El carnaval es, muy posiblemente, la fiesta pagana que más personas celebran en todo el planeta; días de baile, disfraces y mucha diversión. El hecho de disfrazarse, pintarse la cara y festejarlo es un acto que se remonta a la antigüedad. Pero, tal y como se conoce hoy, es una continuidad de los antiguos Saturnales, las festividades romanas que se celebraban en honor al Dios Saturno.

Con la expansión del cristianismo la fiesta adquirió el nombre de carnaval, teniendo como motivo principal el hecho de despedirse de comer carne y de llevar una vida licenciosa durante el tiempo de cuaresma. Justamente, la etimología y origen de la palabra carnaval indica que proviene del término italiano carnevale, y éste a su vez, del latín carnem levare cuyo significado es quitar la carne. Eran tres días de celebración a lo grande, en lo que casi todo estaba permitido; de ahí uno de los motivos de ir disfrazado y salvaguardar el anonimato.

Y, como en cada punto del planeta, en Entre Ríos la fiesta se ha adaptado al clima y la idiosincrasia del lugar. Las batucadas, las plumas y las comparsas son los principales componentes del carnaval, que por cuestiones ligadas al turismo se festeja hoy y mañana, con sus feriados. Y fuera de las ciudades carnavaleras por excelencia, como Gualeguay, Gualeguaychú, y Hasenkamp, hay otras que sacarán a relucir plumas y pomos para honrar al Rey Momo.