Los cambios en el gabinete de ministros de Cristina Fernández de Kirchner podrían continuar el año próximo por decisiones estratégicas, según lo reveló ayer el jefe del equipo gubernamental, Jorge Capitanich, al desestimar los rumores sobre una presunta traición por parte de los echados jefes de la Secretaría de Inteligencia.

El jefe de Gabinete, quien regresará al Chaco para inaugurar obras este martes (ver página 20), advirtió que los análisis periodísticos sobre las razones que llevaron a la jefa de Estado a desplazar a Héctor Icazuriaga y Francisco Paco Larcher son «meras percepciones o comentarios» que desde su punto de vista no tienen que ver con los motivos institucionales por los cuales Cristina decidió renovar la conducción de la ex Side.

Capitanich no lo dijo taxativamente pero al dejar abierta la posibilidad de nuevos cambios en el gabinete admitió en forma tácita la posibilidad de un nuevo destino para él mismo en 2015, una alternativa que cobraría sentido en caso de hacerse realidad la hipótesis que lo muestra como un virtual candidato a la vicepresidencia.

En su habitual contacto con los medios de cada mañana, el jefe de Gabinete sostuvo que la presidenta Cristina Fernández «seguirá promoviendo y haciendo los cambios» que considere necesarios para «cumplir con los objetivos del Gobierno» en ejercicio de sus facultades gubernamentales.

No abundó en detalles al ser consultado sobre las presuntas conexiones entre Larcher (el ex N° 2 de la Secretaría de Inteligencia) y Sergio Massa, a la vez que desestimó la mentada estrategia K de otorgar más poder a la inteligencia militar que conduce el jefe del Estado Mayor del Ejército, general César Milani, para presionar con «carpetazos» a los funcionarios del Poder Judicial que investigan a la administración kirchnerista.

«No hay que buscar percepciones de esa naturaleza cuando la Presidenta propicia cambios», aseguró Capitanich, al tiempo de ratificar que la mandataria «seguirá promoviendo» tales movimientos entre sus colaboradores en función de las necesidades gubernamentales.

«Seguramente, en el transcurso del resto del mandato, (la Presidenta) seguirá promoviendo y haciendo cambios que, a su modo de ver, resulten satisfactorios para cumplir con los objetivos de gobierno», insistió en la rueda de prensa.

Afirmó en tal sentido que las determinaciones más recientes, por las cuales César Parrilli pasó a conducir la Secretaría de Inteligencia y fue reemplazado por Aníbal Fernández en la Secretaría General de la Presidencia, «forman parte de las decisiones que estratégicamente adopta la presidenta de la Nación en ejercicio de sus responsabilidades de gobierno. El resto es simple percepción o comentarios de los medios de comunicación».

Instó por ello a «no buscar más explicaciones», ya que los motivos están claros: «La verdad es que (la jefa de Estado) está en su pleno y legítimo derecho de hacer estos cambios».

Capitanich desestimó además cualquier problema de «cartel» con el flamante secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, con quien dijo mantendrá un rol complementario como parte de un mismo equipo de trabajo. Esto en virtud de los comentarios acerca de que el ahora ex senador de los bigotes podría compartir protagonismo en el contacto con los medios dadas sus características personales.