"Hay un cansancio del socialismo"

El legislador provincial de Igualdad y Participación considera que la coalición provincial "está en una crisis de identidad y existencia", y hace foco en la derrota electoral en Rosario. Profundiza acuerdos con Del Frade y Palo Oliver.

"Desde afuera", habla Rubén Giustiniani cuando analiza la performance electoral del Frente Progresista. Lo repite por si no quedó claro. El  objetivo del diputado provincial es hacer crecer Igualdad y Participación, el partido que lidera, y consumar alianzas con el Frente Social y Popular que lo tiene a Carlos Del Frade como referente. "El Frente Progresista está en una crisis de existencia e identidad política", sentenció el legislador en diálogo con Rosario/12. Junto a su compañera de bloque, Silvia Augsburger, fueron de los legisladores que pidieron que el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro concurra a la Legislatura por el tema escuchas, lo que ocurrirá esta semana.

-‑¿Por qué perdió como perdió el Frente Progresista?

-‑Por varios motivos. El primero fue uno transversal a todo el país, hubo un fuerte voto de la polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo, y en todas las provincias Cambiemos se vio beneficiado por esa ola nacional, esa partición de aguas. Y en segundo lugar, hay aspectos que hablan de una especificidad de la provincia que ya se viene viendo desde hace unas elecciones, donde el Frente Progresista ya no es el Frente Progresista fundante, ya que hay sectores del radicalismo que son parte de Cambiemos, y eso divide la identidad del Frente. El Frente Progresista está en una crisis de existencia e identidad política. Y después aspectos de gestión, que vienen manifestándose fundamentalmente en Rosario, sectores de la sociedad que plantean un cansancio, una crítica hacia la gestión del socialismo. Hay una multiplicidad de factores, nunca hay uno solo, que explica que haya salido tercero y lejos, tanto a nivel provincial como en Rosario.

-‑Cuando aparece ese cansancio, ¿hay chances de enmendarlo?

-‑Eso lo decide siempre la sociedad. Depende de que la dirigencia reaccione o no, si hay un análisis, una autocrítica. Lo digo desapasionadamente desde afuera, nosotros dimos vuelta la página hace tiempo, constituimos Igualdad y Participación (cierra el año el 25 de noviembre con una cena para mil personas en Sportivo América), un nuevo espacio político y, por lo tanto, esta mirada la podemos hacer desde afuera. Uno ve que hay sectores del Frente Progresista y el socialismo que plantean la necesidad de refundarse, no sé si les va a dar el tiempo.

-‑¿Ya no hay tiempo?

-‑Esa respuesta la tiene la sociedad. Cuando el dirigente cree que tiene esa respuesta, aunque crea que lo diga con humildad, esa soberbia expresa una mirada equivocada. Los procesos los marca la gente.

-‑¿La crisis es más profunda en el socialismo en particular?

‑Sí, es parte. El binnerismo, al no tener el liderazgo de quien fue el máximo elector en la provincia y en el país, aparece hoy como parte de esa crisis de identidad y existencia.

 

"Si no se reformula la práctica política, que esté más cercana a la sociedad, la política seguirá lejos de la gente".

 

--¿Se encuentra partido al medio entre los sectores que lidera el actual, por un lado, y el ex gobernador, por el otro?

-‑Es más complejo que eso, siempre hay tensión entre gestión y partido político. Pero desde afuera una ve, para todos, no solo para el socialismo, para todos los que están en la política, si no hay una reformulación de la práctica política, que esté más cercana a la sociedad, la política seguirá lejos de la gente. Esto aborda a toda la dirigencia, el que crea que porque en una elección le fue bien tiene el futuro comprado se equivoca.

-‑¿Cambiemos cree que tiene el futuro comprado?

-‑Para nada tiene el futuro comprado, el país tiene una crisis económica, política y social fuerte, ganó una elección, puede ganar la del 2019, puede tener una reelección el presidente Macri, pero la crisis sigue presente con mucha fuerza.

-‑Remarcó más de una vez que habla "desde afuera" del Frente, ¿nunca tuvo intenciones de regresar o acomodar esa salida?

-‑No, nosotros hemos dado una vuelta de página y estamos en otra construcción, de mucha participación, de jóvenes, de gente en los barrios. Igualdad y Participación se plantea desde otro lugar que la política tradicional, de la cual todos venimos y militamos desde nuestra juventud. Pero el planteo es otro, esa vuelta de página expresa un trabajo que hoy tiene una base institucional en la Legislatura, con Silvia Augsburger, que presentamos y firmamos muchos proyectos con Carlos Del Frade, (Fabián) Palo Oliver. Pensamos la necesidad de una transversalidad de quienes creemos que el poder debe cambiar esa naturaleza de estar como en una caja de cristal alejado de la sociedad.

-‑¿Hay lugar en Santa Fe para construir por fuera de lo que son los tres grandes frentes políticos?

-‑Sí, claro que lo hay. La gente tiene necesidad de cosas nuevas, distintas. Quiere lugares de participación y, de hecho, en la ciudad de Rosario las elecciones se han expresado cada vez más así. Hay una dispersión del voto que expresa esa búsqueda de la sociedad de nuevos espacios políticos de participación.

-‑¿Cuál es su opinión sobre el escándalo de las escuchas al ministro Pullaro?

-‑Es grave desde el punto de vista institucional, desde el lugar en el que estoy pensamos con Silvia que tiene que concurrir a la Legislatura el ministro Pullaro, también tienen que ir del Ministerio Publico de la Acusación, para reunir todos los elementos, de la versión directa que nos den los funcionarios. Habla de un emergente de la fragilidad del sistema, donde se expresan muchas cosas, interrogantes sobre la división de poderes, sobre sectores de la policía, sobre el funcionamiento de un tema tan importante y estratégico como es la cuestión de las escuchas.

-‑¿Hay injerencia del poder Ejecutivo en el judicial?

-‑Bueno, hablé de la división de los poderes, me parece que es un tema que siempre nos debe preocupar y trabajar para esa independencia de poderes. Y somos coherentemente democráticos, ese es un aspecto fundamental de la democracia.

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