Carbón Blanco: dos fiscales, amenazados

El mensaje, escrito en un papel, era para Carlos Amad y Federico Carniel

"Amad, mal momento elegiste para volver vos y tu amigo Carniel. No la van a pasar nada bien. Los estamos observando, escuchando. Sabemos todo. Ojo. Zurdos de porquería."

Ese texto de la amenaza, escrito en una computadora, estaba pegado en el parabrisas del auto particular del fiscal federal Carlos Amad, que junto con Federico Carniel son los representantes del Ministerio Público en el juicio por narcotráfico conocido como Carbón Blanco, que se reanudó anteayer en Resistencia. Amad no había ido al juicio el lunes al mediodía porque estaba en la sede de la fiscalía.

En el vehículo de Amad, que estaba estacionado en Pellegrini 526, frente a la fiscalía, apareció el papel con las amenazas contra los dos funcionarios que conforman la parte acusatoria en el juicio de Carbón Blanco.

Carlos Salvatore, Patricio Gorosito, Héctor Roberto, Juan Carlos Pérez Parga y Rubén Esquivel están imputados por asociación ilícita en el contrabando de cocaína a España y a Portugal.

Carniel y Amad hicieron la denuncia por las amenazas ante la fiscal federal Marcela Burella Acevedo, quien abrió el expediente 112/15 en el que se investiga la intimidación, con la colaboración de la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar), a cargo de Diego Iglesias. Luego, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, puso a disposición de los fiscales de Resistencia "todos los recursos del organismo para asegurar su integridad física, la de sus empleados y también la de sus familiares". Ahora tienen una custodia de Gendarmería.

 

 

 

Hay un antecedente que preocupa tras conocerse las amenazas a los fiscales federales. A mediados de marzo pasado, a través de escuchas telefónicas de la Policía Federal, se detectó que el abogado Carlos Salvatore había prometido a su esposa, Silvia Valles, asesinar a la jueza federal de Roque Sáenz Peña, Zunilda Niremperger, quien estuvo al frente de la instrucción de la causa Carbón Blanco desde 2012.

"Yo pago este homicidio, pero ella se muere", dijo por teléfono Salvatore a su mujer. El abogado imputado pasó de estar detenido en su domicilio al penal de Ezeiza.

En diálogo con LA NACION, Carniel advirtió que "llama la atención" el momento en que se produjo la amenaza. Aunque aclaró que no hay ningún indicio "claro" que se relacione con el juicio de Carbón Blanco, que se lleva adelante en Resistencia, "el momento es llamativo". Carniel admitió que "hay muchas hipótesis, pero el uso de algunas palabras abre algunos indicios, como si se tratara de alguien que estuvo o está en alguna fuerza de seguridad o de inteligencia". El fiscal se refirió a la frase: "Los estamos observando, escuchando. Sabemos todo".

Más allá del caso Carbón Blanco, que está en pleno juicio, Amad y Carniel deberán ahora investigar la supuesta "sedición" de integrantes de la policía de Chaco en Resistencia y Roque Sáenz Peña durante diciembre de 2013. Después de que la Cámara penal rechazó el planteo de los fiscales, finalmente a principios de junio la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó la competencia de la justicia federal para investigar los acuartelamientos.

Amad no quiso poner el foco sólo en el caso Carbón Blanco como catalizador de la amenaza. En declaraciones a los medios chaqueños, el fiscal federal advirtió: "Amenazas siempre hay, es parte de la función, porque somos fiscales y estamos acostumbrados".

Sin embargo, el funcionario judicial opinó que estas intimidaciones "tienen otro color, porque hay investigaciones en curso, debates que son de causas grandes con muchas organizaciones criminales implicadas".

Y agregó: "A estas personas no hay que tenerles miedo, son unos pecho frío porque no tienen lo necesario para afrontar la situación. Si no les gustan los fiscales, tienen en la Justicia las herramientas para pedir cambios o que nos recusen o nos denuncien"..

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