Por caída de la actividad, en 1 año se sumaron 4 mil desocupados

Por caída de la actividad, en 1 año se sumaron 4 mil desocupados
Así lo refleja el índice del 4,5% dado por Indec para el primer trimestre 2014 en el Gran Mendoza, contra 3,7% del mismo período del 2013. También incide en la suba el incremento de la población.
Consumada una caída de la actividad económica del 2,8%, en el primer trimestre del año confirma además que por un lógico efecto arrastre el desempleo en Mendoza está lejos de atenuarse.

El dato de la Fundación Mediterránea se concatena con estadísticas oficiales de 2014: es que el índice de desocupación difundido por Indec en base a la medición de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), reporta en lo que va de 2014 un 4,5%, casi un punto más que a principios de 2013.

De esa ponderación se desprende que el universo de desocupados mendocinos dio un salto de 18.500 a 22.500 el último año.

Algo que los técnicos, de acuerdo a de que lado están, analizan de distinto modo: mientras los funcionarios lo relativizan, los economistas con mirada en perspectiva lo atribuyen a un ajuste obligado de las empresas ante la pérdida de rentabilidad y hasta a una demanda insatisfecha.

Aún antes de conocerse el nuevo índice, el gobernador Francisco Pérez había admitido un alza de la desocupación atribuyéndola a “la menor actividad”. Si bien sus dichos concuerdan con el análisis privado, Indec dio una tasa apenas superior de la actividad (44%) y casi idéntica de empleo (42%).

Lo cierto es que, en parte, la suba de la desocupación tiene también relación con el crecimiento poblacional del Gran Mendoza, hoy con 1.059.848 habitantes, contra 1.044.920 de 2013, es decir, unos 15 mil más. Esto implica una tasa de desocupación equivalente a casi 1/3 de ese crecimiento, que presiona sobre la demanda laboral.

No obstante, la directora de Empleo, Dora Balada, destacó el hecho de que el valor publicado “sea el mismo que a fines de 2013”. Asimismo, respecto a la comparación interanual, la funcionaria enfatizó que “entre los conglomerados de más de 500 mil habitantes, somos los de índice más bajo”.

Parte de la explicación está en los subsidios. Cabe recordar que desde fines del año pasado, el Ejecutivo provincial inyectó alrededor de $ 20 millones en fondos de la Nación a través del Programa de Sostenimiento del Empleo para mantener la fuente de trabajo de unos 2.500 trabajadores del sector frutícola, en riesgo por las heladas tardías que se habían cobrado el grueso de la cosecha de carozo en Mendoza.

El "efecto ingreso"

“En una coyuntura donde las empresas se ajustan por la menor actividad suena razonable que el índice de desempleo sea mayor. Tanto como contar con una valoración positiva del empleo, que siempre considera al sector privado y público, donde hubo un leve aumento, tal vez más moderado que en gestiones anteriores”, analizó el economista Jorge Day, coordinador del Monitor Mendoza de la Fundación Mediterránea.

“A nivel privado se sospechaba la caída pero genera dudas por la realidad de algunos rubros como el agro, con dificultades para conseguir mano de obra”, añadió el experto.

Por su parte, para Raúl Mercau, ex director de Empleo de la Provincia y ministro de Producción, y actualmente decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Champagnat, “una primera explicación es que hay mayor cantidad de personas volcadas al universo de trabajo, producto de un efecto ingreso. Son más los miembros del grupo familiar que salen a incrementar los ingresos por ser insuficientes y porque ven riesgo laboral, pero en un mercado estancado que recorta el poder adquisitivo”.

Menos actividad

El dato de la involución de la economía, de acuerdo al Ieral, dibuja una escalera hacia abajo, en una tendencia iniciada en 2013 (-0,5% y -1% en el tercer y cuarto trimestre, respectivamente). Según el último informe del Monitor de Actividad de la Fundación Mediterránea la retracción “es compatible con un menor poder adquisitivo de los salarios y por mayores tasas de interés”.

Según Day, resulta más patente en los bienes durables (venta de autos), además del comercio, construcción (cemento) y servicios “que son más intensivos y donde puede verse un flojo desempeño” en los primeros meses de 2014. El análisis señala que “en menor medida, también disminuyeron las ventas minoristas y en supermercados (sin inflación)”.

En cuanto a sectores exportadores surgen ejemplos como el de la vitivinicultura, donde podía esperarse un despegue luego de la devaluación, de igual modo que en otros productos agroindustriales destinados a Brasil (ajo y productos olivícolas) y extracción de petróleo.

“Se podía prever una mejor reacción, pero por ahora no hay señales en ese aspecto”, concluyó Day.

Comentá la nota