El sector agropecuario tuvo una activa participación en el paro nacional decretado por la Confederación General del Trabajo (CGT). La mayor parte de los productores, operadores y empresarios del campo decidieron adherir a la medida de fuerza.

Es que si bien, tanto el Gremio de los Peones Rurales (UATRE) como la Federación Agraria (FAA) fueron los que de alguna manera representaron al campo en la protesta, en las últimas horas se sumaron varios sectores más vinculados a la comercialización.

Así fue como la venta de granos y de hacienda se paralizó por completo en todo el país ante la imposibilidad de transportar y cargar productos. Ni en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) ni en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) hubo operaciones.

Según datos aportados por la firma Williams Entregas, en la jornada de hoy “no se registraron ingresos de camiones en las terminales portuarias de la zona de influencia de Rosario y del norte y sur de la provincia de Buenos Aires”.

Tampoco habrá movimientos en el Mercado de Liniers este viernes (los animales se trasladan con un día de anticipación), lo que marca, como en la mayoría de los casos, un termómetro del grado de adhesión del campo a las medidas de fuerza.

Lo cierto es que las interminables colas de camiones que se acumularon en las zonas aledañas a los puertos de Rosario, Quequén y Santa Fe, fueron asimismo una muestra del alto grado de acatamiento que tuvo el paro nacional en el campo.

Es que a la medida de fuerza adhirieron la Unión de Recibidores de Granos (URGARA) y los gremios que integran la Federación Marítima y Portuaria (FEMPINRA), entre los cuales se incluyen los obreros y maquinistas navales y los estibadores portuarios.

“La mayoría de los trabajadores que representamos consideran que la real situación económica y laboral del país es muy grave y por eso han decidido manifestarse”, comentó a La Política Online, el titular de URGARA, Alfredo Palacio.

En tanto, también se sumó al paro la Federación de la Industria de la Carne que lidera el ex aliado del kirchnerismo, Alberto Fantini, quien en su momento tuvo una fluida relación con el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

“Yo aposté al diálogo, pero tengo 15.000 trabajadores menos, 130 frigoríficos cerrados y más de 3000 obreros a punto de perder sus empleos. ¿Cuándo si no éste es momento de hacer paro?”, apuntó Fantini, visiblemente enojado por la crisis de su sector.

Por su parte, de la Mesa de Enlace el único que participó activamente del paro fue Buzzi. “Estoy contento como perro con dos colas”, fue la frase que lanzó el titular de la FAA y que graficó el éxito de la protesta entre los pequeños y medianos productores.

Del mismo modo, Gerónimo “Momo” Venegas, también llamó a los trabajadores rurales que representa a sumarse a la protesta y se mostró toda la jornada en la sede de la CGT junto a Hugo Moyano y Luis Barrionuevo (que llegó un poco más tarde).

Por su lado, en el resto de las entidades rurales decidieron adherir a los reclamos planteados, aunque no se sumaron activamente al paro, quizás, por viejos recelos contra Moyano por la actitud tomada en el conflicto por las retenciones móviles en 2008.

Fue probablemente por esto que Moyano mandó un mensaje de reconciliación al campo y particularmente a la Sociedad Rural (SRA): “¿Qué es la Rural, un enemigo letal? Es tonto pensar eso porque aburre”, dijo el camionero en la conferencia de prensa.

“Si no fuera por el campo, no sé si el país estaría como está. Es el que más aporta. Hay que entender estas realidades”, señaló Moyano, y agregó que “el precio de la soja le permite una salida elegante al Gobierno”.