Carbón blanco: aduanero complicó la situación de los cinco imputados

Carbón blanco: aduanero complicó la situación de los cinco imputados

El aduanero Gerardo Marcelo Esquivel, que en 2012 era jefe de la división Narcotráfico del departamento de Inspecciones, declaró ayer que la exportación de droga camuflada en carbón vegetal no se corresponde con el modus operandi de gancho ciego o rip-off.

En la jerga carcelera o tumbera se denomina gancho ciego a quien presta ayuda sin saberlo y su denominación en inglés es rip-off, que significa estafar, engañar o timar. Estos términos se aplican para el tráfico de droga que se realiza usando contenedores que transportan mercadería legal y sin que el exportador o importador tenga conocimiento de la operación ilegal.

Gorosito mientras dialogaba ayer con su abogado. Hoy ampliará su indagatoria.

Esquivel explicó que en más del 99 por ciento de los casos de gancho ciego o rip-off la droga está ubicada en bolsas diferentes a las usadas por los exportadores y muy cerca de la puerta del contenedor.

Y en los hechos que se están juzgando en el Tribunal Oral Federal las bolsas con droga, similar a las que contenían carbón vegetal, estaban esparcidas en todo el contenedor. “La forma en la que estaba estibada la carga descarta un caso de gancho ciego”, determinó.

El funcionario para dar más detalles señaló que hace poco tiempo se descubrió en Holanda un caso de gancho ciego donde los narcotraficantes usaron la metodología de rip-off en un contenedor cargado por el mayor exportador de jugo de limón. “Los funcionarios de los Países Bajos cuando dieron la alerta aclararon que no estaba involucrada la firma afectada”, definió.

Doble costura

Esquivel fue el funcionario de Aduana que viajó a Portugal como veedor para inspeccionar los dos contenedores que estaban en tránsito cuando se detectó el primer embarque en Europa, es decir cuando cayó parte de la organización.

Él informó que en uno de los contenedores encontraron 48 bolsas con doble costura de las cuales 23 tenían en su interior ladrillos de clorhidrato de cocaína, mientras que las 25 restantes contenían ladrillos de construcción y maderas de tamaño similar al envoltorio de la droga.

Los fiscales y los integrantes de la querella.

Mientras que en el otro contenedor no había ni droga ni bolsas con doble costura. Para el aduanero está claro que el sistema de cierre era para identificar aquellas que contenían los ladrillos de cocaína.

Recientemente los empleados que fueron contratados por la firma declararon que sólo hacían una costura simple, salvo el caso de que se terminara el hilo y era necesario realizar un refuerzo.

Otro dato que aportó Esquivel es que contenedor encontraron, en el con narcóticos, una bolsa de nailon de un supermercado de la localidad de Arroyo Seco, de donde son oriundos dos de los imputados.

Control de los contenedores

En tanto, Esquivel también aclaró cómo eran los controles en el puerto de Buenos Aires. Más concretamente señaló que en 2012 se realizaban cerca de 800 operaciones de exportación por día.

Esto impide que se pueda controlar todos los contenedores que ingresan en la zona portuaria y por lo tanto se realiza un análisis previo de la firma que está sacando su mercadería al exterior para seleccionar la carga que será verificada.

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