El gobierno nacional oficializó ayer la decisión de quitar el subsidio diario a las empresas de colectivos que adhirieron al paro de ayer convocado por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Se cumplió así la advertencia que venía realizando a través del Ministerio de Interior y Transporte, luego de analizar que en el alto nivel de acatamiento a la medida pudieron haber influido las propias compañías de transporte. "Es muy difícil evaluar el impacto" de una medida de fuerza como la llevada adelante por las centrales obreras opositoras porque "a veces se confunde el paro con un lock out patronal", analizó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en su diálogo matutino con los medios acreditados en la Casa Rosada.

Al igual que el jueves, los funcionarios nacionales, dirigentes políticos y sindicales cercanos al oficialismo coincidieron en repudiar los piquetes y cortes de ruta como forma de protesta.

Capitanich sostuvo que "muchos de estos dirigentes sindicales que hoy critican, fueron aliados y se beneficiaron con este Gobierno por el incremento del nivel de actividad, del número de afiliados, de su salario, por el incremento de la cuota sindical y por el incremento efectivamente de los recursos para sus obras sociales".

La misma interpretación hizo el ministro de Trabajo Carlos Tomada, quien evaluó que "el impacto de los piquetes fue fuerte pero dispar en todo el país", y cuestionó el reclamo de Moyano: "Debe ser el único dirigente sindical que se queja de que un Estado recaude", dijo.

"Los dichos de Moyano sobre despidos y crisis son de una gran falta de respeto a los trabajadores", sostuvo Tomada, y advirtió que el actual "es un gobierno que, como ningún otro, le ha devuelto derechos a los trabajadores".

El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, se refirió a la quita de subsidios a las líneas de colectivos que adhirieron a la medida de fuerza; "El Estado hace un gran esfuerzo para sostener el transporte público, y si no se trabaja y no hay servicio, entonces se va a quitar un día de subsidio", sostuvo.

Randazzo consideró que "el paro del jueves fue extorsivo y de dirigentes gremiales que son parte del pasado". Otro de los integrantes del gabinete nacional que se pronunció sobre la medida de fuerza de ayer fue el ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien consideró que la huelga "tuvo un efecto político sobredimensionado por la falta de transporte y los piquetes", y resaltó que "fue convocado por un grupo minoritario de gremios".

El titular de la CTA, Hugo Yasky, dijo no saber "qué proyecto en común puede salir de esa mezcla que se vio en la conferencia de prensa" que ofrecieron en la CGT Azopardo Moyano, titular de esa central; Barrionuevo, de la Azul y Blanca; y Pablo Micheli de la CTA disidente.

"Son fuerzas muy heterogéneas que muy difícilmente puedan coincidir más que alrededor de tres o cuatro consignas vacías."

Para el dirigente docente, con la medida "no cambió nada", ya que "fue simplemente una demostración de fuerza de un sector que venía desde hace tiempo intentando una pulseada dentro de la CGT y tratando de sostener una propuesta de reagrupamiento del movimiento sindical con vistas a 2015". «