Cambiando en Cambiemos

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La llamada de Presidencia de la Nación invitando al intendente Carlos Fernando Arroyo a participar de la reunión de Mauricio Macri con los actores de la pesquería local fue celebrada someramente en la Privada local. ¿El motivo?: los interrogantes que rodeaban el escenario previo, el cual condujo a dicha invitación y rompió con el ninguneo en términos de autoridad al intendente de Mar del Plata.

 

Está claro que Mauricio Macri cultiva un estilo florentino del poder; los gestos cuentan tanto o más que las palabras. Macri llegó al aeropuerto internacional Astor Piazzolla, se trasladó a la sede del INIDEP, y desarrolló toda su actividad política en el lugar. Ergo: no descendió de un helicóptero sobre el helipuerto del área del Provincial, no pasó a saludar por el Hermitage, ni fue a llevar flores a Champagnat y Alberti. La invitación al intendente y la previsible foto fueron un mensaje de alto voltaje político en la ciudad. La foto de familia junto a otros actores locales es una formalidad menor; políticamente, es la nada misma.

Pero no sólo hubo un mensaje a la política. Fuera de la mesa en la que se debatió y se hicieron anuncios como el que quita de manos de Prefectura el control de la flota pesquera en sus elementos técnicos, la negativa de plano a quitar impuestos y una advertencia a todos los presentes -“el país está fundido”-, hubo un capítulo subrayable dirigido a los conocidos como “los tres fantásticos”: Solimeno, Moscuzza y Valastro.

El Presidente visitó el astillero Contessi, visita a la que dedicó toda la comunicación en sus cuentas en las redes sociales. En Instagram, la extensión de lo comunicado fue muy amplia, y reflejó un Macri entusiasmado por estar en una factoría industrial en la que sólo escuchó buenas noticias de trabajo y crecimiento. Esa visita, no reflejada en los medios -que se han limitado a aspectos triviales de la ocasión-, es importante. Hoy, en la disputa por la pesquería, la famiglia de Federico Contessi y su hijo Domingo, anfitrión central del Presidente, está más allá de la actividad industrial del astillero; tiene que ver con la pesca del langostino y el calamar en aguas del sur patagónico.

Un actor de años en la actividad me señaló en off que “en esta disputa no lo están visualizando a Contessi, que tiene una pata puesta en todos lados y se ha hecho de representación en todas las cámaras empresarias y muy fuerte en Chubut”. En esa lectura, la situación de la flota marplatense- señalada por el sitio Chubut Pesca.com como “flota nacional”- habla a las claras del impacto en la riqueza que brindan estas especies hoy, y el traslado de poder que implican estas definiciones en actos y actitudes del Presidente de la Nación.

Recapitulando: la visita de Macri al astillero Contessi y la foto con Arroyo marcan un punto de atención que los actores locales no debieran ignorar. Avisados que están.

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