la presidencia y para eso prefiere esperar. Pero más allá de sus dichos, es una figura medida por las consultoras a la hora de estimar el voto. El tigrense encabeza la intención de voto en la provincia, según la consultora Raúl Aragón y Asociados, con un 29,5 por ciento. Quien también mantiene un porcentaje alto en Margarita Stolbizer, con un 15, 8 de intención de voto, en caso de que se postulara a una senaduría. Si bien las consultoras protagonizaron papelones el año pasado, ya que no hubo una que acertara en los pronósticos electorales, siguen siendo un medidor importante y una fuente de consultas para los partidos. No es casual, entonces, que Cambiemos quiera tirar a Margarita para sus filas.

ZONAS RURALES Y PERONISMO DIVIDIDO: LAS APUESTAS DEL PRO

Lo llamativo de la encuesta de Aragón es que el segundo candidato con más intención de voto,Florencio Randazzo, baja casi a la mitad del porcentaje si se lo emparenta con Cristina Kirchner. Sin embargo, Cristina sola alcanza poco más del 14 por ciento de la intención de voto. El meollo de la cuestión es justamente cómo se presentará el peronismo.

La estrategia de Cambiemos apunta a dos cuestiones. En primer lugar, si bien viene tratando de poner su sello en La Matanza con distintas visitas que incluyeron al presidente de la Nación, van a apuntar a los municipios históricamente antiperonistas y fuertemente antikirchneristas, principalmente los municipios con grandes zonas rurales. El gobierno no va a perder tiempo tratando de ganar lugares que ya se saben perdidos: prefiere ampliar la diferencia en los distritos afines. En segundo lugar, Cambiemos apuesta a las múltiples divisiones del peronismo, lo cual podría dejar al oficialismo bien parado, incluso, en los municipios que no le pertenecen.

¿Se presentará el peronismo de la “renovación” por fuera del FpV? ¿Podrá confluir el PJ con Massa? ¿Habrá unidad de todas las fracciones? La unidad parece ser la hipótesis menos certera. El interrogante, hoy, está puesto más sobre el peronismo que decidió separarse del cristinismo duro.

El peronismo se reordena mientras Cambiemos avanza. En simultáneo con los encuentros de Vidal, hubo una reunión de concejales de Benito Juárez, General La Madrid, Adolfo Gonzales Chaves, Rauch, Olavarría y Laprida. Pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿Puede la plaza de la “resistencia” ganar la provincia? ¿Puede Massa, sin el armado que ostentaba en 2013, salir airoso? ¿Qué pasa con el peronismo que recordó a Cafiero hace pocos días?

Todos los espacios crujen. Aunque el FpV parece ser el que más se desinfla, tampoco el massismo es una masa homogénea donde todo es color de rosa. Esta semana Facundo Moyano salió durísimo a cuestionar la naturaleza de su propio espacio. En una entrevista cuestionó que a veces no se sabe para qué lado va el FR y que se termine votando muy en sintonía con el oficialismo, incluso cosas que están mal. Aunque se mostró conforme con la incorporación de Margarita, dijo que el FR es y debe ser fundamentalmente y en sus principios, peronista.

Con todos los sectores en reordenamiento, y con la imagen de Vidal mucho más alta que la del propioMacri, Cambiemos pondrá todos sus esfuerzos en Buenos Aires para ver si la alianza gobernante resulta o no avalada por el pueblo. El 2017 será una prueba para todos los sectores, y quizás sea lo que catapulte a Vidal, en caso de que Cambiemos obtenga un triunfo en la provincia, a pensar en un cargo aún mayor.

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