De cara al 2019, gobernadores buscan evitar a la “Dama del Látigo”

De cara al 2019, gobernadores buscan evitar a la “Dama del Látigo”

¿Qué juego están jugando los gobernadores peronistas, de cara a las elecciones de 2019? ¿Apuestan por la unidad de lo que fuera el difunto Frente para la Victoria, con algún agregado adicional? ¿O, por el contrario, los atrae más la articulación de un nuevo frente electoral, que los ponga a resguardo del liderazgo excluyente de CFK?

Si bien es cierto que aún falta mucho para las elecciones, hay dos certezas que están bastante claras. La primera es que prácticamente todos ellos tienen sus cuentas pendientes con la ex presidente y, en la medida de lo posible, buscarán evitar componer una lista común con ella, por lo que la construcción de una tercera opción electoral es la que más los seduce. La segunda, naturalmente, es que el peronismo siempre quiere ganar, por lo que no descartan de plano una eventual alianza, pero en condiciones que los ponga a resguardo de una jefatura autoritaria como la debieron soportar a partir de la muerte de Néstor Kirchner.

Por esa razón, la estrategia diseñada incluyó dos movidas diseñadas para ponerse a resguardo: la conformación de un espacio, que finalmente parece haber adoptado el nombre de Alternativa Federal, que en su última reunión, en la Casa de Entre Ríos, diez días atrás, incluyó a Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Manzur (Tucumán), Rosana Bertone(Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Casas (La Rioja), Hugo Passalacqua (Misiones) y Mariano Arcioni (Chubut), y a los otros dos grandes referentes del espacio: Miguel Pichetto y Sergio Massa. Gerardo Zamora estuvo ausente con aviso por un problema familiar, y quedaron otros tres decidiendo su incorporación: Lucía Corpacci (Catamarca) y Carlos Verna (La Pampa) y Alberto Weretilneck (Río Negro). En la reunión, además de definirse ciertos consensos básicos, se decidió provocar un hecho político de relevancia: promover el lanzamiento oficial del espacio en Parque Norte para la semana próxima, el miércoles 19 de diciembre.

Por cierto que la construcción de una tercera vía es la apuesta de máxima, pero aún nadie se anima a dar certezas sobre su concreción. Todo dependerá de cómo vaya desarrollándose el proceso político. Por esta razón es que han decidido desplegar una segunda vía de acción: la disociación de las elecciones provinciales de las nacionales, con el fin de evitar tener que escoger una lista “larga”, con un candidato presidencial concreto, para así poder encontrarse en condiciones óptimas, una vez reelectos, de negociar sus alianzas de cara a los comicios presidenciales. De este modo, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, San Juan, Neuquén, Misiones, La Rioja, Tierra del Fuego, Chaco, Mendoza, Santa Fe, Tucumán, Río Negro y Santa Cruz elegirán sus autoridades provinciales y municipales antes de las presidenciales, mientras que la gobernadora Lucía Corpacci negocia duramente un desenlace similar para Catamarca, y la gobernadora María Eugenia Vidal se muestra seducida por dicha opción, a partir de la sugerencia realizada en su momento por Sergio Massa. 

La razón es bastante sencilla: una vez legitimados en sus cargos, los gobernadores se encontrarían en situación de negociar en condiciones mucho más favorables con los candidatos presidenciales, para el caso de que no consigan presentar su propio candidato a través de Alternativa Federal. 

Para algunos gobernadores, además, el adelanto de las elecciones les permitiría ponerse a cierto resguardo del tradicional “dedazo” de CFK, que no cejaría en su intento de imponer sus propios candidatos en algunas provincias puntuales, como condición sine qua non de inclusión en su lista sábana nacional. Tales son los casos de Tucumán, donde la ex presidente pretendería reemplazar a Manzur por su favorito, José Alperovich, o bien por su esposa, Beatriz Rojkés; Chaco, donde se daría situación similar entre Jorge Capitanich y Domingo Peppo; y Entre Ríos, donde Sergio Uribarri sería el predilecto ante Bordet. Yendo disociados, los gobernadores en funciones consideran que el camino de la reelección se encontraría bastante despejado.

De todas formas, el factor determinante para la resolución de esta partida parece ser la decisión que adoptará la gobernadora Vidal que, despegada de la lista sábana de Mauricio Macri, parece tener prácticamente asegurada su reelección. Pero, ¿cómo impacta esta alternativa en el universo peronista? Como es sabido, los intendentes de la provincia de Buenos Aires, de buena gana o a desgano, terminarán acompañando una candidatura de Cristina, en caso de que las elecciones provinciales y nacionales sean simultáneas, ya que ninguno quiere repetir la experiencia de Gabriel Katopodis, Bali Bucca o Juanchi Zabaleta, que quedaron colgados de la palmera en 2017 al acompañar a Florencio Randazzo. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos votos son de los intendentes y cuántos de Cristina, y nadie piensa arriesgar nada para tratar de averiguarlo.

Pero, si las elecciones se disocian, los Intendentes quedarían en situación similar a los gobernadores, con la posibilidad de negociar sus votos en la elección general e, incluso, jugar con Alternativa Federal y no con Unidad Ciudadana. Por esta razón, ante un eventual bloqueo de la diferenciación de calendarios en provincia por parte del gobierno nacional, Sergio Massa ofreció una segunda opción: separar únicamente las municipales del resto. 

Aunque muy pocos se animen a manifestarlo en alta voz, son muchos los que mantienen excelentes relaciones con la gobernadora y con el jefe del Frente Renovador, y que cuentan las horas, como los presos, para quebrar definitivamente con la Dama del Látigo. Deberán esperar hasta marzo, caliente verano de por medio, para confirmar sus expectativas o sumar una nueva decepción. 

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