El temario que recibieron los invitados por mail le imprime, a la primera jornada del retiro espiritual al que convocó Mauricio Macri, la sobriedad de lo técnico, pero también la tensión de la evaluación. Hoy parte la tropa de ministros junto a algunos legisladores -Emilio Monzó, Federico Pinedo, Mario Negri- llegarán al complejo estatal de Chapadmalal para una reunión que se extenderá hasta al sábado al mediodía, con María Eugenia Vidal de invitada. En medio de las pujas y el tironeo por forjar alianzas, el peronista PRO, Monzó, desembarcará fortalecido de cara a la interna del PRO que aún no blanquea posiciones clave para la confección del año electoral, como la de armar un imán hacia el peronismo.

A propósito, lanzó ayer una frase, quizá formal, quizá condescendiente, que removió las peleas domésticas del partido oficialista. Lo dijo cuando Diputados lo reeligió como presidente de la Cámara y desde distintos bloques lo halagaron.

No terminó de leer un discurso que había preparado y el legislador le agradeció "a la política" explicando que "esta cámara funcionó porque hay buenos políticos, la palabra política debe ser valorada", apuntando seguramente a los consejeros de Macri más inclinados a seducir con la comunicación audiovisual.

Como sea, Monzó fue elegido ayer para seguir al frente de diputados por un año más y destacó "la productividad" de las veinte sesiones de 2016, en las que han sancionado 105 proyectos de ley, la presencia de 216 representantes del poder ejecutivo y más de 700 representantes de organizaciones y sindicatos. 

"Esto demuestra ser un ejemplo de convivencia y madurez política", remarcó Monzó e insistió con que la política es un "elemento ineludible" para el desarrollo de las sociedades y opinó que 2016 "pasará a la historia como el de "la tolerancia política". 

De la alianza Cambiemos, el radical Mario Negri propuso la ratificación de Monzó y lo consideró "con gran capacidad para articular consensos entre distintos bloques políticos y garantizar la pluralidad de voces, sin renunciar a sus convicciones ni sus pasiones". Además,el kirchnerista Héctor Recalde, coincidió en "defender la institucionalidad, la pluralidad de opiniones, el debate franco y abierto, sin pequeñas mezquindades".

El peronista José Luis Gioja, fue reelecto vicepresidente primero, junto con la radical Patricia Giménez en la vicepresidencia segunda y a Felipe Solá (FR) como vicepresidente tercero. 

"No habíamos tenido en muchos años un presidente de Cámara que nos permitiera expresarnos a todos los legisladores, apelando durante nuestros debates parlamentarios a un equilibrio de voces", halagó Graciela Camaño, del bloque del Frente Renovador. 

"Siempre ha tratado de mantener ese fino equilibrio entre ser el representante del oficialismo y tratar de que todos los que estamos aquí podamos plantear nuestras ideas y nuestras diferencias. Gracias por las palabras vertidas por casi todos los diputados nacionales que me generan mayor responsabilidad, también las críticas porque las críticas son lo que movilizan a uno a mejorar, he escuchado atentamente", devolvió Monzó.