La carne decomisada en Bariloche iba a una fábrica de chacinados

La carne decomisada en Bariloche iba a una fábrica de chacinados

El operativo policial permitió secuestrar más de una tonelada de carne. El destino de la mercadería decomisada era una fábrica de chacinados, que a fines del año anterior fue infraccionada por tener locro congelado en mal estado. La carne había perdido la cadena de frío y era transportada en un camión con caños de pvc.

El Cuerpo de Seguridad Vial de la Policía de Río Negro, con asiento en Bariloche, secuestró más de una tonelada de carne que estaba destinada a una fábrica de chacinados de la calle Don Bosco, la cual a fines del año anterior fue infraccionada por poseer mercadería congelada en mal estado y sin rotulación.

El operativo permitió descubrir la mercadería cuando era traspasada de un camión que transportaba caños de pvc a un vehículo que es propiedad de la fábrica local de chacinados, propiedad de un hombre de apellido Hernández, que tiene su local en la calle Don Bosco.

Esa tarea era realizada de noche, en un sitio oscuro, para evitar la intervención de autoridades de seguridad o de algún organismo de control.

Lo que resulta llamativo es que el camión que realizó el transporte de la carne logró evadir cientos de controles, desde Coronel Pringles hasta Bariloche, donde fue descubierta.

Tanto el camión como el furgón donde era traspasada la carne fueron trasladados a la dependencia de Tránsito, donde finalmente se procedió a su decomiso debido a que el transporte de carga general que llevaba “caños” no cuenta con la habilitación de sustancias alimenticias, no tiene equipo de frio que se requiere indispensable para el traslado de estos alimentos.

Hernández, el propietario de la fábrica de chacinados, ya incurrió en infracciones similares al contar con mercadería congelada sin rotular, que compartía espacio con carnes crudas.

En esa ocasión – ocurrida en 2014- inspectores de la Municipalidad, junto a efectivos policiales, ingresaron al domicilio que desde hace meses era investigado por presumirse la distribución clandestina de carnes.

Constataron el acopio de una importante cantidad de mercadería en cámaras de frío y freezers, baldes con tripas, maquinaria para procesar carnes, balanzas digitales y elementos para la elaboración de chacinados embutidos. Carnes crudas y porciones de locro sin rotular compartían el espacio. También fueron encontrados baldes conteniendo tripas para embutir (70 kg), carreteles de hilos para atar chorizos, condimentos varios sin rótulo (ajo en polvo, pimentón), emulsionante y conservador tipo industrial, molido de soja, pan rallado y colorantes sin rótulos.

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