Carlos Sosa: “Los siniestros viales son una epidemia porque hay lesiones, discapacidades y muerte”

 Carlos Sosa: “Los siniestros viales son una epidemia porque hay lesiones, discapacidades y muerte”

En entrevista con Paralelo 32, el joven investigador se refirió al Programa de Seguridad Vial. • Propone ver la crisis del tránsito como un problema sanitario integral. • Se refirió al ‘efecto CSI’ que genera la serie policial norteamericana.

El licenciado Carlos Sosa es el primer presidente del flamante Colegio Profesional de Criminalistas, Accidentólogos y Calígrafos de Entre Ríos (COPCACER), creado el año pasado. Además es docente en las carreras de Criminalística y Seguridad Pública de la UADER e integrante del Programa de Salud Vial del Ministerio de Salud entrerriano. En diálogo con Paralelo 32 se refirió a los temas de seguridad vial y las investigaciones criminalísticas.

–  ¿Cuántos profesionales hay en la provincia?

--   Graduados de la facultad deben ser unos 150 desde 2005. Hay que sumar profesionales que estudiaron en la UNNE de Corrientes, o en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA). Podemos hablar de unos 200 profesionales.

–  ¿Cuáles son las incumbencias?

--   Está la incumbencia judicial como perito de oficio, o trabajando para la Policía. Tenemos muy poca investigación, recién ahora en UADER está apareciendo la investigación con el Laboratorio de Entomología Forense de Diamante, por ejemplo.

Nuevas incumbencias profesionales

–  ¿Da para iniciar una profesión en el ámbito privado?

--  Accidentología tiene más salida laboral en lo privado con abogados y compañías aseguradoras que requieren peritos. Yo trabajo en el Ministerio de Salud porque los accidentes de tránsito constituyen un tema de política sanitaria. Dentro del Ministerio se van a crear puestos de trabajo para accidentólogos por los problemas derivados de la seguridad vial. En cuanto a Criminalística somos la única Universidad con salida forense específica, en todo lo científico forense no hay nada dicho. En la UADER se creó el Laboratorio de Entomología. Por un lado, hace investigaciones aplicadas a la producción, como control de plagas. Por otro lado, la entomología aplicada a la Justicia. Otros lugares donde sigue creciendo la incumbencia profesional son las consultoras privadas. En Buenos Aires hay muchas consultorías privadas, que intervinieron en casos famosos, como el ‘caso Mangieri’, donde actuaron un médico, un psiquiatra y una psicóloga forenses. En esta etapa de la carrera se deben generar esas demandas.

–  ¿El criminalista puede reexaminar la escena del crimen o las pruebas?

--   Hasta este momento no se implementaba porque teníamos el Código Procesal Penal viejo, que ahora se está cambiando en toda la provincia, sólo falta Paraná. En el nuevo Código está la figura del perito consultor. Ahora existe por una cuestión de costumbre, para consultar por una pericia. Pero el nuevo Código incorpora la figura del perito consultor con seguimiento de todo el caso. Entonces, tanto en lo penal como en lo civil, el abogado puede contratar a alguien para que diga si lo que se hace está bien o está mal.

–  ¿Hay cuerpos de criminalistas en el ámbito judicial?

--   Es lo que se está generando. La Policía Científica es Policía de Seguridad en función judicial; ahora se incorpora la Policía Judicial propiamente dicha, que es un equipo en torno al fiscal. La idea es que con el nuevo Código se implemente un nuevo equipo de apoyo para el fiscal.

La serie policial CSI

–  O sea una nueva C.S.I., la famosa serie norteamericana de peritos criminalistas.

--   Hay un ‘efecto CSI’ en la ciencia forense, de creer que funciona así. Sería un ‘CSI criollo’.

–  ¿Las investigaciones son como en la serie C.S.I., donde un detallecito cambia todo el caso?

--  Cuando dicen ‘esta es la prueba’ que da un tipo que sabe el tema, si delante hay dos abogados, van a discutir sobre el procedimiento, lo que está en los papeles. Pero nadie cuestiona el lugar del hecho. Ahora, con los criminalistas se puede cuestionar la escena en el buen sentido, el derecho de defensa se abre un poco más. Esos detallecitos empiezan a sumar. Antes no se les daba mucha importancia; ahora hay que sumar un caudal grande de información, por si se cae alguna prueba porque hubo un error humano no intencional o lo que sea, que hace caer una prueba fundamental. El nuevo Código Procesal permite abrir el panorama y no quedarnos en la prueba tradicional que es balística, huellas digitales, ADN.

Investigaciones entomológicas

–  Ahora, también muestras entomológicas sobre la fauna de insectos y larvas que parasitan un cadáver.

--   Las muestras entomológicas que se están levantando se mandan a  Buenos Aires, porque no existen laboratorios en la zona. Recuerdo una muestra entomológica en una fosa en el caso de la desaparición de la familia Gill. No encontraron información, a pesar que se mandó a Buenos Aires y de allí a Londres, donde no se obtuvieron resultados para la causa. Las pruebas de laboratorio demoraron más de un año. Si hubiera un laboratorio regional con profesionales locales habría demorado mucho menos.

–  Es lo que se intenta con el Laboratorio de Entomología de Diamante

--   Tiene esa función. Primero, estudiar la fauna entomológica local. Porque tampoco es ‘copiar y pegar’ los estudios que se hacen en otros países. Porque los sistemas ecológicos son diferentes, el clima es diferente, los ‘bichos’ se comportan de manera diferente. Entonces, la primera función que hay que establecer es la académica, estudiar que pasa con los bichos acá cuando hay carne en putrefacción. La forma en que se descompone la carne atrae diferentes insectos.

–  Y no es el mismo proceso la descomposición de la carne y la fauna cadavérica acá que en California o en Nueva York.

--   Exactamente. Entonces, tenemos modelos generales de investigación que seguimos, pero la información específica debemos sacarla de acá. Eso también es una de las funciones de la universidad y de los laboratorios que puedan crearse. En accidentología, la investigación académica no busca investigar ‘este accidente’ en particular, sino ‘por qué nos estamos muriendo los entrerrianos por culpa de los accidentes de tránsito’. Eso es académico, es la información necesaria para tomar decisiones después.

Igual y diferente

–  ¿Qué tienen en común Accidentología y Criminalística?

--   En otros lugares a la Accidentología se la considera como parte de la Criminalística. En la UADER se impulsa otra mirada porque la Criminalística no tiene una función educativa, en cambio los accidentes de tránsito invocan una función educativa y preventiva, aparte de la investigación en el lugar del hecho donde ocurrió el hecho. Para estudiar el tránsito no basta estudiar el siniestro. Hay cuestiones de sociología como comprender el comportamiento de las personas. Es una visión muy particular de la Facultad de Ciencia y Tecnología de UADER. En otras universidades no se entiende así, Accidentología es más técnica basada en la reconstrucción de accidentes. Nosotros sostenemos que, más que investigar accidentes, se tiene que prevenir. En la Universidad del Nordeste (UNNE) en Corrientes, se reciben como licenciados en Criminalística con incumbencia en Accidentología, acá son carreras separadas.

–  ¿Cuántos graduados de la UADER terminan haciendo las dos carreras para cubrir el abanico profesional?

--   El ‘efecto CSI’ está presente. Siempre es Criminalística la primera opción; después empiezan a abrir la cabeza y ven que Accidentología tiene un abanico profesional mayor. Hoy, tal vez la mitad de los que estudian Accidentología han pasado en algún momento por Criminalística. No hay muchos graduados con los dos títulos. A mí, por ejemplo, me faltan dos materias y la tesina para Accidentología.

Salud Vial

–  ¿Qué plantea el Programa de Salud Vial?

--   El objetivo del programa es la reducción de la morbimortalidad por siniestros viales. Para lograr eso hace falta lograr un montón de cosas en el medio. La primera, que es lo que estamos trabajando en este momento, es la recolección de datos. Porque no tenemos datos reales sobre los accidentes en Entre Ríos. Al decir datos reales se entiende que sean analizados y vengan de diferentes fuentes. Hace poco las asociaciones de víctimas de las personas fallecidas en el puente Rosario – Victoria lo dejaron muy en claro. Decían: ‘Para el Estado fallecieron 28 personas en el puente, para nosotros son 40’. Lo que ocurrió es que las 12 restantes fallecieron en un hospital, por ejemplo y no quedaron registradas por la Policía. La definición de muerte por siniestro vial que toma la Organización Mundial de la Salud, es aquel que fallece en el lugar del hecho o hasta 30 días posteriores y como consecuencia de las heridas sufridas.

–  ¿Es muy grave la situación en Entre Ríos?

--   Es lo que decimos siempre. Me acuerdo de Crespo, el Parque del Lago, apareció el dengue y vaciaron el lago. Pero el dengue no se llevó tantas personas como los accidentes de tránsito. Por año, son 200 y pico de personas registradas por accidentes, y no se habla de eso. En cambio, haber visto por el dengue gurisitos dando vuelta las cubiertas o en los cementerios sacar el agua de los floreros, algo que viene de siglos y pusieron arena húmeda, para que no haya mosquitos. No tenemos interiorizada la gravedad del accidente como problema social. Nos resulta muy importante que se haya tomado como una línea de trabajo sanitaria, porque antes era en seguridad a cargo de policías e inspectores de tránsito. Ahora es parte del abanico de programas que tenemos desde el Ministerio de Salud.

Estrellas amarillas

–  Sirve la campaña de las estrellas amarillas

--   Sí, porque las asociaciones que llevan las estrellas amarillas saben lo que pasa. Todos los que hemos perdido a alguien en un accidente de tránsito nos acordamos.

–  ¿Cuál es la diferencia entre hablar de accidente o de siniestro?

--   Está en la carga de la palabra. Hablar de siniestro hace pensar en algo con efecto negativo; en cambio, el accidente da un poco de exculpación. Cuando hablamos de morbimortalidad (morbi = lesión y discapacidad, mortalidad = muerte, N. de R.) queremos determinar que no vamos a centrarnos en el ‘accidente’, sino en las causas qué nos están ‘llevando’ gente.

Discapacidades

–  ¿Han tomado ejemplos de otros lados?

--   Hay lineamientos que vienen de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Incorporar la visión de la Salud Pública se está trabajando a nivel internacional. El año pasado participamos de un Congreso Internacional que patrocinaba la Agencia. Todos los efectores de Salud están hablando del mismo tema. Nos sumamos al esfuerzo de tratar de unificar datos y analizarlos, hacer cruzamiento de las distintas bases de información, como Policía o efectores de Salud. Santa Fe y Córdoba también están trabajando con Salud. Lo traemos a Entre Ríos porque es la forma en que se trabaja ahora. El lema de la campaña de sensibilización es ‘Ir, volver, vivir’, se aplicará en el Motoencuentro de Diamante. El lema del programa es ‘Una mirada integradora sobre la morbimortalidad por siniestros viales en Entre Ríos’.

–  ¿Qué hay sobre discapacidades por siniestros viales?

--   No hay registros sobre discapacidad. En Concordia nos dijeron que ‘es cada vez más impactante ver pibes de15 años con amputaciones’. Es algo que va apareciendo en todos lados.

–  Que no se naturalice la cantidad de personas discapacitadas por accidentes.

--  En este momento lo tenemos naturalizado. No lo vemos como una epidemia y realmente es una epidemia. La gente tiene lesiones, sufre discapacidades y muere por esto. La idea es combatir el siniestro vial como una enfermedad, pero es una enfermedad social. No solamente estamos haciendo estudios sobre los siniestros, sino también estudios sobre el tránsito, porque el tránsito hace que desencadenemos esto. El tránsito, entendido como una construcción social, con reglas, con vehículos que sobrepasan las necesidades de las personas, con personas que utilizan el vehículo aunque no lo necesiten. Son cosas que tenemos incorporadas y desde las perspectivas de la Salud, propenden al riesgo del accidente.

Quién es

Carlos Fernando ‘Nando’ Sosa es licenciado en Criminalística y técnico en Accidentología. Para la licenciatura le faltan dos materias y la tesina, que versará sobre Salud Vial, temática que está trabajando actualmente. Es presidente del COPCACER. Es docente de la Facultad de Ciencia y Tecnología de UADER en las carreras de Criminalística y Seguridad Pública. Dicta las materias Artes Gráficas (falsificaciones de documentos impresos y billetes), Proyecto Final y Taller de Tesis. Tiene 29 años y es soltero.

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