En esa afirmación coinciden tanto los partidos políticos como el Defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, quienes iniciaron en las últimas horas una serie de reuniones para monitorear y seguir de cerca el proceso de puesta en marcha de la nueva modalidad de sufragio que cambiará sustancialmente la forma de votar.

A 22 días del comicio en el que se elegirá el sucesor de Mauricio Macri, el gobierno porteño lanzó un programa de capacitación masiva para que los vecinos aprendan a usar el sistema, aunque desde algunos partidos -como ECO, el Frente para la Victoria y la izquierda- lo consideran "insuficiente e improvisado".

"Ya no hay posibilidad de dar marcha atrás" con el debut de la boleta electrónica, señaló a Télam el Defensor del Pueblo, quien viene remarcando la necesidad de "acelerar el paso" de la capacitación para que el día de la elección todo se desarrolle con normalidad.

Según Amor, tras la experiencia que transmitieron las autoridades electorales de Salta -donde el sistema electrónico ya se viene aplicando-, la correcta capacitación de las autoridades de mesa y los fiscales de los partidos políticos será la "clave" de la elección.

Para ello, el juzgado electoral a cargo de la jueza María Servini de Cubría viene realizando un intensivo trabajo de capacitación sobre 26.000 autoridades de mesa para cubrir la totalidad de las 7.200 mesas electorales de la ciudad.

Es que en las primarias del 26 de abril hubo un preocupante récord de ausentismo entre las autoridades convocadas -más del 50 por ciento-, una situación que -de repetirse el 5 de julio- podría ocasionar serias demoras en la apertura del comicio.

Ante la ausencia de una autoridad de mesa, ya no se podrá convocar al primer ciudadano que se presente a votar para que cumpla la obligación, ya que la capacitación previa en las nuevas tecnologías será determinante.

La Defensoría recibió esta semana un informe del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), que en líneas generales aprueba la modalidad, al igual que ya lo hizo la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, en una auditoría encargada por el Tribunal Superior de Justicia de la ciudad.

No obstante, el ITBA hizo algunas recomendaciones a la hora de la votación, el escrutinio y la transmisión de resultados, para garantizar la transparencia del sufragio y evitar que "la información pueda ser adulterada por terceros".

En cuanto a los fiscales, algunos partidos como ECO y la UCR porteña denunciaron "discriminación" esta semana ante la justicia porteña, ya que el gobierno de Macri todavía no les entregó las máquinas para capacitarlos, mientras que en locales del PRO ya se encuentran disponibles.

Otra cuestión a definir es el papel que los técnicos y representantes de la empresa MSA tendrán el día de la elección -y previamente-, para que el proceso electoral "no se vea privatizado", según advierte Amor.

También queda por resolver si el escrutinio definitivo del comicio se hará en forma electrónica o si -como ocurrió en Salta- la justicia resuelve realizarlo en forma manual en el 100 por ciento de las mesas, para garantizar la transparencia del resultado y demostrar la efectividad del nuevo sistema.

Si bien la nueva modalidad contempla la posibilidad de que las personas con discapacidades visuales o auditivas utilicen un sistema especial, queda por definir la posibilidad del "voto asistido, contemplado en el Código Nacional Electoral, por medio del cual el ciudadano puede ser acompañado por alguien de su confianza para emitir el sufragio.

Con la premisa de que "es más importante la seguridad del comicio que la velocidad del escrutinio", los partidos políticos, la Defensoría, la justicia y el gobierno porteño trabajarán a contrarreloj los próximos días para superar con éxito el debut de la boleta electrónica en la ciudad de Buenos Aires.