1,5% de los votantes puede parecer poco. Pero son 360 mil votos, la cantidad que para varios candidatos que compiten en las primarias del 9-A es la llave mágica, y no fácil de alcanzar, para durar hasta el próximo round y poder competir en las generales donde se reparten, en verdad, cargos y bancas.

Con un padrón nacional de 32 millones y una concurrencia promedio del 75% -es decir, 24 millones-, se deben reunir 360 mil votos para llegar al 1,5% que fija la ley como piso y sobrevivir para la siguiente aventura. De los once espacios -ocho frentes, tres partidos- que compiten en las PASO de este domingo, seis reman para conseguir los votos imprescindibles. Equivale, como referencia, a que el 100% del padrón de San Luis vote a un mismo candidato. O que los padrones completos de Santa Cruz y Tierra del Fuego opten por una boleta. 

Hasta acá, si te toman como referencia encuestas y antecedentes, no tendrán problemas el FpV que postula a Daniel Scioli, Cambiemos -con su triple oferta presidencial: Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió-, el frente UNA de Sergio Massa y José Manuel de la Sota-, Progresistas que lleva a Margarita Stolbizer y el FIT, con el duelo intertrotskista entre Jorge Altamira (PO) y Nicolás del Caño (PTS).

Según aquellos parámetros, aparecen en zona gris Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal), el Frente Popular de Víctor De Gennaro, el MST de Alejandro Bodart, el Nuevo MAS de Manuela Castañeira, Mauricio Yattah de Movimiento Popular y el cordobés, ex Recrear, Raúl Albarracín, de Unión Vecinal. Fuera de los tres que están encima de 15% -FpV, Cambiemos y UNA-, los otros clanes andan entre cálculos y expectativas: 

•Progresistas. Stolbizer llega con un acuerdo con el PS y Libres del Sur, como espacio residual de lo que fue UNEN, y un piso que ubican en el 5% a partir de lo que juntó en otros turnos la candidata y lo que aporta, históricamente, el socialismo. Juegan, siempre, con el beneficio del error porque Stolbizer suele medir menos que lo que luego saca en las elecciones. Progresistas juega a salir bien parado de ese turno con un volumen y una identidad que le permita gambetear una eventual polarización y migración de votos.

•FIT. La disputa entre el PO y el PTS, que se replica en todo el país, incentiva una interna que en el FIT calculan que redondeará una sumatoria cercana a 1,5 millón de votos, lo que repetiría la cifra de 2013, pero casi triplicaría lo que Altamira-Castillo lograron en la presidencial de 2011. El FIT da por hecho que supera el 1,5% y estiman estar arriba del 4% para crecer, en octubre, algo más. Hay un antecedente curioso: en 2011, Altamira sacó 24 mil votos más en las PASO que en la general.

•Compromiso Federal. La marca de los Rodríguez Saá arrastra resultados diversos: en 2011, Alberto Rodríguez Saá juntó 1,7 millón de votos en la presidencial, pero en 2013 el espacio no superó el 1,5% en Buenos Aires, en Santa Fe y en Córdoba y sacó un 2% en Capital. Los adolfistas dan por hecho que a pesar de no figurar en las encuestas, superarán la frontera para llegar a la general, lo que consigue con los votos que obtienen en Cuyo.

•Frente Popular. El espacio que une al partido de Víctor De Gennaro y al brazo político del PCR se pone como meta apuntar a los 400 mil votos, pero asumen que es una patriada nada fácil. El frente debutó en 2013, tras una participación con UNEN prepacto con la UCR, con una modesta colecta de votos, sin llegar al 1,5%.

•MST. El partido que comanda Alejandro Bodart -que ayer denunció al PRO por usar combis del Gobierno porteño para trasladar boletas a la provincia de Buenos Aires- y lleva como candidata en provincia de Buenos Aires a Vilma Ripoll viene de un tropiezo en Capital, donde no superó el 1,5%, y de otros ensayos complicados junto a Proyecto Sur de Pino Solanas, que no compite en este turno. En el MST hablan de la atomización de la oferta de la izquierda.

•Nuevo MAS. Con la postulante más joven del menú presidencial, Manuela Castañeira, presenta también un panorama complejo por la diversidad de listas trotskistas y a raíz de los resultados de bajo impacto en las elecciones pasadas, tanto a nivel provincial como en los turnos de 2013 y 2011.

•Unión Vecinal. El partido cordobés, que postula a Raúl Albarracín, ya compitió en 2011 con Sergio Pastore como candidato presidencial. Juntó, a nivel nacional, 65 mil votos, el 0,30% de los concurrentes a votar.

•Partido Popular. Con la postulación del porteño Mauricio Yattah, el candidato que da el teléfono de su casa, el espacio asoma con ofertas acotadas, al punto que en varias provincias no lleva siquiera candidatos a diputados.