Sin candidatos rutilantes, oficialistas y opositores "precalientan" para un nuevo ring electoral

Sin candidatos rutilantes, oficialistas y opositores

En una semana signada a escala provincial por diversos gestos de reacomodamiento en el seno del justicialismo, -donde dirigentes de los grupos Esmeralda y Fénix, entre otros actores pejotistas, dejaron entrever que podrán formar listas unificadas contando el cristinismo-, los mentideros políticos de la capital bonaerense comenzaron a cobrar ritmo mientras febrero comienza con los primeros síntomas electorales.

 

En ese marco, el oficialismo encabezado por Julio Garro comenzó a mostrarse en las calles –sobre todo con algunas obras importantes y otras “maquillajes” y la oposición, en plena etapa de resurrección, hace lo propio intentando mostrar propuestas y sobre todo cuestionamientos hacia la marcha del Ejecutivo.

Sin el Concejo Deliberante –las sesiones comienzan en abril- como caja de resonancia política por excelencia y “ring” electoral predilecto, concejales y dirigentes de todos los pelajes agitan las aguas del verano con comunicados de prensa e intentos de posicionamientos mediático.

Por el lado del oficialismo, mientras recién comienzan tibiamente a delinearse los primeros borradores de lo que será, con seguridad, un intenso proceso de armado de las listas, las novedades más resonantes se dan por los retoques del Gabinete, que como se informó en más de una ocasión incluirá muchos radicales para conformar a una de las columnas vertebrales de Cambiemos.

A quien se lo vio activo en inusuales caminatas  fue el presidente del cuerpo deliberativo, Fernando Ponce, quien en formato paseos barriales ya ensaya mostrarse en sintonía con los reclamos vecinales.

En tren de posibles postulaciones, por el lado del peronismo uno de los nombres más “candidateables” sigue siendo por el momento el del gremialista de sanidad y edil del FPV-PJ Pedro Borgini, mientras que el bruerismo puro busca ganar la agenda con críticas por el “estado del espacio público” y otros variopintos cuestionamientos.

Por el lado del kirchnerismo, como también se describió hace un par de semanas, el espacio liderado por la decana de la facultad de Periodismo, Florencia Saintout, comenzó a sondear capitalizar el aceptable caudal electoral que arrojaron sus dos participaciones electorales –donde promedió los 12 puntos- y a través de pintadas, que se aparecieron fundamentalmente en la populosa localidad de Villa Elvira, el nombre de la edil  figura pegado en clave de slogan de campaña al de Cristina Fernández de Kirchner.

En el seno del peronismo lugareño se evalúa con entusiasmo dispar la posibilidad de que el armado de las nóminas para el Concejo y la cámara de Diputados –renuevan 12 y 6 bancas respectivamente- lleve como efecto arrastre la figura de la ex presidente, quien recluida en tierras sureñas recibe a dirigentes y analiza encuestas que le dan entre el 20 y el 30 % de intención de voto en caso de una eventual postulación por la provincia de Buenos Aires.

Con más dudas que certezas

Por el lado del Frente Renovador massista, donde al menos dos espacios bucarán llegar a las urnas con apetencias propias, las certidumbres que indicaban que el edil José Arteaga y su par Javier García eran los “candidatos firmes” –para Diputados y Concejo respectivamente- ahora comenzaron a relativizarse.

Es que al ritmo de las especulaciones sobre posibles acuerdos  de la línea renovadora oficialista con el vidalismo, la dudas comenzaron a instalarse en el parlamento de pago chico, donde por ahora no hubo gestos que indiquen para qué lado jugar en le recta final de la carrera hacia los comicios legislativos. El estado de incertidumbre se agrava, a la luz del análisis de distintos observadores, por la caída en las encuestas que, según se dice, tuvo el diputado Sergio Massa en las últimas semanas (una versión sostenida fundamentalmente desde la Casa Rosada)

Esto hace especular con que lo que se verá, de aquí en más en el ámbito platense, es una especulativa relación legislativa con el garrismo en el Concejo, donde  Cambiemos sigue necesitando la ayuda de aliados circunstanciases para aprobar proyectos y propuestas denominadas “claves” ya que no tiene mayoría ni quórum propios, empresa que intentará revertir con suerte incierta en las urnas dentro de cuatro pares de meses.

 Ese rol, con algunas resistencias más dignas de una puesta en escena que de un real convencimiento en el caso de algunos concejales, será jugado nuevamente en la sala legislativa de calle 11. También se especula con que otros dirigentes que supieron jugar en el massismo –como Gerardo Jazmín y Marcela Farroni, hoy por hoy “monobloquistas”-, sigan prestando su ayuda “condicional” en el Concejo. Alguno podría seguir haciéndolo desde una banca unipersonal. Otro, quizá, ya integrado formalmente al bloque Cambiemos.

Coincidencia por “el bien de los niños”

En el orden de los pedidos de índole legislativa, dos ediles coincidieron en pedir explicaciones al Ejecutivo por el estado de la República de los Niños. El tradicional paseo recreativo de la localidad de Gonnet no presenta una de sus mejores versiones y por eso los concejales Gastón Crespo –Frente Amplio Progresista- y las ediles Lorena Riesgo y  Silvana Soria –FPV-PJ-, salieron a quejarse del “deterioro” del predio infantil.

A la Defensoría del Pueblo por las cloacas

También en tren de reclamos, el ex titular de AUBASA y dirigente con intenciones de protagonismo electoral Gonzalo Atanasof llevó a la Defensoría del Pueblo encabezada por Guido Lorenzino un paquete de reclamos de vecinos de la periferia platense.

Vulnerabilidad hídrica

Entre los reclamos de mayor sensibilidad social, se sabe, en la se encuentran los relacionados a las posibles inundaciones, un síntoma que se volvió recurrente después de la trágica jornada del 2 de abril de 2013.

En los últimos días, los familiares de las víctimas fatales y la Asamblea de Asambleas Barriales emitieron un duro comunicado expresando la preocupación por el impacto que tuvieron las lluvias caídas durante el mes de enero en La Plata.

Los cuestionamientos apuntan a lo que consideran es la “vulnerabilidad hídrica” de los barrios, a la “ineficiencia de la gestión municipal” y a la angustia que cargan los vecinos “que guardan en su mentes” la trágica jornada de hace casi cuatro años.

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