Cambiemos entre mitos y símbolos

Cambiemos entre mitos y símbolos

Paso un mes de las elecciones y parecería que la política sigue ocupando la centralidad en la agenda mediática de nuestro país. Desde una leve perspectiva se puede ver como los resultados de aquel domingo de octubre no solo están dejando huellas en la historia Argentina si no que también están transfiriendo señales vitales que influyen directamente en la intensidad política del oficialismo triunfante.

La campaña bonaerense fue intensa y de mucha proximidad, pero se hablo poco y nada, se evitó definiciones con prepuestas concretas y se concentro en comunicar una síntesis inteligente de palabras claves como: obras, gestión, equipo, lucha contra el narcotráfico, Vidal, Vidal y mas Vidal. Los ingenieros de esta estrategia realizaron una interpretación acertada de los deseos de las mayorías, orientado todo hacia un montaje de expectativas  sensibles y muy bien recibidas por los votantes, tal así, que la confianza en “un futuro mejor ” definitivamente le gano la pulseada al histórico voto bolsillo. A pesar de 12 meses de recesión económica, actualización de tarifas y un “segundo semestre” que llego un año más tarde de lo anunciado, el oficialismo no solo triunfó sino que logró perforar electoralmente en los sectores sociales más bajos. Ejemplificando en La Matanza, Cambiemos creció en más de 50 mil votos comparando las elecciones de 2015  y 2017.

El sello Cambiemos logró consolidarse en todo el territorio nacional ganando en 13 provincias, entre ellas, los 5 principales distritos que representan el 66% de la población. Como toda elección se podría seguir analizando en términos de votos, porcentajes o como una simple distribución de bancas, pero en esta oportunidad, lo numérico va quedando opacado ante el cambio cualitativo que se produjo en el sistema político.

Dada la magnitud de Buenos Aires, el análisis siempre será complejo, pero los números provinciales hablan por sí solos y son letales en relación a los mitos que sus estadísticas son capaces de construir. Dentro de la mitología bonaerense ya es conocido que ningún gobernador pudo catapultarse y llegar a ser presidente electo. La gobernadora puede que sea creyente o esté bien informada del tema, la cuestión es que siendo la actora con mejor imagen de la política Argentina y con casi un 70 % de popularidad,  negó en reiteradas oportunidades todo tipo de aspiración presidencial.

Si pasamos al caso de las disputas legislativas vemos como sus estadísticas también generan mitos referenciales. El cuadro ilustra las consecuencias que enfrentan los gobiernos nacionales luego de elecciones intermedias.

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