Sus dirigentes disputarán en las PASO del FPV el poder en por lo menos una decena de comunas
La Cámpora se prepara para librar este año una batalla que marcará el inicio de una nueva etapa política para la agrupación, ya sin Cristina Kirchner en la Casa Rosada. En simultáneo con la presencia expandida en las listas legislativas del Frente para la Victoria (FPV), lo que le garantiza mayor protagonismo en el Congreso, dará la pelea por el gobierno del territorio, por los ejecutivos de una decena de municipios, la mayoría en el conurbano.
Los casos emblemáticos son dos: el secretario de Justicia, Julián Álvarez, se medirá en las primarias con el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, en tanto que "Juani" Ustarroz, hermano de crianza de Eduardo "Wado" De Pedro y gerente regional de Anses, volverá a la carga en Mercedes, donde en 2011 quedó a sólo un paso de derrotar al intendente Carlos Selva, uno de los jefes comunales que migraron al Frente Renovador.
Pero no son los únicos. En la provincia de Buenos Aires hay otras seis batallas en puerta. Se suman a la experiencia de Mariano Recalde, en Capital, el primer dirigente de La Cámpora que se postuló para gobernar una provincia (la ciudad cuenta como tal), y a la del concejal de Ushuaia Walter Vuoto, que el domingo disputará las elecciones municipales para convertirse en intendente de la capital de Tierra del Fuego.
Brazo territorial para la aplicación de las políticas públicas del gobierno nacional y símbolo por excelencia del sostén militante de la Presidenta, los dirigentes de La Cámpora afrontarán como nunca hasta ahora el desafío de conseguir votos por su cuenta, una tarea que marcará el destino de la agrupación. Sobre todo a largo plazo, cuando se quede sin el paraguas de Cristina Kirchner. Hoy, no hay intendentes de La Cámpora. Para este turno electoral, el objetivo no es ganar, sino instalar referentes y dejar sentadas las bases para la construcción a futuro.
Como el caso de Álvarez, otros tres camporistas se alistan para dar pelea a intendentes alineados con el gobierno nacional. Son municipios donde los jefes comunales no lograron firmar la paz y mantuvieron una relación tensa con la juventud kirchnerista. O no pudieron o no quisieron integrarlos a su espacio de poder territorial.
El concejal de Moreno Walter Festa aspira a vencer en las primarias al intendente Mariano West. Del sector de La Cámpora liderado por José Ottavis, Festa rompió el bloque del oficialismo municipal el año pasado con duras críticas al intendente. La decana de la Facultad de Periodismo de La Plata, Florencia Saintout, quiere enfrentar a Pablo Bruera, jefe comunal cercano a Daniel Scioli. Aunque Saintout no es una orgánica de La Cámpora, en la agrupación la consideran parte de la familia. En San Vicente, el intendente Daniel Di Sabatino podría ir a las PASO con el camporista Diego "Chapu" Barralle, jefe de la Anses local y dirigente cercano al "Cuervo" Andrés Larroque. La diputada Mayra Mendoza, única mujer en la conducción nacional de La Cámpora, finalmente no será candidata en Quilmes, pero apoya la resistencia de un sector del kirchnerismo contra el intendente Francisco "Barba" Gutiérrez.
Esas tres contiendas no están confirmadas. Como pasa en Ituzaingó o en Florencio Varela, donde la resistencia interna la protagoniza Nuevo Encuentro, dependen de una negociación con los intendentes que se extenderá hasta el último minuto antes del cierre de listas, el sábado a la medianoche. Algunas de las precandidaturas podrían terminar siendo moneda de cambio en esos arreglos con los jefes territoriales.
A esos casos se suman las aspiraciones de dos "sin techo", como suele denominarse en el kirchnerismo a los referentes de municipios gobernados por un intendente opositor. En una situación intermedia, un camporista se prepara para enfrentar en las PASO a uno de los "retornados", mote que en los pasillos del oficialismo se les puso a los jefes comunales que se habían ido con Sergio Massa y regresaron al FPV.
Con menos obstáculos avanzan las precandidaturas de los dos "sin techo": Rodolfo Tailhade, concejal de Malvinas Argentinas, y Matías Molle, director del Renar y dirigente de San Fernando. El primero fue titular de la Inspección General de Justicia (IGJ). Abogado, nacido en Río Negro, cercano a Recalde, en 2013 encabezó la lista de concejales del FPV. La tiene imposible: enfrenta al peronista Jesús Cariglino, intendente desde 1995. Molle también la tiene muy difícil. Quiere desbancar a Luis Andreotti, uno de los pocos jefes comunales que se quedaron con Massa. Pero antes deberá superar las PASO. También está anotado el kirchnerista Osvaldo Amieiro, ex intendente y actual suegro de Molle.
En la provincia de Buenos Aires la grilla la completa el concejal de San Martín Hernán Letcher. Ex director en el Ministerio de Desarrollo Social, economista, es concejal desde 2013. Se medirá en las PASO con Gabriel Katopodis, un ex massista recién retornado al kirchnerismo. Aunque el jefe comunal es el favorito en las encuestas, Letcher es uno de los camporistas que mejor desempeño podrían tener en el conurbano, en línea con lo que sucedió en 2013, cuando La Cámpora encabezó varios armados de emergencia ante la ruptura con el oficialismo del sector de Massa.
INSÓLITO PEDIDO DE JOZAMI POR MÁXIMO
Eduardo Jozami, uno de los integrantes más activos de la agrupación de intelectuales del kirchnerismo, Carta Abierta, criticó a Daniel Scioli, y sostuvo que Máximo Kirchner podría ser su compañero de fórmula para que, de abandonar el gobernador, se convierta en presidente de la Nación."Tendría la expectativa de que a lo mejor Scioli renuncie algún día, pero no me gusta pensar así, no es bueno para la política", fueron las polémicas declaraciones del intelectual, en referencia a una salida que permita el ascenso al poder del hijo de la Presidenta. Jozami consideró que el gobernador bonaerense "es la expresión de las debilidades del peronismo kirchnerista".Además, ratificó el apoyo a la precandidatura presidencial de Florencio Randazzo, que fue invitado a uno de los plenarios de Carta Abierta, y no así el bonaerense.
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