Cambio climático: abril marcó un nuevo récord

Según la NASA, el mes pasado superó todas las marcas de temperaturas registradas

No frena. Mes tras mes, la temperatura media del planeta se empeña en marcar un nuevo récord. Anteayer, se conoció que en abril pasado se produjo una nueva marca histórico en términos de variabilidad de la temperatura en la superficie terrestre y en los océanos. Así lo determinó la agencia aeroespacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), que indicó que la temperatura media de abril pasado fue de 1,11°C superior a la media recogida desde 1951 hasta 1980 por el organismo. El récord anterior de un mes de abril se había batido en 2010, cuando la media se superó en 0,87°C.

Es el séptimo mes consecutivo que aumentó la temperatura en al menos 1°C por encima de los promedios de referencia. Los datos llevaron a los científicos a declarar una "emergencia climática" y ya se están poniendo en duda las promesas hechas en el acuerdo de París para mantener el alza de la temperatura por debajo de los 2 grados centígrados. Si el límite se supera, los científicos prevén que habrá consecuencias catastróficas para el planeta.

"Esto significa que la tendencia positiva continúa y se mantiene por efectos humanos. Después de un breve período de freno en el calentamiento a principios de este siglo por la circulación oceánica, vemos que El Niño [el desarrollo de la corriente cálida del Pacífico] potenció la suba y por eso es récord. El hecho de un episodio como El Niño, que forma parte del proceso natural, tiene que ser un llamado de reflexión a todos los políticos, empresarios, ciudadanos, de todos que tenemos que ponernos en acción", indicó Pablo Canziani, investigador del Conicet y especialista en cambio climático.

El acuerdo fue consensuado en diciembre pasado por 195 países con el ambicioso objetivo de limitar el aumento de temperatura a 1,5°C en comparación con los niveles preindustriales.

Los aumentos de temperatura generaron efectos devastadores en varios lugares del planeta. Por ejemplo, hace un mes se detectó el blanqueamiento del 93% de la gran barrera coralina de Australia, que sufre un deterioro hasta cierto punto irreversible por el aumento de las temperaturas del mar. Los científicos estiman que la mitad de los corales morirán, en un efecto comparable al paso de un ciclón.

Las consecuencias locales

En la Argentina, el impacto climático también se hizo presente. De hecho, el último abril estuvo marcado por las precipitaciones. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en un trabajo especial, mostró marcas inéditas en al menos cinco ciudades para esa época del año. "Los mayores valores de precipitación se registraron en la provincia de Santa Fe, el norte de Entre Ríos y el sur de Corrientes, donde alcanzaron valores entre los 400 mm y 600 mm en los primeros 20 días del mes. En las provincias de Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Mendoza, el sur de San Luis, el centro de Salta, el norte de Córdoba y La Pampa y el centro-norte de Buenos Aires, se registraron precipitaciones que superaron los 100 mm".

Las causas de este fenómeno obedecieron a la presencia de la circulación de bajas presiones al oeste del centro de Chile y de altas presiones en el Atlántico Sur. Y esto se combinó con la influencia de la corriente de El Niño. Canziani sostuvo que la gravedad del fenómeno de las lluvias fue potenciada por el "mal manejo del suelo, el avance de la frontera agropecuaria y el mal manejo urbano". E indicó: "Nuestro país tiene que ver para que el cambio climático no empeore porque, dadas las características que se presentan en el nuevo escenario, puede ser interesante aprovechar las circunstancias y trabajar en la adaptación al cambio climático y en el aprovechamiento del recurso agua".

Canziani forma parte de un grupo de científicos y especialistas que criticó la postura argentina de llevar una propuesta de lucha local contra el cambio climático a París para disminuir el 15% de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030. "Si bien nuestro país no es un gran emisor de GEI, dado el tamaño de su economía, que nos hace contribuir con alrededor del 1% del total mundial, nuestra participación, medida por habitante es alta: unas 10 toneladas anuales per cápita, cuando el promedio de la Unión Europea se acerca a 7", sostiene el documento que presentaron. Y agregaron: "Debemos tener en cuenta que se registra una creciente tendencia a restringir el comercio internacional de aquellos bienes de los que no se pueda demostrar que en su proceso productivo se aplicaron técnicas que reduzcan las emisiones de GEI asociadas. Desde el punto de vista de nuestros intereses económicos es imperativo desarrollar procesos de mitigación en nuestras cadenas productivas, para asegurar el acceso de nuestros bienes a los mercados mundiales".

Por estos días el Ministerio de Ambiente de la Nación trabaja en una nueva propuesta que pretende mejorar la anterior.

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