Habrá que esperar hasta el último minuto del sábado para saber finalmente si Cristina Kirchner será candidata en las primarias de agosto. Es que la Presidente evitó hablar sobre su futuro político en la última aparición pública que tenía prevista antes de que finalice el lapso que tienen los partidos para inscribir a sus postulantes.

En la cadena nacional número 25 del año, esta vez por el Día de la Bandera, la mandataria cerró su discurso con un mensaje a la militancia kirchnerista: "Desde donde esté, estaré siempre con ustedes; en todo momento, sobre todo en los difíciles".

Ante un palco colmado, donde se encontraban Daniel Scioli, Carlos Zannini, Florencio Randazzo y Máximo Kirchner -entre otros dirigentes-, arremetió contra los partidos que creen que es mejor "impulsar personalidades aisladas que den bien en televisión" en vez de políticos que representen los intereses colectivos y "no se dejen manejar por nadie".

En su discurso, recordó que el acto del 20 de junio del año pasado estuvo marcada por la sentencia del juez Thomas Griesa a favor de los holdouts. "No quería no quiere que le paguemos a los acreedores. Quiere humillar la soberanía y desencadenar un nuevo proceso de endeudamiento", denunció.

Cristina Kirchner defendió el modo con el que el Gobierno afrontó la situación y objetó a quienes pedían cumplir con el fallo. "Se me aconsejó que tenía que pagar. Nosotros dijimos que era una trampa mortal. Hace pocos días otra sentencia que eran 20 mil millones de dólares. No estábamos equivocados. No era capricho. Era aplicar el criterio de racionabilidad más estricto en términos económicos y jurídicos".

"Yo quiero pedirles a aquellos partidos de raigambre nacional, popular y democrática, que con la misma grandeza superen los prejuicios frente a los grandes temas de la patria, como es el ataque que sufre el país por parte de los fondos buitres", indicó. Y una vez más cuestionó a las "bases mediáticas que están dispuestas a bombardear los proyectos populares", en alusión a los medios de prensa que el Gobierno considera como opositores a su gestión.

La alocución, realizada al filo del límite para el cierre de listas, terminó con un mensaje para quienes aspiran a sucederla. "La historia no se escribe en la crónica de un noticiero o en la página de un diario, sino que se escribe en el pueblo".

Antes de Cristina Kirchner hablaron la intendenta Mónica Fein y el gobernador Antonio Bonfatti, quienes fueron silbados por la militancia kirchnerista. Al tomar la palabra, el mandatario socialista se permitió una alusión al proceso electoral que vive su provincia, en donde su delfín todavía no puede cantar victoria dada la paridad con el PRO que representa Miguel Del Sel en el escrutinio definitivo.

"La contienda electoral arroja legítimos ganadores y perdedores, cuya obligación es aceptar y reconocer los designios de la soberanía popular, sean estos por amplio margen o por la mínima diferencia. Porque esa es la escancia de la democracia", dijo.