Por ello, la cámara de productores solicita a provincia y Nación un subsidio por ese monto. La entidad dice no estar en condiciones de afrontar préstamos por la baja rentabilidad que hoy tiene el sector vitivinícola a raíz de que mientras los costos para mantener la producción trepan fuerte, el precio de venta “sigue siendo el mismo que hace tres años”. CARPA expresó que de no acceder al subsidio, la vitivinicultura riojana “está en peligro”.
En una extensa nota brindada al diario local El Independiente, el titular de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA), Lorenzo Capece, graficó muy claramente la grave situación productiva que está viviendo la provincia.
En cuanto a la producción vitivinícola, manifestó que “ya prácticamente estamos en vendimia, y la verdad es que no tenemos el dinero suficiente para solventar la cosecha”. Agregó, que el sector está “descapitalizado” y que, mientras los costos para mantener la producción son cada vez mas elevados, los precios de venta “siguen siendo los mismo que hace tres años”.
Señaló que es imprescindible que, para que haya esperanzas de mejorar la situación, “se coseche en tiempo y en forma, y para esto, necesitamos la ayuda del gobierno provincial y nacional, porque solos no podemos afrontar los costos. Estamos necesitando aproximadamente 35 millones de pesos para vendimiar”.
Asimismo, Capece dijo que ya se hicieron las presentaciones y pedidos correspondientes al gobernador Beder Herrera, al ministro de Hacienda, Ricardo Guerra y al secretario de Agricultura y Recursos Naturales, Jorge Salomón, aún sin respuesta alguna, pero esperan que la semana próxima desde el gobierno llamen a una reunión.
El titular de CARPA, explicó que los motivos de la preocupante situación de los productores, es debido a los problemas climáticos y heladas tardías que azotaron la provincia el año pasado. Además, se debe sumar, que “todavía no nos hemos recuperado de las malas temporadas anteriores y tenemos una tercera en baja que se nos viene encima”.
“No tenemos rentabilidad, es más, estamos en rojo. Quizá uno se pueda mantener, pero si no hay inversión en nueva maquinaria o para aumentar la capacidad productiva, eso ya es una cuestión negativa, porque el negocio no avanza”, manifestó Capece. Agregó que “debemos apostar más a la producción, a aumentar los campos y mejorar la zona de regado. Es sumamente necesario el acompañamiento de la Provincia y la Nación”.
En la misma línea, dijo que “dependemos de la cuestión cambiaria, para establecer el precio de los productos. El valor de la mano de obra subió y es el 60 por ciento del precio del producto, pero, sin embargo, nosotros seguimos vendiendo al mismo valor que hace tres años”.
Por otra parte, Capece se refirió a la situación de los productores olivícolas y aseguró que “es mucho más grave, porque directamente no vemos la aceituna. Los fenómenos climáticos han desbaratado la producción. Va a ser de las peores temporadas que se tenga memoria”.
Si bien, recordó que se viene de una muy buena cosecha anterior, en la que la aceituna riojana fue protagonista en la oferta productiva de la provincia, comentó que el consumo interno es bajísimo, comparado con otros países que, también, producen aceite de oliva y ahora “debemos sumar esta gravísima situación”. Capece manifestó, además, que “no queda otra que mantener el cultivo y proyectar para el año que viene. El productor de por sí, es un optimista constante, siempre está pensando que lo que viene es mejor”.
Se refirió, igualmente, al debate que hoy por hoy se está dando entre el Gobierno de la Nación y los productores del tomate, “el tema del tomate es complejo, porque en el país no tenemos una política proteccionista al productor, y no es de este gobierno, es de siempre”.
“Es uno de los frutos que más se consume en la Argentina, y no puede ser que desde que sale de la finca y hasta que llega al consumidor, el precio se haya elevado 10 veces”, y precisó que la clave del problema es “el abuso de intermediarios”.
Capece, comentó que los productores, a veces, deben “tirar” los tomates, porque no los venden. “La actual política, beneficia ampliamente al que importa, porque a ellos les compran más barato y, por ende, lo venden a un precio más bajo, diferente a nosotros en el mercado interno, debemos vender a casi el doble.
El productor nacional, no puede predecir los kilos que podrá vender, y no puede ser que cobre sólo un 10 por ciento de lo que pagan los consumidores finales”.
Por ultimo, insistió en que es fundamental y de urgencia el acompañamiento del Gobierno, para poder encarar la cosecha y sostener la situación.
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