El ex candidato presidencial del  kirchnerismo, Daniel Scioli es desde ayer a la tarde una de las nuevas ideas que estudia y mide el peronismo de la Ciudad para candidatearlo el 2017. La Capital que en ese medio término elegirá diputados se encuentra sumida en una crisis importante debido a las diferencias entre el PJ y la Cámpora, y por qué no también decirlo entre los diferentes caciques  de los chicos de Cristina.

Mientras Juan Cabandié y Mariano Recalde se sacan chispas desde hace cuatro años para ver quién de los dos comanda el distrito, lo que provoca una parálisis permanente en ese grupo, el liderazgo de Carlos Tomada en lugar de aportar a la solución agravó el problema.  Su decisión de volcarse sobre el ultra kirchnerismo sólo complicó el crecimiento y el equilibrio interno. Desconoce el terreno y sólo logra que con los diputados de ese espacio prácticamente hay que hablar uno por uno de todos los temas.

Dicho de otra manera, un eterno conocedor de estos entuertos le confió a Noticias Urbanas que “hoy -como siempre aquí- tienen más poder los que tienen menos legisladores” en alusión al grupo que está alineado con el hombre fuerte del distrito, Juan Manuel Olmos.  Sobre él recayó siempre la  negociación de la representatividad del peronismo en las distintas instituciones de la Ciudad. Y lo hizo siempre respetando las realidades de su espacio, algo que no le reconoce ahora la Cámpora. Lo que pasa es que cuando se eligieron los legisladores CFK logró en la Ciudad lo mismo que en todas las Provincias: poblar con los más adictos todos los lugares posibles en detrimento o, en acuerdos forzados desde el poder   con los jefes territoriales.

“La institucionalidad en el distrito tiene un formato particular en esta Ciudad como lo tiene en todos lados, y ella está estrechamente ligada a la representación democrática expresada en las bancas legislativas. Los acuerdos allí logrados son los que motorizan esta autonomía porteña y la representatividad de todos” afirma otro especialista en Perú 130.  “Y esto se entiende de una vez o terminaremos en un negocio chino que nos perjudica a todos” finalizó.

Mientras la Cámpora no logra sintetizar un candidato, que no saldría de Recalde o Cabandié,el tema Daniel Filmus estaría definitivamente enterrado para el distrito. Fueron demasiadas las derrotas consecutivas del ex ministro de Educación para volver a intentarlo con capacidad de proyección. En ese sentido los camporitas apuestan a que ellos podrían sacar quizás el mismo guarismo pero que no estarían cristalizados en esa cifra –del 20 al 23- de cara al 2019 para pelear la jefatura. Filmus sí, dicen.

En ese marco es que ayer en una “cueva porteña” del microcentro, el nombre del ex motonauta volvió a la cancha. Saben que a nivel nacional, el tren ya le pasó.  La Provincia lo único que le pude traer es problemas. En el PJ Nacional está casi pintado. Alguna vez Daniel estuvo a punto de  ser jefe de Gobierno, cuando en 2003 estaba arriba en las encuestas compartiendo fórmula con Alicia Pierini y muy por encima de Aníbal Ibarra. Pero su ambición pudo más y Alberto Fernández y Duhalde se lo entregaron en bandeja  a Néstor Kirchner para atraer votos de la clase media. Los mismos que quieren juntar los que lo promueven ahora. Aquélla vez el peronismo de la Ciudad le juró vendetta a esa traición. Los dejó solos a poco de la elección. ¿Se habrán olvidado ya? Lo cierto es que muy disminuido y todo, Daniel Scioli un día volvió a ser nombrado en el distrito que lo vio nacer. Y aunque nada de esto es muy serio, el 2107 se empezó a jugar y no sobran jugadores.