Frente a un escenario tétrico donde por falta de oportunidades y esperanzas se expulsa negligentemente de la provincia a los jóvenes más sanos y prometedores, que lograron gambeterle a la droga y sobrevivir a la cultura de la "holgazanería, el punterismo político y la patota" que desde el modelo se quiere instalar....

En una provincia donde rápida y eficazmente se mete preso a un jóven de 16 años por hacerle "fakiu" al Gobernador, mientras los "hijos del corazón" -convertidos en éxitosos empresario y privilegiados proveedores del estado-  pasean impunemente "La Blanca" en la camionetas de legisladores que en las próximas elecciones van a ser premiados con sus reelecciónes. La iglesia Catolica salió a ponerse al frente de los reclamos y marchó para exigirle a las autoridades del gobierno de Gildo Insfrán, asumir sus reponsabilidades y dejar de falicitar el ingreso, la circulación y el consumo de drogas en la provincia.

En ese sentido el queridisimo sacerdote formoseño, obispo de de la Diócesis de Goya Adolfo Canecin, que conoce al dedillo la realidad de Formosa, fue categórico: "En ningún lado la droga ingresa, se expande y se distribuye con tanta fascilidad si no es con la complicidad y la connivencia del poder politico y de los poderes del estado"

“Cuando me tocó ir al seminario entre 1980-1981, se decía en nuestros grupos juveniles que Formosa era sólo un camino de paso de las drogas y no era un tema relevante que generara preocupación. Los expertos suelen decir que la droga no se instala en el pueblo, en la ciudad y el país sin la connivencia de la Policía, las fuerzas de seguridad y la participación de los diferentes poderes del Estado.

Entonces hay una pregunta que yo me hago y quisiera que todos se la hagan a quienes estuvieron y están: ¿Por qué dejaron instalar las drogas? Esto no es casualidad. Aquí hay gente que tiene mucha responsabilidad en dejar instalar y crecer las drogas”, acusó el padre Canecin. 

"Los expertos suelen decir que la droga no se instala en el pueblo, en la ciudad y el país sin la connivencia de la Policía, las fuerzas de seguridad y la participación de los diferentes poderes del Estado".

LOS ETERNOS FUNCIONARIOS DEBEN RENDIR CUENTA A DIOS POR PERMITIRLO

Monseñor Canecin fue muy crítico en su comentario y no anduvo con rodeos. “Al tener esa responsabilidad, las autoridades deben rendir cuentas a Dios y a las familias que tienen hijos que están presos de las drogas, y a toda la sociedad. Esta pregunta debemos dirigirla a las autoridades pertinentes, que en el caso de Formosa, tiene una connotación particular porque las autoridades actuales son las que estuvieron ayer, anteayer y desde que volvió la democracia”, señaló. 

En varios tramos de la entrevista, el obispo insistió con su pregunta hacia las autoridades: “¿Por qué dejaron instalar las drogas teniendo todos los sistemas de control, de seguridad e Inteligencia?”. “Tanta tecnología para determinados controles.. ¿Por qué dejamos que se instalen? Quiero hacerme portavoz de mucha gente que se pregunta lo mismo pero que no se anima a exteriorizarla por diferentes motivos. Esa pregunta va para las autoridades, cada una en su ámbito y su responsabilidad mayor o menor”, afirmó.

HAY QUE PRENGUNTAR A LOS CANDIDATOS: ¿QUE PROPONEN PARA COMBATIR "LA BLANCA"?

También se hizo eco de un trabajo de la Pastoral Social de la Diócesis de Córdoba que plantea preguntar a todos los candidatos qué proponen a nivel municipal, provincial y nacional para combatir el narcotráfico.

“Hay que preguntarles cómo trabajarán la línea de la prevención y la rehabilitación, qué cantidad de dinero se va a invertir y cómo se va a rendir cuenta del dinero utilizado. El personal que se va a destinar, ¿lo hace desde la vocación o simplemente por la remuneración? Además, al Estado le compete la prevención del delito. Y el narcotráfico es un delito. Por eso los ciudadanos debemos exigir que se cumpla ese deber”, entendió.

CAMINATA

Canecin formuló estas declaraciones tras la marcha que se realizó el viernes último por la noche desde el Obispado de la Diócesis de Formosa hasta la Iglesia Catedral y que reunió a cientos de personas a favor de la vida y en contra de las drogas.

“Asignar un día a la lucha internacional contra el tráfico ilegal y el consumo indebido de drogas es una invitación a todos a conocer y adherir. Estoy muy contento de la respuesta que se dio en Formosa y de la providencia, que permitió que coincida con el inicio de las Jornadas Regionales de Pastoral, lo que hizo posible que otras diócesis del Nordeste argentino afiancen este camino hacia una Pastoral de la Drogodependencia, unida a la Pastoral Nacional de la Drogodependencia”, sostuvo.

Remarcó que se busca manifestar una profunda cercanía en nombre de Dios y la Iglesia a las personas: varones, mujeres, niños, jóvenes y adultos que están aprisionados con algún tipo de adicciones al tabaquismo, alcoholismo, tecnología y las drogas en todas sus formas.

“La Iglesia quiere estar cerca porque Dios quiere estar cerca de los que sufren. El Papa Francisco nos habla de un ‘Hospital de Campaña’, donde tenemos que curar a todos los heridos por tantas formas de lastimar, entre ellas por el consumo de drogas. Por eso, a todos los hermanos y hermanas que pasan por este flagelo, a los adictos y sus familias que atraviesan esa situación debemos hacerles sentir el cariño, la ternura y la cercanía de Dios y de la Iglesia, a través de la Pastoral de la Drogodependencia. Tenemos la doble invitación para que frente a este flagelo de las drogas y nos involucremos en el trabajo hacia los que sufren”, invitó. 

Además, habló de un llamado para que aquellos que tengan el don, el talento y la inquietud se integren y participen en la campaña de la prevención. “Todos debemos trabajar mucho en este sentido. Y también los que tienen la capacidad comprometerse desde la rehabilitación”, instó.