Por Ricardo Carossino

La teoría de que haya o no haya PASO en Cambiemos empezó a tomar forma de chicana, más que de debate. Un sector del macrismo ya comienza a pensar en que las Primarias no haya más que una lista de unidad. Este sector es el más relacionado a María Eugenia Vidal. Curiosamente, el entorno de la gobernadora quiere largar a rodar la idea de una primaria con un solo candidato a senador nacional: el intendente de Vicente López, Jorge Macri.

Detrás de esta línea no aglutinarían los intendentes más amarillos del conurbano bonaerense, como Lanús, Quilmes, Morón, Tres de Febrero, Pilar, La Plata y Campana. El jefe comunal de Vicente López estaría apostando a jugarse esta parada, supuestamente apoyado por Mauricio Macri, algo que Política del Sur no ha podido confirmar hasta el momento.

Desde luego, los pocos “lilitos” que quedan después de tantos experimentos frentistas de Carrió, creen que como la líder de la Coalición Cívica mide (por ahora) más que el primo del Presidente, éste le daría su bendición, y la inefable chaqueña ya empezó la guerra al atacar a Vidal, pegándolo a su jefe de policía.

Fuentes de la gobernación aprovechan este momento para poner en duda la precandidatura de Carrió, y se atreven a aventurar que Jorge Macri sería el único precandidato si logra enfilar tanta tropa detrás de él.

El desafío del intendente que quiere ser senador, es un desafío que no tienen ni Carrió ni lo radicales, que es ordenar el PRO de la Tercera antes de cualquier fantasía de unicato interno.

Tanto, Jorge Macri, como Néstor Grindetti y Vidal tienen que reparar grietas que se han abierto en la mayor sección electoral de la Provincia de Buenos Aires, donde el peronismo es mayoría, que (dialoguista o no) son una oposición que se hará sentir en 2017.

Hoy la sección electoral donde Cambiemos en minoría tiene a su planta orgánica partidaria algo desordenada, más que nada en el conurbano: Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría. Si bien todos tratan de minimizar las internas macristas y decir que “el único problema es Avellaneda”, no todo lo que reluce es tan amarillo.

Como en todos los partidos políticos, el PRO por joven  y diferente que pretenda ser, no escapa a las lógicas de las “roscas” clásicas de la política bonaerense. Formado por ladrillos peronistas en buena parte, el partido insignia de Mauricio Macri se maneja en los barrios de la misma manera que el PJ: con organizaciones punteriles que quedaron afuera del kirchnerismo y el Frente Renovador, después del fallecimiento de Néstor Kirchner y la apertura de Sergio Massa.

Adelante radicales

La otra teoría desde el macrismo que empezaron a hacer resonar es que los 42 intendentes radicales del interior de la Provincia, por una cuestión pragmática que significa tener recursos para gobernar que le llegan desde Vidal o desde Nación, terminarían jugando como hicieron los intendentes peronistas cuando el Pingüino manejaba la caja de obras para disciplinarlo.

Los intendentes radicales, lo primero que necesitan, como cualquier jefe comunal es mantener sus HCD en orden y con mayoría. Claramente antes que el partido histórico, están sus pueblos y en esa lógica se podrían llegar a mantener.

El PRO bonaerense espera que con esa estrategia pueda encolumnar a los jefes comunales de la UCR detrás de la candidatura de Jorge Macri y así hacer que las PASO sean apenas un trámite sin precandidatos de boina blanca y sin Carrió.

Desde luego, después de esta idea confiada a este medio, Política del Sur consultó a los correligionarios que consideraron esta como una “idea peligrosa” porque podría terminar rompiendo Cambiemos.

Todo depende de quien se quede con el poder en octubre del Comité Provincia, o el sector macrista que representa Daniel Salvador o el sector de Ricardo Alfonsín que quiera ir a la interna con el PRO.

Desde el radicalismo de Alfonsín, que quieren una estrategia más acorde a la UCR con un presidente del Comité Provincia que no sea Salvador para poder jugar al policía bueno y al policía malo, con un radical vidalista, y un comité con la libertad necesaria de criticar y sostener el fortalecimiento de la identidad ucerreista, apuestan a que el centenario partido tenga un precandidato a senador nacional.

Avellaneda

Es cierto que la interna de Avellaneda suena más fuerte y más lejos que cualquier otra de la Tercera. El enfrentamiento que están protagonizando el concejal Daniel García con la diputada nacional Gladys González trasciende fácilmente las fronteras del Municipio y llegó a los oídos de las planas mayores de Provincia y de Nación.

Los popes del PRO están intentando por todos los medios calmar las aguas de Avellaneda. Han intervenidos todos los que pudieron para aplacar las peleas entre García y González. Desde un sector jorgemacrista, sostienen que el intendente de Vicente López habría conversado con el edil se tiene unibloque para pedirle “un poco de mesura”, pero también reconocen y admiten que García no es un hombre que se deje conducir fácilmente y que necesita espacios más amplios de discusión para sentirse cómodo. El concejal no estaría dispuesto a soportar que le acoten el territorio, aunque un “camión PRO” descargó en las últimas horas toneladas de hielo para enfriar tanto a García como a González.

Política del Sur conversó con una fuente influyente en el armado de Vidal, Grindetti y  Macri y la idea primaria de la gobernadora y del Presidente sería poner “los fierros” fundamentalmente en los territorios donde gobiernan los siete jinetes amarillos para que la gente vea cómo es una gestión macrista: obras son amores es la consigna para los intendentes del riñón de Mauricio Macri.

En este caso la Primera Sección es bastante amarilla y está proporcionalmente repartida entre oficialismo y oposición, pero no es así en la Tercera donde, salvo por Lanús y Quilmes, se tienen que construir líderes y para eso estos aspirantes a primeros concejales necesitan los mismos “fierros” que los intendentes si quieren competir de igual a igual con nuevos barones como Jorge Ferraresi, Martín Insaurralde, Mariano Cascallares y Fernando Gray.

Lomas de Zamora

El Municipio de Martín Insaurralde es un territorio que se convirtió en centro ineludible de la escena política desde que el intendente creció en liderazgo y se paró de manos contra el ministro de Seguridad Cristian Ritondo por los problemas de secuestros y la interna bonaerense.

La iniciativa comandada por MI en La Plata de pedir el control municipal de “los pitufos”, resonó con violencia en el despacho de Vidal y todo apuntaría a que Lomas será un territorio de batallas macristas contra insaurraldistas.

Las visitas sorpresivas de Vidal a Lomas ya provocaron una primera reacción polémica al visitar el Jardín de Infantes Capullito de Algodón. Las autoridades del jardín invitaron a los padres a llevar a sus hijos para una “actividad recreativa” y ese día la gobernadora apareció para fotografiarse con los chicos sin la correspondiente autorización de los padres.

También la semana pasada, sorpresivamente bajó Jorge Macri a Temperley y el Municipio mandó varios patrulleros para “pispear” cuánta gente juntaba el PRO por esos barrios. La cara de unos de los policías pareció relajarse cuando vieron que la cantidad de personas no llenaba ni la privada de Insaurralde.

Almirante Brown

La supuesta ausencia del ex líder del PRO Carlos Regazzoni, “ocupado” en el PAMI generó ya visitas a otros líderes, como al “Momo” Venegas, porque hay críticas en Cambiemos porque el teléfono del titular del PAMI, según confiaron a este medio dirigentes no amarillos críticos al ex funcionario porteño de Educacion,  lo atendería “un pibe que no sabe nada”, pero no quisieron decir el nombre.

Esto genera cierta anarquía en el distrito que gobierno Mariano Cascallares con Regazzoni parece mostrarse más que con los concejales de su propio frente electoral. Las facturas aún no le llegaron, pero dicen que ya tienen una persona ensobrándolas para mandarlas cuando sea el momento.

Esto debilita mucho a un frente que de no recibir los “fierros” necesarios se quedarán sin tener mucha incidencia en las intermedias de 2017, por falta de un candidato fuerte que arrastre. Quizás, Regazzoni se ausente, sabiendo que no hay nadie capaz de quitarle el lugar para 2019, ya que si estos dirigentes no reciben el apoyo “necesario” de Vidal y Jorge Macri, dudosamente puedan ocupar el espacio que deja vacío el hombre del PAMI.

Esteban Echeverría

Las cosas están tranquilas en el macrismo del territorio de Fernando Gray. Ever Van Tooren, ahora al frente del Instituto de la Vivienda en la Provincia, construye su territorio en el Municipio con dos concejales que le responden y desde allí intentará posicionar su espacio para el año que viene.

El Frente Renovador

El sector de Vidal, Grindetti y Jorge Macri parece tan confiado en tener una buena elección en 2017 gracias al plan de obras que empezará a hacerse notar hacia fin de año, que hasta se atreven a apostar a que Sergio Massa y Margarita Stolbizer “no irán juntos”.

Así de positivos se ven los amarillos que tienen el perfecto discurso armado para bajar a los barrios con una campaña de la corrupción K contra la felicidad M. Los macristas saldrán a los pueblos bonaerenses a hablar de “la plata que los K le robaron a los vecinos”, e ir eludiendo por el momento, el reclamo de los tarifazos que hasta los vecinos amarillos le reclaman a los dirigentes de Macri cuando salen a la calle.