Los residentes de la zona del noreste de la ciudad están sin cajeros automáticos desde el sábado después de la fuerte tormenta que azotó a la ciudad. Pertenecientes al banco Supervielle y ubicados al lado de la Comisaría 7ª, ambos están apagados y los vecinos aseguraron que cuando funcionan el dinero no alcanza para abastecer a la gran cantidad de clientes que se acerca. Además reclamaron que falta mantenimiento porque siempre están sucios y llenos de papeles.

Los vecinos dicen que permanecen apagados desde la tormenta del sábado.

“Salimos a caminar un rato y de paso vinimos para hacer una extracción pero nos encontramos con la noticia que no andan ni siquiera para hacer una consulta”, dijo Daniel, vecino.

En cinco minutos se acercaron al menos quince personas a las máquinas dispuestas en la zona de la ruta Nº 3 para sacar dinero o hacer alguna otra diligencia pero se llevaron la sorpresa que estaban “muertos” y se tuvieron que volver con los bolsillos vacíos.

El dueño del quiosco de revistas que está en la esquina confirmó que el cajero no funciona desde el fin de semana. “Hace más de tres años que los instalaron y siempre tuvieron problemas porque nunca andan los dos juntos, o es uno o el otro. Además es el único de la zona porque en el supermercado que está en la entrada no hay uno”, comentó Luis. Señaló además que la limpieza es precaria porque están sucios y añadió que es "una crítica constructiva" para que mejoren el servicio.

Los vecinos se quejaron porque nunca tiene dinero suficiente para cubrir la demanda. “Generalmente no hay plata a la tarde cuando los recargan a la mañana o falta en la noche cuando lo hacen a la siesta. Yo vivo a unas cuadras y ya dejé de pasar porque nunca tienen efectivo”, contó Daniela.

Una comerciante de la zona comentó que siempre ve largas filas esperando para usar el cajero automático. “En el negocio sólo trabajamos con efectivo y la gente tiene que ir a otro lado a sacar dinero para poder comprar en los negocios del barrio”, expresó Ema.

La situación se repite en muchos locales pequeños que no tienen posnet para tarjetas. “Vienen a comprar los vecinos y me dicen que van al cajero a buscar plata. Vuelven a los cinco minutos diciéndome que no hay y que van a esperar para ir al centro”, mencionó Edina, dueña de una ferretería y añadió que el problema le genera pérdidas de ventas. Como usuaria del servicio, agregó que “mi marido desistió de ir a fijarse si hay efectivo y directamente aprovecha cuando va al centro para hacer esos trámites. Es una pérdida de tiempo esperar y hacer fila para nada”.

En la Comisaría 7ª informaron que el cajero más cercano es el que está ubicado en la nueva terminal de ómnibus a casi dos kilómetros de distancia. Los que tienen auto dicen que no cuentan con un acceso directo y les queda a contramano llegar a la estación de los colectivos. “Fui el lunes y no andaban y me tuve que ir hasta la terminal y cómo no hay una salida directa tuve que ir hasta la rotonda, meterme por los barrios para poder llegar”, relató Judith, vecina de la zona. Los otros cajeros más cercanos se encuentran ubicados en Walmart o en el supermercado Aiello de la Riobamba.