Los cambios de Gabinete terminan acá, dice el Gobierno

Los cambios de Gabinete terminan acá, dice el Gobierno

Es después de las salidas de Prat-Gay, Melconian y Chaín. Sostienen a Lemus y Bergman.

 

Hasta aquí llegaron los cambios, dicen en la Casa Rosada. Se refieren, claro, a los sacudones producidos en estas semanas en Economía, el Banco Nación, Salud, Obras Públicas... En los despachos más cercanos a Mauricio Macri niegan que estos giros estén ligados a las elecciones que ya se avecinan, pero reconocen que todo apunta a dar más velocidad a la gestión. Y eso hace a los tiempos electorales, a los menos de 9 meses que faltan para octubre, no?

Empecemos por dos anécdotas que cuentan a metros apenas del escritorio del Presidente. “Me vino a ver un inversor extranjero y me contó que había visto a tres presidentes de banco; le pregunté qué tal, y la respuesta fue que había hablado con los de dos bancos privados que eran optimistas, pero que luego vio al de un banco público y le hizo un montón de cuestionamientos a la situación económica”, cuenta un hombre de la Jefatura de Gabinete. El cuestionador, claro, era Carlos Melconian, quien en público ya no marcaba distancia de la política económica, pero en privado seguía poniéndola. La otra historia suena en esos mismos escritorios, tan cercanos al centro de decisión del Gobierno: “Recordemos que Macri lo echó a Maradona de Boca. ¿Hace falta otro ejemplo de lo que él piensa de poner el equipo por delante de la gente?”.

Ese es el espíritu que reina en la cúpula del poder oficial después de una semana donde la palabra clave fue homogeneización, un concepto curioso para un Gobierno que ha destacado como uno de sus valores centrales la capacidad de diálogo, de aceptar la diferencia, de cobijar gente que piensa distinto. ¿El propio Cambiemos cuestiona ese valor de la diversidad y ahora quiere un pensamiento más homogéneo?, planteó este cronista en el máximo nivel del Gobierno. Aquí la respuesta: “Estos no son cambios de más homogeneidad cerrándonos, sino de más homogeneidad abriéndonos -dijo el hombre consultado-. No es homogeneidad de que todos piensen igual, sino de que homogeneidad de lo que queremos hacer, de un mismo plan de trabajo. La diversidad se construye cuando hay un camino común. Si es diversidad por diversidad solamente, el equipo se canibaliza”.

Es curioso otro dato político de esta semana. Inmediatamente luego de que le pidieran la renuncia a Carlos Melconian, surgió la versión de que podría ser candidato por el Gobierno en la Capital. El dice que aún no lo resolvió, que lo va a pensar. Algo similar había pasado días atrás luego de que echaran a Alfonso Prat-Gay, a quien parecen querer poner para enfrentar al fantasma tan temido del regreso porteño de Martín Lousteau. “Puede ser que sean candidatos, veremos -dice la misma altísima fuente-. Porque una cosa es ser funcionario y otra es ser Cambiemos como fuerza política. Melconian como dirigente de Cambiemos podrá seguir marcando su mirada de que hay que hacer una ajuste más fuerte, pero como funcionario, no”.

O sea, diversidad de pensamiento como oferta política o discusión teórica. Pero para adentro, en la gestión, homogeneidad. O, en la que fue la palabra de hace dos semanas, “coordinación”, alineamiento con la gestión comandada, coordinada, desde la Jefatura de Gabinete. El que no actúa en esa línea es porque no entendió la bajada de línea del Presidente en el retiro espiritual de Chapadmalal, dicen en la Casa Rosada: trabajar por objetivos, con seguimiento de gestión, en equipo, que el rol de coordinación de eso es la Jefatura de Gabinete. “Nadie está por encima de esto”, dicen, por si cabe alguna duda.

Volvamos a lo nuestro, a lo que pasa en estos días. Hubo un aspecto también curioso en los comunicados con que la Rosada despidió a Melconian y al secretario de Obras Públicas, Danial Chaín. En ambos se destacó lo buena que fue su gestión. Palabras similares habían dedicado a Prat-Gay. Y también a Isela Costantini, ahora ex de Aerolíneas. ¿No es contadictorio echar a quien tiene buena gestión cuando lo que reclaman es justamente eso, eficiencia?, planteó este cronista esta vez ante el mismo altísimo funcionario.

“Si, es raro, pero está ligado a las personas -fue la respuesta- Les agradecemos mucho lo que se hizo, pero es como los cambios tácticos en el futbol, podés tener un jugador que es bárbaro, que metió varios goles, pero el director técnico piensa que hay que cambiarlo, y lo saca de la cancha. Es así. Hay que pensar en el equipo antes que nada. Y eso hacemos”.

Ahora miremos para adelante. Las versiones que rondan mencionan al ministro de Salud, Jorge Lemus, y al de Medioambiente, Sergio Bergman, como los próximos en la lista de cambios. Con Lemus “ya se hizo el trabajo de cambiar las segundas líneas, todo el equipo de gestión”, dicen en Gobierno. Con Bergman, “la tarea será definir más claramente qué es el ministerio, y aprendizaje, porque él no tenía experiencia de gestión”. Pero, insisten: “Esto terminó acá, puede haber cambios en segundas líneas en algún caso, pero en lo estructural, ya todo está alineado”.

Teniendo en cuenta un dato develado ayer por Ricardo Roa aquí en Clarín, que a Melconian lo cuestionaban en verdad porque no había abierto suficientemente la mano del banco para financiar el déficit fiscal y firmó un acuerdo salarial que no estaba en línea con la pretensión de Trabajo, el tema de la alineación de la gestión con las elecciones viene a la mente. “¿Ajustaron el equipo para enfrentar las elecciones?”, fue la siguiente pregunta.

-”Octubre no es un tema, no es una reorganización por eso, sino por la gestión. Tenemos que mejorar exponencialmente respecto al año pasado. Y en las encuestas seguimos con el mismo apoyo que en febrero pasado”, cierra la charla el mismo funcionario. Cada uno tiene la libertad de interpretar si es así o no.

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