Cárcel para el joven que asaltó a dos agentes penitenciarias

Cárcel para el joven que asaltó a dos agentes penitenciarias

Federico Matías Tapia fue apresado por policías del Comando Radioeléctrico cuando huía con un bolso.

 

Cuando una de las dos mujeres asaltadas por un delincuente el sábado a la madrugada, en el centro de San Luis, logró ver la cara del ladrón, minutos después, cuando lo atrapó la Policía, se dio cuenta de que lo conocía. Lo había visto en la Penitenciaría provincial, donde ella trabaja como guardiacárcel y él había estado preso.

Ese reconocimiento fue sólo una de las pruebas que bastaron para que la jueza Penal Nº 3, Virginia Palacios, procesara a Federico Matías Tapia por robo simple y ordenara, mediante el oficio 04/15, que lo lleven otra vez a la cárcel.

Otra prueba que enumeró la magistrado fue el hecho de que cuando lo atraparon, el joven de 26 años tenía en su poder la cartera que acababa de robarle a la agente penitenciaria.

Tapia, vecino del barrio Libertad, ha sido detenido años atrás por tenencia de drogas. “En 2006 tuvo la primer causa por infringir la Ley de Estupefacientes, repitió la misma acusación dos veces en 2009 y otra más en 2010”, informó el subjefe de la Comisaría 1°, subcomisario Roberto Molina. En 2007 estuvo detenido por “Lesiones y resistencia a la autoridad”.

El sábado a las 4:50, tres compañeras del Servicio Penitenciario Provincial salían del bar Picasso, en Illia casi Caseros. Cuando subían al auto de una de ellas, estacionado a la vuelta, sobre Lavalle, fueron sorprendidas por dos delincuentes.

Una de las chicas, Aurora Funes, de 26 años, ya estaba sentada en el asiento trasero cuando un desconocido impidió que cerrara la puerta y trató de arrebatarle el bolso que tenía cruzado a la espalda. Ella se resistió.

Mientras forcejeaba con el delincuente que la atacó a ella –luego se demostró que era Tapia–, Funes alcanzó a ver que otro ladrón tenía agarrada del cuello a su amiga Cecilia Aguilera, de 24 años. “Dame todo o te mato”, la amenazó el delincuente, robusto, de tez trigueña, que vestía una remera celeste y blanca.

Como Aurora Funes no cedía, el ladrón la hirió con algo filoso en la mano derecha para vencer su resistencia, le sacó la cartera y salió corriendo. El otro también escapó.

Los policías del patrullero 1-759 del Comando Radioeléctrico recorrían el centro en prevención de delitos cuando vieron a una mujer que pedía auxilio en la esquina de Lavalle y Caseros. También divisaron a un hombre que huía. La que pedía auxilio era Funes, quien les explicó que el que iba a la carrera acababa de robarle la cartera.

Tapia no alcanzó a ir muy lejos. El móvil policial lo alcanzó en la avenida Illia, entre Constitución y Falucho.

Tenía consigo la cartera símil cuero negra de Funes con todas las demás pertenencias que la agente penitenciaria llevaba en él: un chaleco corto de jean, una billetera con tarjetas de crédito y débito, carnet de conducir, un celular Samsung y casi cuatro mil pesos.

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