Lo que la campaña tapa: peronistas preocupados y malestar en Cambiemos con Vidal

Lo que la campaña tapa: peronistas preocupados y malestar en Cambiemos con Vidal

 

Mientras la campaña domina los movimientos políticos en la superficie, lejos de micrófonos y cámaras hay reacomodamientos y malestares que crecen y que esperan para salir a la luz en malón después del 27 de octubre, si hay ganador en primera vuelta, o un mes después, si hay balotaje. 

Para el espacio político que pierda la elección, el futuro se parece mucho al canibalismo. Son pocos los que por estas horas piensan cómo impactaría una derrota en dos frentes electorales que fueron sellados al calor de la victoria posible.

Entre esos pocos están los peronistas bonaerenses preocupados, vaya paradoja, por la ley que impulsó Sergio Massa en la provincia para prohibir la reelección indefinida de los intendentes. Comenzará a regir a partir de 2023, así que esta vuelta será la última en la que los mandatarios comunales podrán revalidarse, si los acompaña el voto popular. Los atentos al dato pronostican un cuello de botella en las elecciones de medio término, con intendentes dejando sus cargos y buscando reinventarse como diputados nacionales. Un plan arriesgado: los lugares en las listas nacionales son muy limitados, ya que la mitad de los disponibles deben ser ocupados por mujeres por la Ley de Paridad, y los intendentes son casi todos varones -ya no barones-. Y doblemente riesgoso si el peronismo pierde las elecciones, pues en tal caso habrá que ver en cuántos pedazos estalla la unidad y cuántas facciones entran en disputa por la misma cantidad finita de lugares.

Para el espacio político que pierda la elección en la provincia, el futuro se parece mucho al canibalismo

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La buena onda que los intendentes pegaron con Axel Kicillof, detallada por BAE Negocios una semana atrás, no obtura estos miedos ni las críticas internas a la coordinación de la campaña bonaerense. La preocupación en algunos municipios pasa por la U que, dicen, dibujan las encuestas. Es decir, números elevados al inicio y al final de la boleta (el tramo presidencial y el tramo municipal) y más bajos en el medio, adonde aparece la cara de Kicillof. Dos motivos explican las diferencias: el nivel de desconocimiento que todavía tiene el ex ministro de Economía y, en el interior bonaerense, el rechazo a su origen porteño. Ese dato también lo detectaron los focus groups del equipo de María Eugenia Vidal, quien no pierde ocasión de remarcar que es local. De hecho, arranca uno de sus spots más difundidos diciendo: "Vos y yo vivimos acá. Somos bonaerenses". No hace mella que la gobernadora haya crecido y vivido gran parte de su vida en el barrio porteño de Flores.

Lo que sí genera ruido entre quienes podrían llegar a votarla (el "voto blando", le dicen enCambiemos) es su decisión de vivir en una base militar. Por eso la risueña entrevista en la que Vidal recorrió el predio de Morón. Fue una acción de comunicación que apuntaba a que Vidal pueda aclarar que le resulta incómodo vivir allí, pero lo hace por los bonaerenses. "No es que yo me vine a vivir acá porque exagero, yo me metí con gente que perdió muchos negocios", explicó entonces. Tal vez haya conformado a los votantes dudosos.

En paralelo, datos de la gestión de Vidal empiezan a pasarle otras facturas. Las estadísticas -algunas de ellas vinculadas a políticas macroeconómicas decididas por el espacio político que integra y otras muy locales- muestran indicadores negativos en seguridad (la Procuración que comanda Julio Conte Grand informó que el año pasado aumentaron los robos, las estafas, los secuestros y los homicidios en situación de robo), en tendido de cloacas y conexiones de agua (creciendo pero con una notoria desaceleración frente a períodos anteriores), en cantidad de escuelas o unidades educativas, como las llama la gestión Cambiemos, y hasta en cantidad de pequeñas y medianas empresas, con 5.500 Pymes menos en los últimos cuatro años.

Candidato a senador nacional por otro distrito, Martín Lousteau salió en los últimos días en auxilio de Vidal con algunos argumentos que intentan explicar lo que muestran los números. Sin embargo, no todos en la alianza oficialista defienden la gestión bonaerense. En la Casa Rosada, quienes no quieren a Vidal (sectores que le cuestionan principalmente su estilo personalista y cerrado) dicen que sus cuatro años como gobernadora fueron malos para la provincia. "Está haciendo sciolismo. ¿Qué obra grande deja en el recuerdo de los bonaerenses su gestión? Un par de metrobús, el SAME y pará de contar", se quejó ante BAE Negocios un funcionario con despacho en Balcarce 50. La alusión al antecesor, Daniel Scioli, apunta no sólo a la consideración sobre la gestión sino que además incluye en la ecuación la amabilidad de gran parte del sistema mediático para con la gobernadora.

“Está haciendo sciolismo”, critican con malicia en la Casa Rosada quienes no quieren a la gobernadora

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Por esa notoria simpatía, los candidatos al Ejecutivo bonaerense por el Frente de Todos se quejaban hace algunas semanas de la "injusticia" de ser los únicos que criticaban públicamente a Vidal. Eso cambió en los últimos días, principalmente gracias a una conversación que tuvo Kicillof con Malena Galmarini en la que le pidió a la candidata a diputada provincial que opine en los medios sobre la gestión provincial. Orgánica de la unidad, ella aceptó el desafío. Criticó a Vidal por las cifras de la lucha contra el narcotráfico e infraestructura educativa. "Vidal vino a profundizar los problemas que nos dejó Scioli", dijo en C5N. Llamativa coincidencia en el diagnóstico con el funcionario macrista.

Igual de orgánico, Sergio Massa comenzó a levantar el perfil público en los medios nacionales. Aun cuando cerca suyo no están del todo contentos por la estrategia de campaña de que Cristina Fernández de Kirchner se muestre en la Primera Sección Electoral adonde, aseguran, "resta". El primer candidato a diputado, de todas formas, colabora con la organización para la presentación de Sinceramente. Y en Tigre anotan un dato que contrasta con los que desaconsejan la visita de la ex presidenta a la zona: hay mucha demanda por participar y el acto promete ser masivo.

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