El estado de salud de Camila Zelayeta, una joven marplatense de 17 años que depende de un trasplante de pulmón para salvar su vida, se agravó en las últimas semanas y llegó este viernes a la noche a un punto crítico cuando los médicos de la Clínica Colón, donde permanece internada, le informaron a su familia que “lamentablemente ya no hay más nada para hacer por ella” y que su corazón podría dejar de funcionar en cualquier momento. Sin embargo, cerca de la medianoche lograron bajarle el ritmo cardíaco y solo le queda una oportunidad: encontrar cuanto antes a un donante.

Camila padece una fibrosis quística pulmonar desde los dos años. Su familia cuenta que toda la vida “su salud fue una lucha” y que con el tiempo su situación fue agravándose, al punto de confirmarse la necesidad de encontrar a un donante para poder sobrevivir.

Pero el donante no apareció, pese a que debido a la gravedad del caso la joven entró en la emergencia nacional del Incucai. Su destino debería haber sido un trasladado a la Clínica Favaloro, pero antes de lo esperado su cuadro desmejoró y debió ser internada en la Clínica Colón de Mar del Plata.

“Entre los trámites y todo lo que te piden se perdió tiempo. Hubo que entubarla y el último parte médico dice que no hay más nada para hacer. Cerca de la medianoche lograron bajarle las pulsaciones con una droga y solo que aparezca un donante puede salvarle la vida”, contó Emilce, la tía de Camila, en diálogo con QUÉ.

Concretamente, la familia está convencida de que “algo falló”. No solo no apareció el donante para concretar a tiempo el trasplante pulmonar, sino que la burocracia del sistema de salud atrasó la agilidad con la que podía haberse actuado.

“Hablamos con todo el mundo pero no hubo manera. Acá es todo plata. La Clínica Colón solo quiere plata, todos quieren plata y nadie se ocupa de la vida. Camilia tiene 17 años. Hicimos de todo, pero ya no llega a un traslado a Buenos Aires, según nos dijeron los médicos”, comentó.

Camila Zelayeta es alumna del Instituto Educativo Julio Cortázar, desde donde -principalmente a través de las redes sociales- se emprendió una cruzada solidaria para gestionar primero su traslado y luego para darle una ayuda económica a su familia y difundir la búsqueda de un donante de pulmón.

En la Clínica Favaloro no había cama disponible. El donante no apareció a su debido tiempo. La familia se dirigió a laSecretaría de Salud del Municipio pero afirman que no encontraron la respuesta que esperaban. Al menos, la burocracia se interpuso. Camila se desestabilizó antes de lo esperado. Algo falló. Por sobre la esperanza, en su familia hay un resabio de bronca y dolor: “Nos dijeron que no hay nada por hacer. Lamentablemente estamos esperando que se pare su corazón. Está en emergencia nacional, estamos desesperamos y solo que aparezca un donante la puede salvar”.