La Cámpora, al Congreso para preservar el poder de Cristina

Las negociaciones en la Cámara de Diputados serán clave para medir la relación con Scioli

Producto de una etapa política que se termina y con un papel incierto en la fase que viene, estas elecciones marcan un antes y un después en la historia de La Cámpora, la agrupación más cercana a Cristina Kirchner. Sea cual sea el resultado de los comicios, el 10 de diciembre comienza una nueva era para la "fuerza propia" del kirchnerismo.

Más allá de quién sea el próximo presidente y de la continuidad del trabajo de militancia en el territorio, las principales espadas de la organización confluirán en el Congreso. Con un subbloque de alrededor de 25 diputados, la Cámara baja será la nueva sede del poder camporista, la nueva casa del cristinismo puro.

El resto del esquema institucional de la agrupación todavía está por definirse, al igual que su papel político. Daniel Scioli por ahora no mencionó a ninguno de sus dirigentes como futuros integrantes de su eventual gabinete de gobierno, todo un foco de tensión en el interior del oficialismo.

La relación con el candidato del Frente para la Victoria (FPV) es, como el vínculo entre el gobernador y Cristina, tensa y ambivalente. Los dos sectores niegan la pelea, pero la agrupación no llevó su militancia al cierre de campaña presidencial. Las discusiones públicas se pospusieron entonces para después de las elecciones.

Con presencia bonaerense

La contracara puede darse en la provincia de Buenos Aires. Aníbal Fernández dijo que quiere contar con "los pibes", por lo que el papel ejecutivo de la agrupación podría mudarse de Buenos Aires a La Plata. Para el ministerio de Economía provincial suena Emanuel Álvarez Agis, el actual viceministro de Axel Kicillof.

La otra apuesta fuerte de La Cámpora será gobernar por primera vez en ejecutivos municipales. Al triunfo que ya se anotó en Ushuaia (Tierra del Fuego) podrían sumarse tres intendencias del conurbano bonaerense. Dirigentes de la agrupación son favoritos en las elecciones de Lanús, San Vicente y Moreno.

En el distrito del sur del Gran Buenos Aires el candidato es el secretario de Justicia, Julián Álvarez, cercano al secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" De Pedro. Postulante único del FPV, Álvarez ganó las primarias por más de 6 puntos de diferencia respecto de Cambiemos.

En San Vicente dio la sorpresa Diego "Chapu" Barralle, jefe de la Anses local y dirigente cercano al "Cuervo" Andrés Larroque. Le ganó la primaria del FPV al intendente Daniel Di Sabatino y entre los dos superaron por 12 puntos a los tres precandidatos de UNA. En Moreno, el concejal Walter Festa, promovido por José Ottavis, derrotó a Mariano West y quedó a un paso de quedarse con el poder comunal. La agrupación también participa activamente de otros dos armados electorales con posibilidades imponerse, en Luján y Chascomús.

Pero sin dudas la cara más visible de la organización estará en el Congreso. Hará su debut en el Senado, con la mendocina Anabel Fernández Sagasti, y tendrá mucho peso en la Cámara de Diputados, con un subbloque que rondará los 25 integrantes.

Dirigentes de La Cámpora encabezan la boleta legislativa del FPV en 11 de los 24 distritos, entre ellos los seis más poblados.

Aunque no se espera que ocupe cargos legislativos el líder de ese grupo será Máximo Kirchner, en su primer paso en la política institucional. También estará Kicillof, símbolo de la última etapa del gobierno cristinista.

Un cargo clave

Si el FPV gana las elecciones, la relación entre Scioli y Cristina estará reflejada en gran medida en el papel que desempeñe La Cámpora en Diputados.

Un primer parámetro para medir ese vínculo será la designación del presidente de la Cámara baja. De Pedro es el candidato del cristinismo para ocupar ese lugar clave. Siempre en la hipótesis de que el oficialismo gane los comicios, habrá que ver si Scioli designa a "Wado", como una apuesta al equilibrio interno dentro del FPV, o si elige a un dirigente de su propio esquema de poder.

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